REVERTE: los Fascistas llevan corbata

Dis.jpg
 
Magnolia dijo:
Maldito warning, ¿eh? TE perseguirá toda la vida...

A mi los que van detras del moderador diciendo "no me gusta este hilo...bua bua bua, hay que quitarlo y banear al que lo lanzó... bua bua bua..."
me parecen bastante capullos. Si no tienes la entereza suficiente para aguantar una opinión contraria (que no tiene que ser insultante ni con palabras malsonantes, ojo!!!) no entres en foros públicos, que hablen con sus cuatro amiguetes filosofos del buenismo y ya está.

Y lo digo porque en varias ocasiones me ha pasado, osea que lo se de buena tinta.

Y ahora, si quereis, los de siempre vais al moderador y me meteis un warning (porque creo que lo que he dicho, de momento, no merece un baneo)

Un saludo
 
Duke dijo:
A mí Reverte me cae medio bien, ...aunque creo que es sólo porque es murciano.

como el dicho, ¿no?:

"De una puta y un gitano, nació el primer..." :garrulo

rumano ?!!!!!!!!!!!!!!

Que conste que soy murciano como Sergi_Star y me la suda comentarios como esos. Me gustan las opiniones de Reverte será que como es murciano también y mira que tengo problemas con murcianos, aunque quizás haya más murcianos con los que no tengo problemas. He tenido problemas con algunos madrileños, podría generalizar, pero sin embargo también tengo amigos muy amigos que son madrileños.
 
Que perra os ha entrado con lo de los baneos... Si parece que os haga ilusión y todo... :cuniao

Manu1oo1
 
Toshiro Kurosawa dijo:
Pues yo no he tenido más que problemas con los murcianos; no conozco (ni creo que llegue a conocer) a un murciano bueno.
Pues habermelo dicho hombre,y nos hubieramos liado a ostia limpia en la Kedada.....así te resarcías de todo ese rencor y odio acumulado.........

Pd: :mparto :cuniao

;)
 
Os dejo la Patente de esta semana, que me ha gustado.


LO QUE DEBE SABER UN TERRORISTA





Oído al parche, terrorista. O terroristo. A ti te lo digo, sí. Quítate un momento la capucha o la kufiya, tío. Lo que lleves puesto. Deja el cuchillo de degollar infieles, el Corán sin notas a pie de página, el teléfono móvil conectado a la mochila bomba, la pistola del tiro en la nuca, el coche trampa y las mentecatas obras completas de Sabino Arana que, encima, analfabeto como eres –hasta las cartas de extorsión las escribes con faltas de ortografía, colega–, no has abierto en tu vida. Deja todo eso un momento y atiende. Tengo unos bonitos consejos para regalarte por la patilla, a fin de que puedas ser un terrorista eficaz y prudente, de los que nunca caen en manos de la policía. En un país serio, esto me llevaría delante de un juez: colaboración con banda armada, apología del terrorismo o qué sé yo. Cualquier cosa lógica. Pero estamos en España, oyes. Nada de lo que voy a decir es cosa mía, sino tomado de los periódicos después de que altos responsables policiales larguen en la prensa con pelos y señales. Es de dominio público, vamos. Al alcance de cualquiera. Así que tú mismo, tronqui. Lee y aprende, porque parece mentira. No os enteráis. Los periódicos llevan años contándolo, y vosotros seguís dejándoos coger como capullos en flor.

Para empezar, ¿sabes por qué palmó Cheroqui, o Txeroki, o como se escriba? Entre otras cosas, porque los etarras usan cibercafés para comunicarse, y las fuerzas represoras del Estado fascista vigilan esos sitios. Por si no habías caído en la cuenta, lo señaló el ministro del Interior el otro día. Cibercafés, dijo. Con todas sus letras. Y la policía no es tonta. Ya sé que el nivel intelectual de los gudaris ha bajado mucho, y que los liberados, los legales, los kaleborroka y otros heroicos luchadores vascos y vascas seguirán acudiendo a esos sitios cual pardillos, a ponerse correos electrónicos como locos. Quien no da más de sí, no da más de sí. Pero en fin, tío. Por el ministro, que no quede. El que avisa, no es traidor.

Otro detalle, pringao: que no se te ocurra más, en tu terrorista y puta vida, llevar encima ordenador portátil ni lápiz de memoria con datos de la peña. ¿Vale? Tampoco robar un coche nuevo y ponerle una matrícula vieja: un Peugeot 207 con letras ZL canta la Traviata. Así que elige otras letras, porque si no te van a pillar seguro, como explicó amablemente el jefe de los txakurras a cuanto periodista se interesó por el detalle. Porque una cosa es el secreto policial y otra la transparencia informativa habitual en una democracia madura y diáfana como la nuestra. Ojito con eso. Ya sé que contar minuciosamente cómo y por qué se ha trincado a un terrorista es forma segura de alertar a otros para que no cometan el mismo error, pero qué se le va a hacer. Las policías extranjeras alucinan en colores con lo nuestro, pero aquí nos encogemos de hombros. No passssa nada, coleguis. Cuando se es referente moral y reserva ética de Occidente, como es el caso de España, nobleza obliga.

