Respuesta: WAR HORSE (Caballo de batalla) de Spielberg
He terminado el primer mediometraje (46 minutazos) y me parece pornografía emocional. El Rocky equino. El "ara las tierras, tú puedes" del sentimiento. Spielberg rara vez aparece y, cuando lo hace, Kahn corta demasiado rápido. El montaje está demasiado realizado para agradar a una audiencia que no quiere planos largos y , en general, Spielberg está bastante desaliñado para lo que es él. Sólo le aplaudo los huevos de hacer un film artesano en todos los campos y sin la máquina por bandera. Más en tiempos nerds.
Ah..., y el prota se parece al de Pasapalabra. Pero eso es lo de menos, la cosa es que es muy mal actor. La Watson y, sobre todo, el marido..., están correctos..., pero el terrateniente tiene una maldad caricaturesta que da bastante risa. Y del amigo tonto o la oca mejor ni hablamos, que me banean.
Y luego queréis justicarlo con el tono. Y no. No es una peli Disney, porque ya sabemos lo que viene después. Y no es la primera vez que nos encontramos con que el judío no sabe encontrar tono, ya le ha ha pasado otra vez, pero aquí es flagrante.
Y esos diálogos fordianos (para mal), con la Watson amenazando al terrateniente con el pincho. Por favor, no aguantemos esto. Tenemos los cojones pelaos.
Spielberg asoma en la bonita transición significativa del punto-tierra labrada, la snorricam puesta en el arado y algún momento más, pero Kahn chochea algo y Williams es INSOPORTABLE en este film con la manipulación del sentimiento, la sobrepresencia y el lío de tonos. Entonces, todo se va al carajo.
Sólo hay algo que me entusiasma pero tampoco entiendo: Spielberg, después de prepararnos un final que sólo podría ser lacrimógeno, termina el mediometraje de la manera menos happy end posible...perdiendo el caballo y rompiendo a la familia. Y eso demuestra que sigue negativo y ahí dentro, pero que se sigue sin atrever en algunos casos como los de este medio. Curiosamente, hace lo mismo en pequeñito, en la chunga secuencia del prota a caballo compitiendo con el coche y el señorito...donde no podía acabar de otra forma más que saltando la valla, tras ver la música rimbombante y la reacción de sus compañeros de plano. Pero no, se hostia.
Y eso tiene tantos huevos como incongruencia.