Upperseven dijo:
"Spy Game" es un thriller bastante competente, agradable si se entra en la trama, solo estropeado por esos flashbacks en los que pretenden hacer colar a Redford de jovencillo...En cuanto a "The Last Boy Scoutt" un guión divertidísimo con probablemente la sarta de diálogos más impagables de la década de los 90, servido con eficacia por el hermanísimo...Para mi más que suficiente para defender ambos, de las posteriores "El Fuego de la Venganza" me parece un películón, por su incorrección política y su desmelene visual (el trabajo fotográfico que tiene es de antología), en clave menor "Domino" tambien me interesa, al ser una prolongación más desmelenada pero tambien menos compacta de la anterior
Ahí le has dado Upper
Spy Game ofrece una entretenidísima trama de despachos muy elegante y perfectamente ejecutada, aunque en mi caso los flashbacks no me parecen nada negativo y de hecho pienso que le dan más vidilla a la peli, primero por su cambio de ritmo para los que se aburrirían con una "Smoking Room" y segundo porque es innegable que aporta mucho a la trama enriqueciendo el perfil de los protagonistas.
El Último Boy Scoutt tiene a un impagable Bruce Willis haciendo de cabronazo fracasado con unos diálogos macarras que son puro deleite de diversión y equiparables a los de El Sargento de Hierro. Tony Scott no es que destaque especialmente en esta ni falta que hace, ya que simplemente hace bien su trabajo y el lucimiento se lo llevan Willis y el guión.
Y llegamos a Man On Fire, a El Fuego de la Venganza. Creo que es el mejor trabajo de Tony Scott y el punto de inflexión de su carrera.
¿Cómo es posible que un cutregorrillas, fumapuros y hermano en la sombra pueda hacer la película en la que demuestra todo su talento con 60 años con un golpe en la mesa? Y es que Man On Fire es una peli de autor por mucho que el gorrillas parezca que siempre hace buenos thrillers simplemente con el piloto automático.
En ella demuestra un talento bárbaro en lo visual ajustándose a lo que pasa en pantalla y haciendo que los momentos de desesperación y violencia traspasen la pantalla con un montaje ecléptico y visceral, con colores muy saturados y muchísimo contraste. Pero eso no es suficiente para hacer una película grande.
El argumento está bastante manido, pero el ambiente exótico, turbio y sucio en el que se mueve la película le da una nueva dimensión. Y qué decir de Denzel Washington y Dakota Fanning que se comen la pantalla cada vez que aparecen en ella y crean una relación que hace que el personaje de Denzel, Creasy, no sea un vigilante cualquiera y que el personaje de Dakota, Lupita, no sea una niña secuestrada cualquiera. Christopher Walken no tiene un papel relevante, pero hay que mencionarle porque es un crack.
Y llegamos a la parte en la que Tony, el gorrillas, demuestra toda su fuerza retratando genialmente lo perdido que está Creasy y su posterior explosión de furia y violencia, con un realismo y crudeza que son un golpe en el estómago visual y de ritmo. Además le ayuda a la perfección su partner habitual en la música Harry Gregson Williams que siempre cumple sobrado.
Así que Man On Fire no sólo es una peli con una buena historia, buenos actores y buena producción. Es una peli de estilo, de garra y de talento. Es la peli con la que Tony Scott se reivindica a sí mismo haciendo algo que le diferencia de los demás. Ni siquiera es una película para todo los públicos, y por eso Man On Fire es tan grande.
A sus pies Mr. Scott.