Tras 24h en Portugal, algunas notas y percepciones:
- Mascarilla obligatoria en interiores. En exteriores no es obligatoria, aunque más o menos la mitad de la gente la llevan, sobre todo los extranjeros a excepción de los más jóvenes, que es raro ver a uno cubierto.
- Cuando te cruzas con alguien en una acera y es de mediana edad, se la pone para el momento del cruce.
- Curioso sistema en el desayuno del hotel: en vez de auto servicio, se va de uno en uno y te lo sirven. En otro hotel de la misma cadena en Jerez, es ya preestablecido y no eliges nada.
- En la piscina del ático escrupuloso control de aforo y hamacas con cartel de desinfección.
- En los tranvías de Lisboa, 2/3 de capacidad según rezan los carteles, pero aún así vas bastante apretado y con gente pegada a tí.
- Poco turismo, se nota bastante el bajón. De lo que más se ve, franceses.
- Restaurantes en general con buen control y limpieza, algunos indican con un cartelito que tu mesa ha sido desinfectada y otros directamente lo hacen delante de ti cuanto te sientas.
- Poca gente mayor por la calle, y los pocos que se ven, sudan tres cojones de todo.