Los populares ponen presión en la votación sobre los toros
El PP recurre al Consell de Garanties e impide regular los "correbous"
FELIP VIVANCO - Barcelona - 23/07/2010
El voto final sobre la prohibición de las corridas no será secreto como sí lo fue inicialmente
La decisión final del Parlament de abolir o indultar las corridas de toros en Catalunya se presenta cada vez más emocionante a medida que se acerca. La votación, que tendrá lugar el miércoles que viene en el último pleno antes de vacaciones, podría estar mucho más ajustada de lo que se esperaba tras la aparición en escena de unos pocos pero jugosos movimientos tácticos. Ayer se confirmó no sólo que el voto será público (no fue así cuando se aprobó su trámite), sino que, finalmente se dirimirá el futuro de las corridas, pero no así la protección de los correbous: se aplaza la regularización de los tradicionales espectáculos taurinos sin la muerte del animal y arraigados en las Terres de l'Ebre. El grupo parlamentario del PP solicitó ayer un dictamen al Consell de Garanties Estatutàries para aclarar si la proposición de ley que se iba a votar excluye a aquellas poblaciones que en la actualidadno celebran correbous pero sí lo hicieron en el pasado o a aquellas localidades que nunca han organizado estos festejos pero podrían hacerlo en un futuro. La propuesta actual sólo habla de mantener los correbous en aquellos "municipios con tradición" o en "fechas de celebración tradicional". La consulta del PP, que se opone en bloque a la prohibición de las corridas de toros, supone un importante cambio táctico a la hora de votar la iniciativa legislativa popular que presentó 180.000 firmas para desterrar este espectáculo de Catalunya. Dado que tanto el PSC como CiU dan libertad de voto a sus diputados, había algunos que estaban dispuestos a ratificar la abolición de las corridas, por mucha raigambre que tengan en Catalunya, si eso suponía blindar y proteger los correbous. Ahora, algunos diputados que confiaban en que iban a votar el paquete negociado de medidas tendrán que decidir primero el futuro de las corridas de toros sin tener la garantía de que la aritmética vaya a ser la misma cuando se regulen los correbous, que tras la maniobra del PP todo indica que yanopodrá ser, si acaso, hasta la próxima legislatura. Decidir el futuro de ambos festejos por separado ahorrará al Parlament tener que oír las voces críticas desde el resto de España que juzgan incoherente abolir, el mismo día, una clase de festejo y conservar el otro. La acción del PP, sea como sea, tensa la votación del miércoles, al igual que lo hace que la decisión final no sea secreta. Cuando la iniciativa pasó su primer trámite, los abolicionistas ganaron por 67 votos a 59 de los que defendían la pervivencia de las corridas de toros. Entre los primeros se hallan buena parte de los parlamentarios de CiU, los deERC y los de ICV-EUIA, mientras que en los segundos está el grueso de los diputados del PSC, el PP y también Ciutadans. La decisión final recaerá en los nueve votos restantes hasta los 135: los cinco diputados que se abstuvieron y los cuatro que no ejercieron su derecho podría dan esperanzas (o la mayoría) a los que preferirían que el toreo no desapareciese de Catalunya.