Vista ayer, no está demasiado mal, a pesar de tener varias tramas que van a su bola y un largo segmento dramático central que se hace algo pesado. Al menos la peli tiene las escenas de acción justitas (bordeando en la racanería teniendo en cuenta la duración y el presupuesto del conunto) para no saturar, aunque desgraciadamente la dirección y los actuaciones son tan mediocres que no hay emoción por ningún lado. Y eso que desde luego los guionistas se han emperrado en convertir esta entrega en la madre de las secuelas 'oscuras' que suele incluir toda saga.
En el plano de mis afectos personales, es especialmente penoso comprobar cómo se ha estropeado la otrora deliciosa Emma Stone, vícitma de un incipiente proceso de 'meganfoxinización': adelgazamiento como presunto remedio a la pérdida de las curvas y piel juveniles, y retoques en la cara (morros más gruesos y 'afilamiento' de rasgos) para ganar en 'sensualidad', aunque el efecto que consigue es el de convertir en irritantes los tics que Stone traia de antes, evidenciando que como actriz no ha avanzado un pimiento.
En conclusión, un entretenimiento pasable con algunos momentos de interés, que supera a la lamentable primera entrega e incluso a buena parte de la producción Marvel para el cine.
Un saludete.