True detective

Klopek...

Algo de orgullo sí es verdad que puede haber junto al tema diamantes. Frank lleva traje toda la serie y todo el rato se abrocha y desabrocha la chaqueta según se sienta o se levanta. Desde el principio de la serie, Pizzolatto adelanta el presagio de que el traje es clave para la vida de Frank. Es una idea muy buena de guión.

Recordemos que Bezzerides le salva la vida a Velcoro en la estación al disparar. La tía está dispuesta a todo. Al final coge el barco porque ya no puede hacer otra cosa. Aún confía en que Velcoro llegue a ella. Y lo de las pruebas, pues las cede porque sabe que es mujer muerta si regresa de su retiro y aparece públicamente. El poder está podrido y no puede exponerse a ser cazada. En cuanto a la mujer de Frank, bastante hace con no desmoronarse. Son féminas fuertes. Y sí, ellos salvan a sus mujeres. Pero eso no impide que ellas, a su modo, también tengan la virtud de saber seguir adelante y aceptar la tragedia sin desfallecer. El bebé será criado en un matriarcado. De nuevo, la ausencia paterna. Lo mismo con el bebé de Woodrugh. Mujeres que salen adelante solas. Y la maldición de la paternidad no disfrutada.
 
Y ese Jesus Gil de la vida convertido en alcalde de Vinci??? Que grande.
¿Quién lo iba a decir? La primera aparición del personaje en la mansión decadente del Alcalde es prácticamente risible. El payasete escalando a la alcaldía de la ciudad del vicio. Todo podridísimo y corrupto. Es absurdo. Es brillante.
 
Es una buena finale, pero me gustó más el penúltimo. Es una temporada de puro género, el único problema que le veo es que los tópicos del noir están desarrollados cual sota, caballo, rey y no les da la vuelta en algo que pueda considerarse propio (como sí hacía la primera), por ejemplo en esta finale todo se ve venir de lejos, quién vivirá, quién morirá, etc. La trama, una vez vista entera, ha resultado ser poderosa pero tengo la sensación de que no está del todo bien dosificada a lo largo de los capítulos. Otra pequeña pega que me ha chirriado, sobre todo, en el inicio de la finale, son las frases al aire de Bezzerides y Velcoro, un poco a la Nolan, que en la primera con McCona funcionaban mucho mejor por su condición de cuasi-filósofo.

Ahora bien, los 80 y pico minutos tienen un ritmazo, sabiendo en todo momento a dónde van los personajes, lleva la negrura hasta sus últimas condiciones, sigue estando maravillosamente interpretada (sobre todo, Vaughn), tiene momentazos de camaradería romántica old-school, magnífico aprovechamiento de localizaciones (recuerdo una transición cojonuda de desierto a bosque) y el personaje de Frank
en su final, me ha recordado a Carlito's Way, con tantos enemigos que el que menos te esperas es el que te la juega

PD: Seré yo, pero uno de los clímax me ha recordado bastante al "High Sierra" de John Huston (edito: de Raoul Walsh).
Guión de Huston
Sí, tuve un lapsus. Dirección de Walsh y guión de Huston. Me vino esa peli a la cabeza en lo de Velcoro.

Comprendo las pegas que expones y puedo estar de acuerdo en parte. La trama no es impecable (como tampoco lo fue, en mi opinión, la de la primera temporada). Creo que tiene sus agujerillos y sus cosillas forzadas y algún cabo suelto. Tampoco es algo extraño en un género que tiende al embrollo y que muchas veces apuesta más por la atmósfera y los personajes que por una trama que a menudo es casi macguffinesca. Pese a ello, creo que el guión de Pizzolatto es en general brillante más que nada por el dibujo de personajes, por la belleza (literaria) de muchos diálogos, por creación de ambientes y pseudo tiempos muertos (esos momentos congelados maravillosos con canciones de bajona) y por no cortarse un pelo en reciclar sin complejos la sensibilidad del noir puro, alimentándose muchísimo de Mann en esa camaradería masculina que citas, en el romanticismo condenado, en la profesionalidad y el orgullo de ir con la frente alta por muy jodido que estés, por no dar el brazo a torcer hasta la muerte... O ese olor nauseabundo a Ellroy en la brutalidad policial, en el sexo, en la corrupción de los mandos, en la cantidad de nombres, en el perfil de hombres malos-per-no-tanto de sus protas, en la administración de la fuerza bruta a hostiazo limpio, en la decadencia de magnates y políticos... A mí me gana completamente la fe de Pizzolatto en lo que hace porque me da la sensación de que el tío es un apasionado del género. Y bueno, que tenga tantos haters locos... pues también me pone berraco, la verdad.

