Tarantino nunca ha mostrado una violencia jamás vista en una película mainstream. Desde la oreja cortada de "Reservoir dogs" hasta el esclavo devorado por los perros de "Django" lleva demostrando que no quiere perturbar en exceso al público.
Un tema tan escabroso y popular ni de coña le van a dejar control total y menos aún enseñar cómo se acuchilla cómo si no hubiera un mañana a famosas embarazadas. Si fuera Fincher evitaba mostrarlo,
Toda la violencia explícita en la filmo de Tarantino es puro pulp festivo