Te cuento mi caso:
Hace mas o menos quince años empiezo a usar ordenadores. Pasa el tiempo y cada vez tengo mas asco a Windows 95. Me hablan de Linux, que no veas como mola, que no veas lo rápido que es, que no veas lo bien que quedas con los amigos cuando dices que lo usas.
Pues bien, lo instalo. Seis CD's de una Red Hat si no recuerdo mal. Todo problemas, yo no tenía ni idea de UNIX ni nada parecido. Vuelvo a Windows, es todo mas fácil.
Pasan los años y empiezo a trabajar en una empresa en la que aprendo mucho sobre diferentes sistemas, entre ellos UNIX. Vuelvo a probar Linux. No me cuesta nada la instalación, pero no reconoce la gráfica, no tengo sonido, no me funciona la red y, lo mas importante, no tengo software, nada, cero.
Hace unos meses vuelvo a probar Linux, esta vez Ubuntu. Me gustó mucho, pero seguía con problemas. Me tuve que leer varios manuales para instalar la gráfica, el WiFi no me funcionó nunca... En general, me encontraba con muchos problemas que no tenía ni en Windows ni en el Mac. Lo usé para navegar por Internet durante un par de semanas, quería darle una oportunidad, pero me di cuenta que no saco ningún beneficio.
Entonces, ¿para qué puedo querer Linux? El Mac me da las ventajas de Windows y de Linux. Es fácil de usar, tengo todo el software que necesito y mas, no tengo virus ni spyware ni nada, el sistema es estable y potente... ¿Qué me ofrece Linux que no tenga ya? Pues nada bueno, porque si me paso a Linux, pierdo todo el software que tengo ahora (lo siento, las "equivalencias" en Linux me parecen de broma) y gano en dificultad de uso.
Hace unos años no me importaría pegarme con el ordenador para hacerlo funcionar, pero ahora paso. Cuando llego a casa tengo poco tiempo y muchas cosas que hacer. Con el Mac gano tiempo, con Linux, lo pierdo, es así de simple.