The Big Friendly Giant / El gran gigante bonachón - Spielberg vuelve al cine infantil

Que luego no se diga que osar meterse con el Padrino del foro no puede provocar debates interesantísimos y auténticas joyas como los últimos comentarios.

Rimini, QUÉDATE FUERTE.
 
Todo el cine que consigue darle cuerpo cinematográfico a una idea es formalista. .

Me quedo con esta frase que resume lo que pienso exactamente cuando me refiero al cine como Arte. Estamos hablando de cosas similares pero es el palabro formalista (yo odio esta palabra casi tanto como audiovisual) lo que nos confunde. La esencia del cine entendido como arte reside en primer lugar en un folio en blanco... es decir en un concepto, una idea. Esa es la base del arte más allá de la belleza o la pericia técnica. No existe una obra de arte sin un sustento intelectual. Es más, la propia idea en general es la obra de arte, el resto sólo es un medio de expresarla, que a veces alcanza cotas de belleza inusitada, pero no tiene por que ser siempre así. Cualquier director que trasmita esa idea a través de los recursos cinematográficos conformando un todo, es evidentemente un formalista

En este caso por supuesto que que el cine de Rivette o el de Kiarostami es de ese modo... Todo lo que ocurre en la pantalla de Kiarostami en El sabor de las cereza por ejemplo, es tiempo y espacio dominado por la mano de su director; lo que permite gracias a los planos expresar lo que Kiarostami nos sugiere en uno de los finales más emocionantes y conmovedores que he visto nunca. Pero ese plano es inentendible sin su contexto o tomado en singular, no trasmite nada, no es algo especialmente cautivador ni estrictamente bello.
 
Sí, creo que estamos diciendo lo mismo. Las ideas son fundamentales en el cine y para que exista forma tiene que existir idea (no necesariamente un guión), esta mezclada con la materia (el mundo, lo real, que es a fin de cuentas de lo que se vale el cineasta) dará lugar a la forma. En esta mezcla es donde se encuentra lo propiamente cinematográfico.

Y a veces nos encontramos desproporciones, claro que sí. Por un lado existe un cine desprovisto de ideas, hueco, manierista, impostado, y por el otro un cine con buenas intenciones, con buenas ideas, pero totalmente nefasto en su traslación y que termina convirtiéndose en rancio y reaccionario por el camino (ese cine falsamente político que todos conocemos). En el fantástico documental de Pedro Costa sobre Straub-Huillet, Où gît votre sourire enfoui?, es el propio Straub el que declama esto de manera rotunda y clara. La metáfora con la escultura me parece perfecta. La idea sola no basta, el escultor deberá trabajar el mármol bruto y darle cuerpo para que tenga forma y se produzca el milagro. Lo mismo ocurre con el cine. El fragmento en concreto es este.

 
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Los nombres de gente que dan GROUCHO y Rimini no los entiendo y ni sé quienes son. Como los textos de Sorel.
 
No puntúa alto en el canon judaico, pero está bien.

Tiene el defecto, por un lado, de que han dejado tan hasta los huesos el argumento de Dahl que se nota dónde han metido paja para hacerla "película" (el deporte gigante, el regreso al orfanato, la caza del sueño) para luego meter la directa en un tramo final que va a trompicones... y luego Spi tiene problemas casando esos tonos de cuento, magia tan in-your-face a niveles casi de abstracción, aventuras amblimescas "ahora toca algo de acción", el giro casi de farsa en palacio, el final no muy bien justificado (ese plan malvado de los gigantes medio en off, ¿cómo lo cortas hombre?) que es un pim-pam-pum disimulado con plano secuencia... Me gusta mucho ahí, eso sí, lo del niño anterior a lo Rebecca (ya me temía flashback, tras detalles inspirados como que la casaca roja o el retrato de Victoria) con algún comentario siniestro de boca del maloso.

Dicho todo eso, la peli no saca los pies del tiesto y se mantiene ligerita incluso en algún momento melancólico bien metido; el BFG es terriblemente entrañable, y todo es tan deliberadamente carca (para un blockbuster del 2016), tan empeñado en no pedir disculpas, que la he visto con mucho agrado (y posiblemente la olvide con el mismo).

Visualmente quizá hubiese funcionado mejor entera en animación a lo TINTIN, se nota bastante que Spielberg está mucho más cómodo sobrevolando ese entorno digital que en el mundo de los humanos. Lo de los FX ya es más desconcertante: cuando vemos a los gigantes correteando por ahí hay una falta de física imperdonable, o esa niña insertada en la mano (el cine sigue sin lograr ese truco, más que nada por insistir en mover la cámara en esos momentos); sin embargo todo lo que son primeros planos del BFG o del malo son acojonantes, comiéndote enteritos al actor digital y su interpretación (¡¡¡atención al final!!!).
 
Sobre lo que os estoy leyendo, a mí no me molesta la introducción rápida de la niña o que no la conozcamos: creo que con un par de apuntes (orfanato, lo de ir detrás de la directora corrigiendo cosas, la conversación con los borrachos -interpretados por los gigantes sin mocap, en un paralelismo obvio pero simpático-) ya te la calan bien.

Por cierto: es intencionadamente repipi; esto te lo ponen ya en el diálogo.

Ahorraos eso sí si podéis verla en español: el doblaje que le han metido a la cría es temible. Por momentos es que hasta la oyes leyendo.
 
los gigantes humanos en el mundo real, a lo Peter Pan... o OZ.

es bonito tambien el detalle de visualizar los sueños en sombras (y volvemos a HOOK)

es verdad, el oir lo del secuestro de niños yo crei que me habia dormido algun cacho
 
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