En la política siempre ha funcionado el reduccionismo hasta el absurdo en los mensajes de los líderes. Ayuda a catalogarlos, y a tener una visión global del mismo antes de meter el voto en la urna. Bien se sabe gracias a la experiencia recogida de los últimos veinte años de Marketing político. George W. Bush ganó unas elecciones sin decir nada. Y renovó su poder.
El programa es un folleto de buzón que tal y como lo coges lo tiras a la papelera. Cantos de sirena, automasturbación, interminables textos hipócritas obra de los candidatos... en fin.
Osea, al final nos quedamos con las cuatro ideas que podemos sacar de un político, aunque normalmente sus equipos ya hacen la tarea de esquematizarlo y metérnoslo en el cerebro de la forma más fácil posible.
El discurso de Pablo Iglesias:
Casta.
Puertas giratorias.
Que no echen a la gente de sus casas.
Gas Natural, te vas a giñar.
El discurso de Rajoy.
Estabilidad.
Mejora económica (sic).
Empleo.
Constitución.
El discurso de Pedro Sánchez.
Lo que esté de moda.
No sabe / no contesta / no se quien soy.
Todo se articula sobre unos mantras que te taladran en la cabeza. El caso es que Pablo Iglesias ha empezado demasiado pronto su lucha por el poder, y desde que es dirigente de Podemos repite, repite y repite el mismo discurso y los cambios de acuerdo a las nuevas características y a los nuevos contextos a los que se enfrenta el país, son mínimos. A lo mejor hace alguna aclaración dentro de la Agenda Setting para que se vea que está al tanto de la actualidad, pero poca cosa.
Rajoy mientras tanto reza para que el viento le sea favorable. Es tan aburrido que hasta lo que pueda ser polémico y turbador en su presidencia se la suda. Es la antítesis del carisma. Tampoco lo tiene Pedro Sánchez y si tiene algo se descompensa por ser impostado.
En fin, que el definirse sobre unas ideas básicas que la gente sea capaz de retener está bien. Pero ya cuando tienes encima las elecciones. Si no aportas nada nuevo, si no aprovechas el espacio cada vez menor que te sacas por la tele... te conviertes en casta.