Podría contarte un montón de cosas más, terrorista de mis carnes. De este y otros episodios. De etarras patosos y de islamistas chapuceros. Explicarte por lo menudo cómo se los detecta, sigue, vigila y detiene mediante tal o cual instrumento, o porque cometen determinado error. Advertirte sobre cómo debes revisar los bajos de tu coche y localizar la chicharra que le pusieron, eludir el equipo direccional de sonido que graba tus propósitos, evitar aquella autopista porque tiene videovigilancia, no registrarte nunca con tu chica o chico en hoteles así o asá, olvidar tal cafetería, restaurante, carnicería islámica, bar, piso o sucursal bancaria. Pero no me necesitas. Tú mismo podrías, leyendo tres o cuatro periódicos, establecer la identidad del confite que se berreó a la madera sobre tu colega Gorka, o Edurne, o Mohamed, o Manolo. Porque ésa es otra. Hasta las identidades de infiltrados y chivatos salen a relucir, a veces con familia y domicilio incluidos, en este país donde acogerse a la condición de testigo protegido –y no digamos testigo a secas– es jugar a la ruleta rusa con seis balas en el tambor. Como para que colabore la Niña de la Venta. Aquí te venden a cambio de un minuto de telediario, y no sería la primera vez que confidentes o infiltrados tienen que abrirse a toda leche porque una llamada telefónica les advierte que, en media hora, el ministerio del Interior, el portavoz tal o cual, van a detallar ante la prensa hasta la talla de faja que usa la madre que los parió.

Resumiendo, chaval. En este país de cantamañanas no necesitas un manual titulado Lo que no debe hacer el perfecto terrorista. Basta con leer los periódicos. Pero, claro. Aquí la prensa tiene derecho a saber. Los ciudadanos tienen derecho a saber. Incluso los terroristas –ya te digo que España no es opaca, autoritaria y poco democrática como Gran Bretaña, Alemania o Francia– tienen derecho a saber. En consecuencia, saben. Y aun así, los trincan. Calcula el nivel, Maribel.
 
Y yo me juego algo a que, aunque así fuera, Marías se va a cuidar mucho de no dejar con el culo al aire a su amigo del alma... :P

Otro interesado. Anda, copiad, malditos... :)


Manu1oo1
 
a mi me parecen un par de soplagaitas pequeñoburgueses, pero si lo pedis....

Javier Marias - Caminatas gratas y un mal asunto

Antes de empezar a dar aquí la lata todos los domingos -dentro de poco se cumplirán seis años-, me pasé otros ocho haciéndolo en otro sitio, y allí tenía como vecino de página a Arturo Pérez-Reverte. Como aún recuerda alguna gente, solíamos gastarnos bromas de una columna a otra, y lo curioso es que entonces no nos conocíamos apenas; en persona, quiero decir. De hecho fue a raíz de aquellas joviales escaramuzas periodísticas como comenzamos a tratarnos y a forjar lo que algunos amigos suyos y míos consideran una extraña amistad, al no ver muchas afinidades entre nuestras respectivas literaturas y admiraciones. Sea como sea, de aquel largo periodo nos ha quedado, supongo, cierta costumbre de gastarnos nuevas bromas, pese a que ahora sus lectores no vean las mías ni los míos las de él, a menos que unos y otros compren los domingos los dos distintos suplementos en que colaboramos. Lo cierto es que el Capitán Alatriste ya me ha metido en un par de líos o tres, porque de cada caminata que damos juntos saca un artículo, en el que, claro está, cuenta las cosas a su manera. Hace ya algún tiempo relató una conversación que mantuvimos un anochecer primaveral en el que nos dio -qué quieren- por fijarnos en los atuendos y andares de las mujeres con las que nos cruzábamos, las cuales no salieron en general bien paradas a nuestro humilde y arbitrario criterio, que nadie tenía por qué tomarse en serio ni pensar que valía más que el de cualquier otro viandante. Pero fueron muchas las mujeres que absurdamente se dieron por aludidas y nos afearon nuestra charla y nuestra actitud, y hasta hubo una iniciativa internética de recogida de firmas para que nos empapelaran por un "delito de opinión", si mal no recuerdo. En todo caso el Duque de Corso, con su columna imprudente, me hizo quedar fatal y recibir unos cuantos palos que no me había buscado. Y ya me busco yo bastantes por mi cuenta.