Entusiasmadísimo con una posible tercera temporada que SEGURO que los odiadores profesionales también verán.
 
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Noel Ceballos habla en GQ Spain de Pizzolatto en términos de "vendedor de humo autoconvencido de su gloria" y otras lindezas. También cita el "Holmes & Watson: Madrid Days" de Garci para hacer no sé qué paralelismo. Paso de linkar el artículo (boutades las justas).

En fin, lo esperado. Ninguna sorpresa. De lo que sigo flipando es de la facilidad con la que se descalifica a alguien en plan muñeco de pim-pam-pum. No sé... ¿les habrá robado la novia? ¿Les deberá dinero? Esto no es ni medio normal...

¿Qué hubiera pasado si Vigalondo fuera un enamorado de la serie? Cuánto daño hacen los gurús de opinión... Ahí lo dejo.

PD: En el caso de que el Focoforo siguiera abierto, allí encontraríamos el mayor número de haters de esta temporada por metro cuadrado. De toda la galaxia y más allá. Y si no, desmiéntemelo right now!
 
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La verdad es que, en general, la temporada te gana por sus momentos de visceralidad y, efectivamente, por la pasión de género que se ve en Pizzolato.

Lo de vender humo, etc, es lo de siempre, dice mucho más de quién lo dice y sus complejos que sobre el objeto de esas calumnias.
 
Miguel Juan Payán, el de la revista Acción, dice en su blog que los últimos capítulos han sido "un gatillazo". Tócate las narices. El que no corre, vuela. Se critica hasta lo imposible.

El tiro al muñeco pizzolattiano como deporte favorito de muchos. Y es que repito: se descalifica con una facilidad pasmosa. En el caso de Payán, sencillamente critica porque la serie no finaliza como a ÉL le hubiera gustado. Y dice que es que esos capítulos son visualmente "planos"... encima. WTF?

También se critica lo de Bezzerides, como si esperaran de ella una action woman omnipotente y omnipresente en plan SuperNikita. Cuando, joder, Pizzolatto la define como una mujer que lleva cuchillos porque la diferencia física entre macho y hembra la lleva a portar armamento extra (y lo verbaliza en un diálogo en el coche). A fin de cuentas, la tradición noir y del western indica que es el hombre quien asume la responsabilidad de acometer el ataque final, proteger a la fémina y jugarse el cuello. ¿Esto también molesta?

Y lo de los hijos... toda la serie gira en torno a eso. Familia y descendencia.

Lo que decías, Ropit, de la verbalización nolaniana en Velcoro-Bezzerides, a mí me parece una confesión de cama casi a nivel expiatorio. Dos almas dañadas que se encuentran, intiman y se desahogan en confianza. Dos seres solitarios que no tienen a nadie para contar sus cosas. Tras la catarsis del sexo y antes del boom final, era el momento de sincerarse y soltar lastre. Creo.
 
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Lo de vender humo, etc, es lo de siempre, dice mucho más de quién lo dice y sus complejos que sobre el objeto de esas calumnias.


alguien ha matao a alguieeeeeen... alguien es un asesinooooo y no lo quiere decir...

