Es curioso que teniendo actores más conocidos que están bastante bien (aunque Lithgow a veces tira a la caricatura y me cuesta ver a Matt de macho alfa emasculado), los que más destacan son Vanessa Kirby y sobre todo Alex Jennings como Windsor. Moviéndose entre el crápula encantador disfrazado de hombre íntegro y melancólico, o quizá al revés; cada aparición suya sube el nivel del episodio.
Sobre los comentarios negativos que he leído, más allá de "es aburridaaaaaa" (es verdad que a veces le falta estructura; mejora cuando retratan momentos puntuales, como lo del smog), me sorprende ver algunos sobre que no es crítica con la monarquía. No ya porque no por narices tenga que ser acusadora porque trate del tema (no sé si Peter Morgan es monárquico; yo ciertamente no lo soy), sino porque creo que es más interesante criticar la institución, la configuración de poder en torno a sus puestos, que criticar solo a las personas que los ocupan. No solo porque es un enfoque más completo: también porque crea drama con más chicha.
Quizá el mayor pero, es que la serie llega a tener en la mano momentos muy buenos que podrían haber sido brillantes, de no haber tenido miedo a pararse un poco más en ellos o a afilar un poco su estilo. Cuando se acerca a ello, como lo de la Reina regañando al gobierno, el cara a cara con la hermana, los despertares con el smog, Windsor "retransmitiendo" la boda o lo del pintor -muy bien "Stannis"- con Churchill (que yo hubiese extremado, episodio botella hasta la presentación en sociedad del cuadro).