Respuesta: WAR HORSE (Caballo de batalla) de Spielberg
Vamos, que ahora me arrimo más al costado de Elliot, Nogales, Harmónica, Atreyub o Sros...sin dejar de verle lo que no.
Jaja, si te tuviese ahora mismo delante te daría un capón de hermano mediano (de esos que te mueven el pelo pa' lante) y un abrazo to' sentío. Si es que Spielberg conmueve a cualquiera cuando debe.
Vamos a ver que rescatamos de tu exposición:
- Cine coral (dices): de acuerdísimo, quizás la que más de toda su filmografía.
- La primera escena potente de la batalla: quizás la más épica de todas y por ende la más vistosa, por su majestuosidad, su brío tras la cámara y sobre todo y ante todo por su valentía.
Pero a mi me encanta un plano mucho antes (la del trigal es magistral, desde luego) y es cuando están todos en hilera, con las espadas en alto. Es un plano de enmarcar. Podríamos decir que es puro Kubrick, por su perfección a la hora de exponer.
Pero lo genial es cómo va hilvanando. La manera en que engarza esta historia con la siguiente es propio de alguien que ya no tiene nada que demostrar, sólo ser...
(al final coincidimos, pillastrazo). Es un director que no tiene que demostrar su valía, porque la maestría ya viene de serie, sin esfuerzo y te calza mini píldoras de lo mejor de él: esa emotividad en cada uno de los planos.
Lo de los hermanos me sigue fascinando la forma de calzarse ese fusilamiento. ¡y sin una simple gota de sangre!. Cosa que en Schindler se hubiese visto reventar el craneo con sesos esparcidos. Todo con una simple pasada de aspa de molino. Pero igual de contundente con los cuerpos tumbados. Si eso no es maestría a la hora de plasmar...
Y sin olvidar esa mega escena, brutal, que es cuando el caballo se ofrece como bestia de carga para que su amigo no reviente (el plano en el que observa morir al caballo negro es poesía visual pura).
Si os dáis cuenta, no hay en toda la película una secuencia Spirit donde el caballo haga alguna pirueta para el aplauso.
Quizás esto encajaría para el momento que el caballo imita a la niña y no salta la vaya pasando por encima de la pequeña. Pero es que Spielberg hace que riamos con empatía y no forzándonos.
Y el momento que a mi me llega, me conmueve y me emociona a partes iguales es cuando es el padre recogiendo la banderola y dándole la mano al hijo como reconociendo que su hijo se ha hecho un hombre fundiéndose en un abrazo. Es ñoño, sí, pero leñe, que planazo.
Lo mejor de todo es leerte lo que has expuesto. Mucho.