Respuesta: Stanley Kubrick's Post
La Chaqueta Metálica, 1987, Stanley Kubrick
Segunda inmersión en el genero bélico del maestro, mucho más ambigua que su predecesora la magistral Senderos de Gloria, es evidente que pese de abominar de la disciplina militar le fascinaba y planeaba los rodajes como estrategias de guerrilla. Ya una declaración de intenciones desde la magistral secuencia de créditos con miradas aborregadas a cámara y cortes de pelo al uno, hablando sobre la perdida de identidad al formar parte de un grupo. El rey de la función es ese instructor chillón e hijo de perra interpretado por un divertido y aterrador Lee Emrey que se adueña de la pantalla solo con su presencia y el triangulo formado por él y los actores Donofrio y Modine. Atención a los travellings laterales impolutos en los que el instructor va asigando motes a los chavales, que no serán menos instrumentos que las M14 que portan. El guión vuelve a estar estructurado en tres unidades narrativas bien diferenciadas, La última parte habla sobre el fin del mundo ese escenario patas arriba y semi derruido parecido al de una pesadilla post-atómica diseñado por Anton Furst, donde se va a morir de una u otra forma.