RIDLEY SCOTT - El Post Definitivo

Sus películas son amorfas de ritmo y cuando parece que entona, acude al lenguaje publicitario más ramplón. No encuentro momentos inspirados en sus películas y, por supuesto, si parece que lo encuentras, se acaba diluyendo a poco que avances.

En eso estamos más o menos de acuerdo... si hablamos de su etapa post Blade Runner (aunque la cinta de los replicantes ya tiene unos problemas de ritmo enormes).

En cuanto a Barry Lyndon, yo la tengo por una de las diez mejores películas de la historia. Entiendo lo que dices, pero yo creo que eso es algo que es totalmente intencionado, acudiendo a las emociones de la época y a las formas artísticas de entonces, entrocando con el guión. De hecho, su ausencia de emociones es lo más emocionante de la misma. La secuencia del enamoramiento con las velas es algo que no se superará jamás. Kubrick no tiene plano mal tirado, justo lo contrario de lo que pienso de éste.

Un abrazo, carrionada.

No dudo que sea intencionado y es muy cierto eso de que "Kubrick no tiene plano mal tirado"; los problemas que yo le veo (en según que títulos) van por otro lado.

Otro para ti.
 
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Yo diría que Ridley es un experto en hacer películas que PARECEN buenas... a base de una producción lujosa y un empaque en cuanto a vestuario, banda sonora, etc. de lo más conseguido. Pero es eso, parecen, porque como narrador, "poeta", o lo que sea, menudo negado.
 
No es mala definición: "películas que parecen buenas". Pero yo sigo pensando que el gran (o pequeño) activo que crea ese espejismo es el propio Ridley. ¿Vestuario? En la de Moisés, sin ir más lejos, me parece muy cuestionable. ¿Música? En cintas como Gladiator se hacen cosas muy peregrinas (el rollo Wagner, por ejemplo... o esa letanía a base de voz femenina que, desgraciadamente, tan de moda se puso desde entonces; un horror que aún hoy tenemos que sufrir en decenas de películas... similares o no).
 
Si entramos en el debate Kubrick, nos podemos pasar hablando de él hasta el final de los tiempos. Comprendo lo que expone carrion sobre la tan controvertida frialdad kubrickiana, que en realidad es incómoda porque disecciona el ser humano sin dejar títere con cabeza y desde un prisma analítico propio de un observador inclemente. Precisamente es lo que me gusta de él, técnica aparte. Aunque la teoría de que Kubrick era un tipo gélido en su cine, tan matemático que parece deshumanizado, es discutible cuando uno se queda patidifuso ante la hermosura de la escena de la seducción de Barry Lyndon que cita Magnolia. O sea, creo que su enfoque por lo general es distante, científico, pero a veces extrae una sensibilidad a flor de piel que prueba que Kubrick no era una máquina ni un extraterrestre, sino uno de nuestra especie.

 
Lo de Kubrick como director frío y deshumanizado es un topicazo falso. Podía filmar personajes fríos o deshumanizados, o mejor dicho reacciones frías o deshumanizadas (no siempre, más allá de Lyndon ahí está Senderos de gloria), pero el camino a las emociones era el mismo.
 
Ojo, yo hablaba sólo del Kubrick de Barry Lyndon. Lo dicho no es aplicable al resto de su cine... aunque a otras películas suyas se les puede meter mano por otros lados.
 
Lo del director deshumanizado es un tópico sí, pero como buen tópico tiene un trasfondo de verdad. Kubrick es un analista y un director-científico. Yo ya lo expuse hace tiempo. A veces el exceso de frialdad y cientificismo me lo alejan de lo que para mi serían los más grandes directores de la historia. Y me encanta, y creo que Barry Lyndon es una obra apabullante. Tan apabullante que es una recreación mimética del XVIII. Y eso implica entrar pensando como era la mentalidad de la época en muchos casos, por lo que la escena de la seducción (cumbre del cine por otra parte), parte de la premisa del amor cortesano, carente de emociones aparentes como así lo interpretan cara palo Ryan (brutal elección de casting) y Marisa. Adoro esta peli, pero no es menos cierto que parece rodada por alguien que se recrea en la composición de una época, y que es capaz de incluso de plasmar esas emociones que no se traslucen físicamente. Pero yo veo a Kubrick más emocionado con el tempo, con el ritmo, con los gestos y sutiles movimientos, con la milimétrica incrustación del Saraband de Haendl que por los sentimientos amorosos de la pareja. Y no mintáis mamones, vosotros (como yo) también. No sé que tiene de malo decir que Kubrick era una máquina cabrona, alguien tenía que serlo. Por cierto, siempre he tenido la sensación que para esa escena en concreto debió empaparse de este cuadro de Goya...
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GROUCHO, si nadie lo niega. Lo absurdo es usarlo en su contra...¡era una virtud!

Aunque luego es hacedor de un sinfín de secuencias emocionales que son cimas del cine. La más estremecedora está en Senderos de Gloria. El epílogo.
 
Pues ayer revisé American Gangster (2007) y , sorpresa, sorpresa, es facilmente la mejor película de Ridley Scott de los ultimos 20 años. Me atrevería a decir que entraría en el TOP 3 desbancando a Los Duelistas, por ahí le rondará ( las otras dos las tenemos claras despues de 50 paginas de hilo, verdad chicos? )

Creo que la frialdad con la que se recibió en su día se debió mas a un exceso de expectativas creadas en torno a ella ( basicamente se creía que iba a arrasar en los Oscars como si fuera El padrino nigga del nuevo siglo ) cuando se trata de una obra mucho menos ambiciosa y mas simple de lo que se vendió, pero que precisamente por ahí gana, ya que cuenta todo lo que tenía que contar, basicamente un biopic excusa para hablarnos de las repercusiones y cambios sociales de la Norteamerica de finales de los 60, principios de los 70, y de cómo el tejido competitivo del capitalismo empezaba a hacer estragos en los diferentes estratos de la población multirracial.