Ahora me la ha vuelto a jugar. Como ha contado en su pieza "Los fascistas llevan corbata", volvíamos un jueves de la Academia, a cuyas sesiones me he empezado a asomar, y por ese motivo llevábamos ambos corbata, prenda a la que ni él ni yo tenemos la menor afición. Íbamos, en efecto, cargados con bolsas llenas de sobres y libros que la gente envía a la sede de la Academia y que acabábamos de recoger. Yo iba hacia mi casa y él hacia su coche, estacionado en la zona. De pronto nos topamos con una manifestación de inmigrantes, a la altura de la calle Carretas. Imposible saber qué reclamaban, no les suelen faltar motivos de queja. Aprovechamos un claro para atravesarla, con toda tranquilidad, y cuando ya habíamos pasado, oímos una voz que gritaba: "¡PP, fascistas, cabrones!" Lo último que se me ocurrió fue darme por aludido, pero Don Arturo (como lo he de llamar en las sesiones académicas, gratificantemente formales), quizá porque va por la vida ojo avizor, mientras que yo voy en las nubes y sin ver nunca a nadie, se volvió al instante y exclamó, refiriéndose a un individuo de aspecto aindiado: "¡Diantre, a fe mía parbleu y voto a bríos!" Siempre ha sido un afrancesado. "¡Nos lo ha dicho a nosotros!" Yo le contesté, medio en la inopia: "¿Tú crees? No creo. Como no sea por las corbatas ..." Él se quedó taladrando con la mirada al insultador, que no nos hizo ni puto caso, lo cual me reafirmó en mi opinión de que su grito no nos iba dirigido. Pero Don Arturo o la Fuerza del Sino insistió: "Sí, sí, iba por nosotros, hay que se foutre, mon vieux". Yo comenté que en los primeros meses de la Guerra Civil, en Madrid, a mi abuelo Marías, republicano convencido pero señor muy pulcro con su cuidada barba blanca y su corbata siempre puesta, algunos milicianos se atrevían a reprocharle el uso de esta prenda, y que él, ni corto ni achantado, les echaba buenos rapapolvos a aquellos aguerridos, por su simpleza y su osadía. Eso fue todo. Pero si se molestan en buscar el artículo de mi colega, verán cuán dado es a los lances de espada, en la vida real como en la imaginativa.

Si el Capitán tuvo razón, sin embargo, sería la segunda vez que me llaman fascista en poco tiempo, lo cual da que pensar. A lo largo de mis casi catorce años de columnista fijo, y de mis treinta de articulista ocasional, a menudo se me ha tildado de "rojo asqueroso" y de peores cosas, en la misma gama. "Facha recalcitrante", como se me ha largado recientemente en una carta biliosa y anónima, en la que se me deseaba que me pudriera "en un pozo de mierda" cuando llegue mi hora, nadie me lo había llamado jamás. ¿El motivo? Un artículo de hace poco en el que, mostrando mi respeto por quienes desean desenterrar a sus muertos de la Guerra Civil y darles mejor sepultura, no me abstenía de señalar que había un elemento de puerilidad y superstición en ello, al menos para quienes no somos religiosos ni creemos que las personas perduren en sus reliquias y huesos. No sé. Durante muchos años, en nuestro país, los únicos que han mandado cartas cobardes y anónimas (a mí, por lo menos), y han insultado a lo bestia, y han practicado la demagogia hasta decir basta, han sido individuos de extrema derecha y algún enfermo de nacionalismo. Mal asunto que ahora empiece a hacerlo también descerebrada gente de izquierda, y que los destinatarios de sus injurias seamos los mismos que recibimos las de sus supuestos y descerebrados contrarios; o que un inmigrante vuelva a asociar unas corbatas con el fascismo.

http://www.elpais.com/articulo/portada/ ... por_10/Tes
 
Lo cierto es que el Capitán Alatriste ya me ha metido en un par de líos o tres, porque de cada caminata que damos juntos saca un artículo, en el que, claro está, cuenta las cosas a su manera.

Lo último que se me ocurrió fue darme por aludido, pero Don Arturo (como lo he de llamar en las sesiones académicas, gratificantemente formales), quizá porque va por la vida ojo avizor, mientras que yo voy en las nubes y sin ver nunca a nadie, se volvió al instante y exclamó, refiriéndose a un individuo de aspecto aindiado: "¡Diantre, a fe mía parbleu y voto a bríos!" Siempre ha sido un afrancesado. "¡Nos lo ha dicho a nosotros!" Yo le contesté, medio en la inopia: "¿Tú crees? No creo. Como no sea por las corbatas ..." Él se quedó taladrando con la mirada al insultador, que no nos hizo ni puto caso, lo cual me reafirmó en mi opinión de que su grito no nos iba dirigido.


Me lo imaginaba. En lo que contaba Reverte, Marías quedaba como el que agacha la cabeza porque no se quiere meter en líos y resulta que la cosa no iba con ellos y que pasaba por allí una manifestación.
 
Ejem, Ejem... menuda forma de quedar con el culo al aire Arturito, con lo bien que iba el hilo

14412.PNG
 
Me autocito un comentario de la segunda página:

Aunque entre tu y yo... a mi me parece un tipo que se folla una y cuenta cien.

En este caso concreto no llega ni a polvo, todo queda en paja mental.
 
Arriba Pie