Re: Carl Rinsch director de la precuela de ALIEN
Si la cosa sale bien, pues harán una película cojonuda. Vale, muy bien.
Pero sucede algo. La mayor parte de los mecanismos y engranajes de la tensión sostenida, la intriga, el misterio, el mal rollo y el terror cósmico absoluto de la primera mitad de ALIEN (o si queréis que seamos más exactos, de su primer tercio) se fundamentan, sin ir más lejos, en el desconocimiento total de los espectadores reflejado en los personajes. Unos no saben más que los otros, y viceversa, y todo ello torna la experiencia mucho más vívida y real.
Si de repente alguien decide contarnos qué sucedió en ese planeta, qué sucedió con esa misteriosa nave, qué demonios es su bizarro habitante-piloto y\o de dónde provienen los Aliens, aunque sea -insisto- mediante una película cojonuda... qué sucederá cada vez que revisitemos el ALIEN de Scott? Pues que habrá perdido magia y esencia. La película seguirá siendo exactamente igual de buena que siempre. No cambiará. Pero nosotros los espectadores habremos cambiado; ya no podremos volver a aproximarnos a su comienzo, a la superficie de ese misterioso planeta, con esa falta de información que una vez unos guionistas bastante eficientes decidieron que era esencial a la hora de hacer vivir a los espectadores el perfecto contacto con lo desconocido.
Siempre se puede defender la hipótesis de que con esta nueva supuesta película, el misterio del primer ALIEN puede ganar una mayor dimensión o nuevo punto de vista que lo amplifique. Pero tal y como está de plano el encefalograma del Hollywood de estos tiempos, pensar siquiera que puedan llegar a plantearse esta cuestión sería poco menos que equipararlos al nivel intelectual de los pensadores griegos.
Sucede lo mismo con un proyecto que alguna gente de Hollywood lleva bastantes años persiguiendo: una precuela de LA COSA (por supuesto, el Maestro no está en ese grupo) que cuente lo sucedido en el campamento de los noruegos. Pero hay alguien que desée saber con todo lujo de detalles qué sucedió allí? Pues yo no, oiga. Aunque con ello pudiera perder la oportunidad de poder contemplar el cuerpo originario de la criatura (cosa que me produce una enorme curiosidad, pero es sólo eso: curiosidad; morbo), preferiré siempre revivir la obra maestra de Carpenter con el mismo misterio, con la misma escasa dosis requerida de información, y hacer volar mi imaginación equiparándome al mismo nivel que los personajes.
PASO.