Aquí otro llorica
Este verano, según cumplía 4 añitos, mi hijo mayor se convertía en un fan absoluto de la saga después de vernos las seis películas a lo grande en el proyector. Desde entonces su habitación se ha convertido en una exposición de peluches, muñecajos y naves de Lego y no hay noche que para dormirse no me tenga que meter con él en la cama a ver el libro de personajes de Star Wars, la baraja de cartas de Star Wars, el comic de las pelis de Star Wars y hasta el juego de rol que me compré cuando iba todavía al colegio. Joder, si hasta una noche ya no sabía qué enseñarle y le saqué aquella Cinemanía especial de cuando el estreno de la amenaza fantasma que tenía por ahí guardada
Además el chaval tiene criterio. Si le preguntas qué peli le gusta mas siempre te dice que “la de la nieve”
Así que en mi caso la emoción no es por ver una nueva entrega de la saga, sino porque la voy a ver CON ÉL. El viernes esperé pacientemente a que se despertara de la siesta para ver el tráiler los dos juntos, sentados en el suelo a dos palmos de la tele, con el crío en mi regazo abrazándole bien fuerte mientras la pantalla se volvía negra.
“¡Halaaaa! ¡Tiene tres espadaaas!”
Entre el puñetero Halcón Milenario y la carita de asombro de mi hijo ya era tontería intentar disimular la emoción
Claro, luego ponte a explicarle el concepto de teaser cuando te pregunta si podemos ir a verla mañana
Que largo se me va a hacer este año, coño…