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Aquí otro muy contento con esta temporada. Quizás un poco inferior a la primera, pero fantástica. Un noir urbano excelentemente escrito, muy literario (en el mejor sentido: explota muchísimo los diálogos y se toma todo el tiempo del mundo) con una atmósfera de opresión aplastante. Vista prácticamente seguida en cuatro días la trama me parece bastante bien hilada, así como la dosificación de información. Es densa, sí, y carne de revisionados, pero no veo dónde está el problema.

Lo que intuyo en las reacciones negativas (de las cuales vamos a presuponer que son honestas) es una tendencia clara. No entendí tanto exaltamiento con la primera (que me pareció fantástica, ojo) y una de las cosas que podían pasar esta vez era que la misma necesidad que se tiene en estos días de encumbrar lo primero que vemos como si fuera una nueva revolución rebotase y le tocase el turno a otro afortunado, dejando a Pizzolatto como impostor y falsario. Cuando este hombre creo que ha demostrado de sobras que ama el género, lo conoce bien y se lo toma en serio, para bien o para mal. Me resulta bastante extraño todo el "backlash" cuando realmente yo no veo tantas diferencias con la primera. Me parece que los puntos fuertes están en las dos y los (pequeños) defectos también. No estaría mal un poco más de perspectiva con estas cosas.
 
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Aquí otro muy contento con esta temporada. Quizás un poco inferior a la primera, pero fantástica. Un noir urbano excelentemente escrito, muy literario (en el mejor sentido: explota muchísimo los diálogos y se toma todo el tiempo del mundo) con una atmósfera de opresión aplastante. Vista prácticamente seguida en cuatro días la trama me parece bastante bien hilada, así como la dosificación de información. Es densa, sí, y carne de revisionados. Pero no veo donde está el problema.

Lo que intuyo en las reacciones negativas (de las cuales vamos a presuponer que son honestas) es una tendencia clara. No entendí tanto exaltamiento con la primera (que me pareció fantástica, ojo) y una de las cosas que podían pasar esta vez era que la misma necesidad que se tiene en estos días de encumbrar lo primero que vemos como si fuera una nueva revolución rebotase y le tocase el turno a otro afortunado, dejando a Pizzolatto como impostor y falsario. Cuando este hombre creo que ha demostrado de sobras que ama el género, lo conoce bien y se lo toma en serio, para bien o para mal. Me resulta bastante extraño todo el "backlash" cuando realmente yo no veo tantas diferencias con la primera. Me parece que los puntos fuertes están en las dos y los (pequeños) defectos también. No estaría mal un poco más de perspectiva con estas cosas.
Sí, es posible que se haya producido ese efecto rebote que comentas. A mí lo que me parece grave es que gente que HACE o gente de la crítica, cuyas reflexiones en teoría tendrían que ser más ponderadas o respetuosas (por conocer el medio), hayan tomado las antorchas en lo que ha sido una psicosis colectiva como yo hacía tiempo que no veía.

Espero que a la HBO se la sude el haterismo y dé luz a una tercera temporada. Y si no, que Pizzolatto vuelva a escribir novelas y que se joda el cuñadismo audiovisual. :)
 
Max, estás muy a la que salta con las críticas a esta temporada, ¿eh?
 
Max, estás muy a la que salta con las críticas a esta temporada, ¿eh?
Tienes razón y la verdad es que me estoy pasando en mi cruzada antihaters. :D

Lo que sucede es que me han llamado mucho la atención las reacciones críticas, para mí totalmente desmedidas, carentes de rigor y que han bordeado incluso el insulto.

Todo eso, y que me apetece defender a Pizzolatto, el nuevo demonio con cuernos y rabo del cuñadismo. Ni que fuera Mourinho! :P
 
La culpa la tiene Pizzolatto por hacer algo tan bueno en la primera, si le dieron caña hasta a la maravillosa quinta temporada de The Wire por comparación con las otras o incluso alguna temporada de Mad Men, siempre pasa lo mismo, no hace falta recordar como se recibió en su día a Jackie Brown.
 
