¿Cómo va España?
Me perturba. Me ofende. El nacionalismo rancio, de pandereta, intelectualmente nefasto y sin justificación alguna. Es lo que veo entre algunos seguidores de medios de otras épocas, falsos aduladores de la palabra “libertad” como camuflaje de sus verdaderas aspiraciones dentro de la dictadura del mercado.
Sí, en un Tweet veo que por culpa de Irene Villa que exculpa los ejemplos de humor negro que se hacen a su costa, España va así. ¿Así como? Pues así. No se, así irá para ellos España, un país donde dejan a los gays casarse, donde las mujeres pueden abortar y donde los comunistas ganan elecciones en grandes ciudades. Una España que no les gusta, pues España debe ser como siempre ha sido. Amante de los toros, temerosa de Dios, agradecida a Don Francisco Franco y refugio moral de Occidente. Como ha sido en buena parte del Siglo XX al menos.
Quizás esté dando muchas cosas por supuestas, o en realidad solamente estoy dejando claro a cierta gentuza que no tiene ni puta idea de lo que habla y, cuando se queda sin argumentos, o alguien rebate con humanidad su catetismo extremo, salta la coletilla del “así va España”.
Dentro de lo que cabe, aunque cada vez vaya peor gracias a leyes mordazas y a una corrupción indescriptible anclada en nuestro acerbo cultural, esa España que para ellos está en el ocaso es bastante mejor que su España limpia y luminosa. Porque así va España, avanzando poco a poco alejándose de esa luz cegadora de hombrecitos bajitos con bigote, mala leche y al que todavía algunos recuerdan con añoranza. Sí, esa gente que se autodenomina como “españoles”. Pero españoles de verdad, no como esos rojos que votan al coletas. Para española, Esperanza Aguirre.
Y es que así va España, al abismo, porque los curas ya no mandan como antes, y dentro de la opción lógica de voto, la derecha, no hay ningún salvador para nuestra patria más allá que la huidiza lideresa. Porque así va España, porque todavía no la han vuelto a convertir en el cortijo que hace que esta triste España vuelva a estar limpia, brille y de esplendor.
Esta mierda de España, donde una víctima del terrorismo se sobrepone a sus limitaciones y saca fuerza de cualquier poro de su piel para en vez de ser víctima convertirse en un ejemplo, una persona que en vez de ir a manifestaciones de brazos en alto para exigir que España se pase por el forro los tratados internacionales de justicia y derechos humanos porque un buen español debe compartir su rencor, se forma y con la cabeza en alto escribe y asume con naturalidad y dignidad sus heridas como parte de su ser. Esta mierda de España donde una persona que sufrió una terrible injusticia, afronta el futuro con una sonrisa y no pide que la política actual gire en torno a lo que a ella le pasó hace veinte años.
España va así, por culpa de gente como ¡Irene Villa! Y Zapatero, no nos olvidemos de Zapatero.