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Ridley se luce en la dirección artística, con unas New Yersey, Harlem y Manhattan perfectamente ambientadas , y en un vestuario colosal ( ojo a cómo viste a todos y cada uno de la familia de Frank Lucas, perfectamente definidos y diferenciados ) así como en una magistral secuencia final de asalto y tiroteo en el interior de un bloque de apartamentos/almacén de alijos.

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La fotografía del malogrado Harris Savides es, como siempre, soberbia. Llama poderosamente la atención lo bien que resuelve la gama de oscuros en interiores, así como la vistosidad en escenas como las de la cafetería o el viaje a Bangkok. La luz natural con la que por ejemplo retrata los laboratorios clandestinos o la escena en el Madison Square Garden dan una buena muestra de lo que pudo llegar a hacer este tío. Una verdadera pérdida su temprana desaparición.

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En el apartado actoral, un Washington que como siempre tira de carisma para componer a un aterrador gangster, emprendedor hecho a si mismo pero preso de unos viscerales arranques de furia y ostentanción que le terminaran costando caro, y un funcional Russel Crowe, mas convicente en su etica profesional que en sus devenires familiares. Casting repleto de caras conocidas en sus secundarios, aunque muchos de ellos ni recordaba que estaban ya que es ahora cuando se han asentado definitivamente ( Idris Elba, John Hawkes o John Ortiz )

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en definitiva, un SI rotundo.
 
A mi es que me chifla muchísimo. Me parece un título ferreo, potente, con muchísimo empaque y unas interpretaciones logradas en ambos bandos (tanto principales como sencundarios). Aparte que la dirección de Scott es un pasote.

Sí, la verdad es que se esperaba de ella que arrasara en los Oscars pero se pasó de ella injustamente.

Que la obviaran en las categorías potentes y estuviesen ahí cosas como Juno pues me hace reir por no llorar.
 
Puede que sea la película más plana de Scott a nivel de realización. Con un aire multicámaras televisivo que la lastran totalmente a nivel de planificación y encuadres. Y para más inri, se estrenó poco después de "Zodiac" que retrataba la misma época y contaba con el mismo operador y claro, Dios/Gitano.
 
Vi la mitad y me aburrí terriblemente.


Ridley se luce en la dirección artística, con unas New Yersey, Harlem y Manhattan perfectamente ambientadas , y en un vestuario colosal

Bueno, en todo caso los que se lucen serían el diseñador de producción y el director artístico...
 
Yo sólo la vi en cines y no recuerdo para nada el desastre formal que relata Fell ni mucho menos el aburrimiento de Duss, de hecho, el ritmo de la película era su mejor virtud. Es cierto que pillaba de Scorsese, Coppola, De Palma, Tarantino sin disimulo, que no tenía personalidad y que, además, de esas referencias cogía lo superficial y elegía mal, si vas a sablear El Padrino mucho mejor Gray en The Yards que lo hace visualmente (y con Savides) y no el tan sobado discurso central del gangster, y si vas a sablear Goodfellas no lo hagas en lo visual porque Scorsese en eso es intransferible, o coger lo más clásico de Tarantino como la pieza musical central de Jackie Brown cuando American Gangster tira por el nervio de Scorsese, hace que todo sea un Frankenstein amorfo y fallido, pero resultón porque Scott no es un manazas en absoluto, los actores están notables y los padres de los que copia son demasiado buenos.
 
o coger lo más clásico de Tarantino como la pieza musical central de Jackie Brown

Si mal no recuerdo, esa pieza pertenece, en origen, a otra película (Across 110th Street).

Y, en principio, parece más apropiado volver a usarla en American Gangster que en una cinta como Jackie Brown (ambientada en Los Angeles).
 
Yo también opino que la peli es un coñazo y se me hizo bastante aburrida. Estéticamente si creo que luce muy bien y es el paradigma de lo que es el cine de Scott. Visualmente muy trabajada para contar la absoluta nada, pero resuelto de forma que parezca un nuevo hito de la historia del cine.
 
Si mal no recuerdo, esa pieza pertenece, en origen, a otra película (Across 110th Street).

Así es. Aunque dudo que Scott la recordase de allí.

No lo sé, la verdad... No he visto esa setentada, aunque tengo entendido que es bastante mítica allende los mares. Tiene además a dos estrellas como son Anthony Quinn y Yaphet Kotto; e incluso el actor afroamericano trabajó con él en Alien (en esa misma década, pocos años después) por lo que no me sorprendería nada que la conociese (ya por entonces) y sacara esa pieza musical directamente de ahí.

La fotografía del malogrado Harris Savides es, como siempre, soberbia.
Puede que sea la película más plana de Scott a nivel de realización. Con un aire multicámaras televisivo que la lastran totalmente a nivel de planificación y encuadres.

Puede parecer contradictorio... pero algo de coherencia hay en ello, en lo que respecta al retrato de un aparente ganador que, al final (en el fondo), no es más que un perdedor (metáfora de un país que acaba por ser humillado en Vietnam); y también porque la televisión es un hilo conductor de la trama (que afecta a los dos antagonistas).
 
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