Respuesta: Super 8, proyecto secreto de J.J Abrams
"
Super 8" (J.J. Abrams, 2011):
Producción de Steven Spielberg, escrita y dirigida por J.J. Abrams ("Lost"), ambientada en un pequeño pueblo de Ohio en 1979, en el que un pequeño grupo de jóvenes que está rodando un cortometraje presencia y filma un misterioso accidente de tren. A la mañana siguiente, el ejército ha tomado su pueblo y el lugar del accidente, como si en el lugar del mismo estuvieran buscando algo más que los restos del desastre. Inspirada visualmente en las vistas nocturnas de "Encuentros en la Tercera Fase" (1977), pero con un desarrollo que parece más bien extraído de "Los Goonies" (1985) e incluso "E.T." (1982), Abrams filma un film ameno, mejor planteado que resuelto, en el que parece asimilar dos grandes pasiones de multitud de cineastas de nuestros días: la realización de cortometrajes adolescentes y aquéllos films de los años 80 de la factoría Amblin, siempre protagonizados por jóvenes algo
freakies que viven aventuras
bigger-than-life, con buenas dosis de humor y efectos especiales de última generación.
Desde luego, a la vista no sólo del planteamiento inicial, sino de los elementos que desarrolla Abrams en el film, no sorprende que Spielberg figure como productor, pues el film es toda una oda a las formas y temáticas de éste, desde los frecuentes
travellings hacia los personajes que miran al vacío, los cielos llenos de estrellas, la ambientación barrios residenciales mundanos, figuras paternas distantes, tiernos amores adolescentes o incluso la narrativa desde el punto de vista de los jóvenes. El cineasta capta muy bien el ímpetu de los
teenager filmakers, e incluso pincela bien la historia de atracción entre los dos jóvenes protagonistas, pero es cuando intenta adoptar una personalidad ajena -por más que le resulte prácticamente propia por sentirse influenciado por la misma- cuando sale menos exitoso: a pesar de obtener una obra muy entretenida y simpática, de realización técnica mayoritariamente artesanal, la historia pierde interés cuando pierde el foco en los adolescentes y trata de darles otra dimensión con las respectivas historias de los padres, por lo que más le hubiera valido a Abrams haber obviado unas subtramas que no termina de desarrollar adecuadamente. Ello, unido a que la historia, una vez se desvela por completo el misterio, desemboca en el
corre-pilla habitual, son los mayores peros de un film que aunque recupera la esencia de un cine y una época muy especiales, no consigue alcanzar los niveles de excelencia de los dos o tres títulos de referencia del período, aunque sin duda se trata de un más que loable regreso al espíritu de los mismos.