... y mínimo un 8
Has acertado de chiripa
Warcraft: El origen (2016).................... 8
(Puede que haya algún que otro SPOILER)
El tráiler, que debería ser de lo más espectacular y que a mí no me llamó ni me atrajo para nada la atención, no hace honor a esta magnífica película. No, tranquilos, no voy a decir que es una obra maestra, porque ni de lejos lo es, pero me ha entretenido mucho y es mejor de lo que el mencionado tráiler pronosticaba. No he jugado nunca al juego en el que se basa, pero sí que lo conozco, lo tengo visto de por ahí. El único juego que se me da bastante bien es el tetris, con esto os lo digo todo. Hay algunos puntos negativos que mencionaré más adelante, pero como me gusta más todo lo positivo, por ahí empezaré.
La película que nos ocupa está basada o se trata de la adaptación de World of Warcraft, que es un videojuego de rol vía internet multijugador. Detrás de la cámara está Duncan Jones. Para quién no sepa quién es este hombre, en 2009 se estrenó en la pantalla grande con su ópera prima tan aclamada titulada
Moon protagonizada por Sam Rockwell y Kaya Scodelario, entre otros. La tengo pendiente de visionado, pero todo se andará. Dos años después regresó con otra cinta titulada
Código Fuente, muy buena por cierto, con rostros reconocibles para el gran público como los de Jake Gyllenhaal, Michelle Monaghan y Vera Farmiga. Y para quién no se haya quedado con la copla o no sepa todavía de quién hablo, si le digo que es hijo del legendario y recientemente desaparecido cantante y músico David Bowie, les sonará mucho la campana.
Sí, señoras y señores, en 2016 ha regresado para meterse en este gran y fantástico proyecto. He tenido la oportunidad de visionarla en dos dimensiones y ha sido espectacular. Visualmente sobretodo, teniendo a empresas de efectos especiales del calibre de Industrial Light and Magic y Weta Workshop entre ellas. No conozco el presupuesto del film, pero seguro que es bastante, teniendo en cuenta lo bien que lucen los mencionados efectos visuales. Estoy seguro que gran parte de él ha ido a parar allí y el resto a todos los actores, tanto los que interpretan a los humanos como a los que ponen voz a los orcos de aquel mundo fantástico. Bien, entre los humanos mencionar a Travis Fimmel (con un look que parece salido de un descanso de la serie, que actualmente protagoniza, Vikingos, y que es un actor que realmente sabe dónde se ha metido), Paula Patton (¿qué decir? menuda mujer más peleona, creíble en su personaje) y un, a priori, irreconocible Ben Foster (le tengo en mi memoria como un chaval que quería enamorar al personaje que interpretaba una joven Kirsten Dunst en Así es el amor (Get Over It, 2001) y como aquel tremendo villano que ponía en jaque al gran Bruce Willis en Hostage (2005)).
La partitura musical corre a cargo de Ramin Djawadi, compositor de maravillosos scores para series de televisión como Prison Break o Juego de Tronos o también de la magistral película de Guillermo del Toro titulada Pacific Rim.
El argumento me ha parecido bueno y entretenido, pero lo que ha pecado de largo es su tramo final. Y aquí empiezan mis pocos aspectos negativos. Encuentro que lo alargaban en demasía. No sé qué pretendían hacer con esa historia, ¿una posible saga, tal vez? No sé, pero si la taquilla no funciona como debería, les estallará en las manos y no habrá una futura secuela o lo que tuvieran pensado. Y es que, tal y cómo lo terminan, no es un final cerrado ni de lejos. Soy de los que les gustan las películas cerradas, para ver un final abierto me pongo a ver el piloto de una serie de televisión actual. Recemos para que todo vaya bien y sea un exitazo en la taquilla, al menos, la norteamericana, sino ya me veo un caso parecido a otros como la de Airbender de M. Night Shyamalan o la de Battleship de Peter Berg.
Mi nota final es de 8/10.