Pero es un capítulo que se presta mucho al "Lo que Quique no hizo".... la soseria con la que está en el velatorio ya serviría.
Yo es que, desde el capítulo dedicado a Quique... donde él casi no sale, y el protagonista es el padre
ya lo doy por sabido y por reiterativo: Quique no hace NADA.
Y ya llegó el final...
El final del verano. Uf, este sí que lo recordaba muy claramente, la separación del grupo es casi tan dolorosa como los acontecimientos del capítulo anterior.
Toda una declaración (visual) de intenciones: Julia, sola, en el chiringuito de la playa, ya vacío. Las sillas están recogidas encima de las mesas, allí ya no esperan a nadie. El verano se acabó, como dice la canción. Mientras Julia pasea por la playa, vemos a la gente recogiendo los patinetes de playa y desmontando las sombrillas de paja, tampoco son necesarias ya, hasta el verano que viene. Todo el episodio está empapado del sentimiento de pérdida, casi trágica, de nostalgia por algo que apenas sí se ha terminado de vivir.
Julia se encuentra con Pancho, que le dice que la pandilla prepara su última reunión con la intención de hacer "algo especial" el último día de su estancia en Nerja, pero Pancho no piensa ir, porque no le gustan las despedidas. Incluso Julia se tendrá que marchar en breve, aunque anima a Pancho con la idea de que antes de que se dé cuenta, todos estarán allí otra vez, el siguiente verano.
Solo que eso no es así. Al fin y al cabo, son niños, y a 1 año vista, las vacaciones dependen de muchísimas variables: del futuro, del trabajo, de lo que está por venir, de la decisión de sus padres... como comenta la propia Desi, para consternación de todos, ella ya sabe que no volverá, su madre y su tía ya tienen otros planes para el verano siguiente, y no será en Nerja. Apenas sí lo asimilan.
La pandilla intenta hacer algo especial para aprovechar su último día, pero no se les ocurre nada, por lo que acaban aburriéndose y merendando en casa de Julia, discutiendo sobre si Pancho acudirá o no, y sobre la incertidumbre del siguiente verano. Se les ocurre hacerse una foto de recuerdo todos juntos, y lamentan que Chanquete ya no esté, para salir en la foto con ellos. Entonces llega Pancho con malas nuevas: muerto Chanquete, las autoridades van a retirar la Dorada de su mítico entorno... la pandilla asiste a tan triste espectáculo, y deciden plantar un árbol en el lugar en el que estaba.
Hay un momento muy roto, en el que cantan todos con las manos cogidas en círculo, en torno a un puñado de velas, que solo me faltaba la voz de Gloria Serra en off explicando que son imágenes de la secta, poco antes de tomar la "pastilla mágica" para el "gran despertar cósmico"
En general, todo el episodio apela a cosas tan cotidianas y comunes a todos, que consigue una conexión muy buena con el espectador. ¿Cuándo erais jóvenes, no hacíais también eso de "aprovechar el último día de vacaciones al máximo"? Hoy, ya currando, el último día se aprovecha tirado en el sofá descansando todo lo posible antes de volver a currar al día siguiente. A esto hay que añadir a todas esas familias intentando meter en el coche más equipaje del que trajeron, ¿a quién no le ha pasado lo mismo?
Al final, todos se van (maravilloso momento la despedida de Tito y Piraña, ¿muy emotivo y logrado momento, o me lo ha parecido a mí?) y Beatriz deja a Pancho una misteriosa carta, que debe entregarle Julia. Pancho se niega a despedirse y casi llega tarde, pero recibe la carta de Beatriz, que para sorpresa de nadie, es una declaración de amor. Yo creo que ese tema estaba ya claro y zanjado, por lo menos, desde "Pancho Panza", que si Beatriz estaba interesada por alguien de la pandilla, era por Pancho.
Julia es la última en irse, testigo privilegiado de todo lo que ha ocurrido ese verano, pero aún hay tiempo para un último momento agridulce, cómo Julia ve a Pancho medio ligoteando con otra chavala... y es que, como decía Julio Iglesias, pues:
Maravilloso momento que sitúa lo ocurrido en su contexto y su valor. Y es que la vida, además de "seguir igual" no espera a nadie. Y como ya adelantaba Julia hablando con Chanquete en un episodio, el verano siguiente, pues a saber. Triste, pero real como la vida misma. Ole sus huevos por poner ese momento, que te deja con la sensación de que lo que ha ocurrido ahí, por bonito, emotivo y feliz que haya sido, es solo una parada, una nota al pie en la vida de esos chavales.
A pesar de que se han hecho telefilmes y "especiales" de muchos productos audiovisuales míticos de este país (desde La gran familia a Farmacia de guardia) de Verano azul no lo ha habido. No se han atrevido. Quizá sea lo mejor. Que en la imaginación de cada uno, viva la Nerja ochentera y lo que pudo ser el verano siguiente.
Y ahora yo me voy a seguir el ejemplo de Pancho, y a por otra. Concretamente, "Aquí no hay quien viva".
PD: En este episodio, resulta que Quique no sabe ni silbar bien. La hostia, el tío.