Pues se deja ver bien gracias a los efectos, el diseño de producción (perfectas las localizaciones y la atmósfera del planeta) y la curiosidad que no falta por saber qué cojones van a encontrar. En este sentido es como un videojuego de exploración más que de acción, y eso siempre me gusta, pero también tiene cierta amorfia cuando da la sensación de que arranca al quedar 45 minutos.
Me gusta el juego que se trae con los temas que trata, aunque en nada es brillante y se basa en acumular casos, y cosas como la esterilidad de la chica o el yo soy tu padre parecen ya algo forzadas. Aunque también es cierto que gracias a la también forzada máquina cirujana se consigue la única escena de tensión real de la película. Así que todo parece un Frankenstein con buenas intenciones pero que infecta la saga con un bicho del gazpacho, el de la inutilidad de esta película que, como decís algunos, habrá que recordar a partir de ahora cada vez que veamos las entregas realmente buenas.