A mi tambien me ha maravillado ese clímax de 80 y pico minutos, con una sobrecogedora lectura de la fatalidad masculina, asociada sobre todo a un destino forjado por ellos mismos;
tanto Frank como Velcoro rechazan la ayuda femenina, y eso les condena, junto con sus elecciones: la lujuria de Frank, al pedir el coche; la paternidad de Velcoro, al acudir al colegio de su hijo. Una escena inolvidable, por cierto, solo el detalle del chaval llevando la insignia de su padre es el gesto de amor mas revelador que jamás tendrá y paradojicamente, padre e hijo nunca estuvieron tan juntos como en ese intercambio de saludos militares, a través de la verja ( qué diferencia con la secuencia viendo Friends! El afecto mas allá de las distancias )

mencionáis Peckinpah, Casino... yo también vi resonancias de Mann en el momento en el que Velcoro toma la salida atormentado por el deseo de despedirse; es similar al de De Niro yendo a por la venganza en Heat. Y ambos usan de manera idéntica la metáfora visual - semántica : destino ( carretera ) , decisión ( salida ) , con los personajes conduciendo su coche-vida.

El matriarcado como opción solitaria, fuerte, autodeterminante y doliente, pero no pasiva. Grandes tanto Kelly como McAdams.

Y toda la secuencia de la lucha de Frank , acompañado por sus fantasmas, es genial.

La coda final del destino de Vinci es igualmente devastadora; queda por los suelos a Velcoro, el auténtico héroe que no se puede confesar a su hijo, y como ejemplo a seguir a Woodrow, que usaba a su nueva familia como mentira.



yo entiendo todas las críticas desde una expectativa equivocada; seguramente nos ha venido mucho mejor a los fans de la serie negra pura novelesca el entender el gusto de Pizzolatto en esta temporada por los tiempos muertos, los diálogos reposados, etc. en detrimento de un virtuosismo formal y una narrativa mas juguetona como tenía la primera temporada, que es por donde los haters basaran sus críticas. Aunque francamente, me importa un pimiento lo que diga Vigalondo en 140 caracteres...


y todo esto asumiendo que tiene errores: la trama es muy embarullada, abusa demasiado de los planos aéreos ( casi todos idénticos ), el homenaje a Lynch era un pegote, etc.


Vamos a ver qué tal le va ahora a Nic, me da que la HBO no le dará tanta libertad como en esta temporada, porque la acogida no ha sido buena

y qué gran noticia ver que Salamandra noir editará su colección de relatos! :palmas
 
De acuerdo contigo, Nogales. A mí también me ha dado la sensación de que es una temporada dirigida sobre todo a los amantes del noir novelesco (con todo lo que ello implica). Veo más aquí al Pizzolatto ESCRITOR DE GÉNERO que en la primera temporada, que se apoyaba mucho en el magnetismo de un actor/personaje, en el hype de los detalles pseudosobrenaturales y en el talento visual de Fukunaga (que es mejor director que cualquiera de los contratados en la segunda).

Bien visto lo del desvío de carretera como referencia a Mann.
 
Para mí Vaughn está portentoso sobre todo en los dos capítulos finales. Aparte de que está creíble, Pizzolatto le da algunas líneas de diálogo para ponerlas en letras de oro.

Tengo ganas de que Groucho la vea. No sólo porque iré a por él si se decanta del lado del haterismo, jajaja, sino porque quiero saber qué le parece Farrell (que no es santo de su devoción). Grouchoooooo!

A mí Farrell me parece que está espectacular, y su papel requería de una interpretación nada fácil. Ténganse en cuenta esos primeros planos que le ponen para que exprese emociones extremas.

Y cómo lo customizan de antihéroe de western crepuscular tanto en la estación con ese sombrero de cowboy como en su clímax en esa high sierra.

PD: Farrell, otro de los hateados por tradición. Pero él ERA el mejor Sonny posible de Miami Vice.
 
Ah, y sobre Frank...

Sospecho que posiblemente los que le dan el coche son los que les dan el soplo a los mexicanos para que vayan a por él. De no ser así, no sé cómo los mexicanos localizan a Frank y le hacen la encerrona en plena carretera.
 
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