Esto no es para nada lo mismo, Tozzi. La isla entera son varios volcanes y el hecho de vivir allí pues tiene sus riesgos. Mientras que las riadas e inundaciones son ciertamente previsibles, no se puede predecir dónde o cuando se va a rajar la tierra y salir lava.
Venga, que esto está muy aburrido.
¿Cómo que no? Yo predigo que la tierra se rajará y empezará a salir lava muy probablemente cerca de un volcán.
A mí las frases de esta mujer (según el tuit que habéis puesto, ni lo he abierto) me parecen de cuñada gorda de los volcanes, y más en este momento. Pero estoy de acuerdo en que si decides vivir al lado de un volcán (o encima de uno, como dice Seaker) tienes que saber, y aceptar, que hay un riesgo de perder tu casa y toda tu vida en una erupción.
Pero esto no es tan fácil como juzgar por qué se dan permisos para edificar en toda Canarias, o en Nápoles, o en Sicilia... Se trata de por qué el ser humano decide asentarse en determinados sitios, y es un debate mucho más amplio que implica la percepción del riesgo, la costumbre, la posesión del terreno, el apego a una tierra, etc. Porque eso que pienso en este caso: ¿Pero qué te hace querer vivir ahí?, en este caso seguido de un "¿pero no ves que estás al lado de un volcán?", lo pienso en muchos otros casos, como en Siberia dónde en invierno hace 40° bajo cero, o en zonas desérticas donde no hay apenas recursos y la vida es muy dura... ¿Pero por qué? Cuando a veces 100 km más allá es fértil.
Pues en este caso es lo mismo. Dar permisos o no es cuestión de esa comunidad, porque si no, ¿qué hacemos? ¿Prohibimos Nápoles? Para mí el debate está en cómo de realmente informada está la gente de las consecuencias que puede tener el vivir en el sitio que decides vivir y saber y entender (plenamente) por qué lo haces. Y si lo aceptan, pues perfecto.
Ahora, juzgar a toro pasado y regañar con el dedito sin pararse a pensar en el porqué de la situación... No. Que equivocarnos nos equivocamos todos, hasta los que juzgan.