Spielberg ya era autor total antes de que él mismo se considerase como tal, y precisamente cuando hizo un esfuerzo para ser reconocido es cuando comienza la parte más criticable de su carrera. Esos dramas chillados. Y ahora, ya en su ocaso, cuando no necesita chillar nada en sus dramas, es cuando mejor le salen (Munich, Puente de los Espías), aunque quizás también coinciden en que tocan un género que debió abordar mucho antes, el thriller.
Ojo que esto también le pasó a Woody Allen, el mejor Allen, como mínimo, tiene una parte cómica y su empeño en los dramas puros, aunque estimables, siempre han estado por debajo. Afortunadamente, el 90% de su filmo tira por lo que más sabe hacer.