Unidas Charemos

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A ver si Twitter hace su magia y como ocurrió con Patricia Castro, le hunden el negocio. Por hija de puta.
 
Se puso a rajar de su trabajo, su jefe, sus clientes... en twitter. Sacaron su nombre completo y donde trabajaba, y se inundó la cuenta de twitter de la empresa de capturas y comentarios sobre lo que decía. Llegó a ponerle candado a su cuenta y borró sus vídeos de youtube. Aunque acabo de mirarlo y vuelve a estar activa, pero que le peguen algún susto a esta gente es imperativo.
 
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