Werner HERZOG

Bueno, es que Herzog lo dice claramente durante la peli: su interés no son los volcanes en sí, sino la manera en la que éstos afectan a la vida, cultura y costumbres de sus habitantes cercanos. No está mal el docu, aunque tiene algunos momentos pelín cansinos. Eso sí, Corea del Norte y su 'misterio' siempre merecerá toda nuestra atención, estaría bien que Herzog en algún momento le dedicase un film entero al país.

Un saludete.
 
Joer, que salen volcanes de sobra. No entiendo la queja.

En Corea del norte no creo que le dejen entrar más, parece que le dejaron con la excusa de los volcanes y aprovechó para que quedasen bien retratados, no había más que dejarles hablar: 'el gran lider esto', 'el queridísimo líder lo otro':mparto, dan entre miedo y pena.
 
Lo que pasa es que mucha gente desconoce el perfil de Herzog y así sin mirar mucho parece que lo promocionan como si fuera la hostia de espectacular y esa expectativa se va a tomar por saco a los 5 minutos.
 
En todas esas imágenes de histeria norcoreana, siempre da la sensación de que hay varios soldados detrás de la cámara apuntando a la gente con sus fusiles, sino no se entiende :fiu ...

Un saludete.
 
Vistos algunos de sus documentales del pack fnac... junto a alguna pieza curiosa como el del saltador de esquí y escultor Steiner, un poco largo (las propias intervenciones de Herzog a lo reportero) pero con imágenes hipnóticas de los saltadores volando a cámara lenta; una absoluta suspensión de la realidad, probablemente la mejor manera de vender al neófito la atracción de ello sobre el practicante... o algún corto de principiante que acabé viendo muy por encima.

El que es impresionante, ya desde el título es EL PAÍS DEL SILENCIO Y LA OSCURIDAD: sordiciegos y la normalización de sus rutinas para (sobre)vivir. Vale que a veces huele un poco a Werner soplándole por el pinganillo a la protagonista alemana y es un poco lo peor del documental, cuando se pone discursiva; pero lo demás, el seguimiento de su situación y las interacciones entre ellos está tratado de forma casi tierna, muy poco trágica (y con aciertos de espontaneidad, como el mono haciendo visible la cámara; buen detalle no cortarlo). Herzog prefiere señalar, en silencio, los pequeños momentos en los que se abren las grietas en esa interacción imperfecta, y recuerdas lo inquietante de esas vidas: la protagonista sola en el banco, o el tipo al final perdido en el jardín (momento muy herzogiano), como si estuviese en un desierto; también la explicación del lenguaje manual, que es fascinante ver en marcha. Es por eso que estremece cuando hacemos una visita al caso más grave, el del chico aislado; verlo golpeándose con la pelota es escalofriante.

Otro sobre discapacidades, la normalización de ellas en la vida diaria y, sobre todo, la exposición (en apariencia) fría sobre esas vidas es FUTURO ILIMITADO, sobre niños con mermas físicas; realmente alarmante por momentos y conmovedor en otros, con alguna escena que te desarma como la del chaval que trepa sin brazos... o el discurso interesante de Herzog sobre cómo pretender una igualdad en estos casos solo aumenta las dificultades de cara a incluir en el sistema.

Y hablando de niños, BALADA DEL PEQUEÑO SOLDADO; tema evidente, niños soldado, en este caso en la guerrilla sandinista. Qué inicio en plena zona de batalla, con el cámara a punto de que le vuelen la cabeza; da muchas vueltas situando contexto y sobre todo, a Herzog SE LE VE EL PLUMERO intentando sacar más desgracias a cámara a las indígenas. Pero es esencial todo el último tramo, ya en el campo de entrenamiento. Ojo a las declaraciones de los niños, y sobre todo a las intervenciones del tipo que los recluta ("¿dirías que les laváis el cerebro?" "sí, por supuesto"), con el otro director jugándose a que se lo cepillen allí mismo.

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Nosferatu, vampiro de la noche

Herzog y Murnau son dos directores que comparten, creo yo, una sensibilidad muy parecida (cada uno en su época y contexto, claro está). Al fin y al cabo ambos son buscadores de algo insólito, de nuevos territorios para el cine, dueños de una mirada un tanto ingenua (en el buen sentido), libre de impurezas. De ahí que no sorprenda este remake, en parte deudor de la obra original, en parte reinterpretación del mito vampírico. El resultado a lo mejor no es del todo redondo, resentido por el bajo presupuesto, es visible cierta tosquedad… ahí puede que resida, eso sí, parte del indudable encanto. Herzog introduce sus habituales apuntes documentales (gitanos auténticos como extras, un niño violinista, unos inquietantes créditos iniciales por entre unas momias), así como momentos puntuales enormemente sugestivos, como la insuperable inmersión en las montañas (en las tinieblas) bajo acordes wagnerianos, romanticismo y maravilla en estado puro… o el asalto de las omnipresentes ratas a una sociedad invadida por la muerte, cosa que da pie a estampas casi oníricas (ese banquete). Sin olvidar puntuales (y pictóricas) referencias a Murnau (los planos de la costa, del cementerio…).

Kinski bastante bien y en su sitio, una criatura entre siniestra y triste, atormentada por la soledad de la eternidad (su rostro enmarcado por la oscuridad, sus movimientos rígidos, antinaturales), semejante a una alimaña cualquiera antes que a un gran señor del mal. Impagable Renfield, por cierto, que parece un pirado de verdad (Roland Topor, sin comentarios). Lucy aquí no es la dama desvalida sino la auténtica protagonista, la única que hace algo y acepta sacrificarse (en cierto modo, su particular “romance” con el conde acaba haciéndose realidad… y la muerte acaba resultando liberadora). Van Helsing, poco menos que el villano, un carcamal que encarna una crítica maliciosa del positivismo extremo, o una forma de ceguera ante lo extraordinario; el final viene cargado de un humor absurdo que no lo esperas para nada. Y en cuanto a Harker, eterno héroe patoso y accidental, sufre un giro perverso y de lo más consecuente. En lo demás, destacable un puntual hieratismo como de cine mudo, amén de unos (escasos) diálogos rimbombantes… y por supuesto, una potente música del grupo Popol Vuh, apenas cuatro piezas reconocibles pero muy bien escogidas.
 
Nosferatu...


Vista la restauración llevada a cabo por el Instituto de Cine Británico (BFI), exquisito contraste, reproducción del grano original, y del detalle fino.

Ha sido mi primer acercamiento a Herzog, director que no conocía (!!!), y estoy sin palabras, bellísima, cautivadora, maravillosa. Kinski está extraordinario desde la contención, o eso me ha parecido (¡!), encuadres preciosistas, fotografía embriagadora, excelentes interpretaciones y un ejemplo de como siguiendo más o menos la misma historia, se pueden perseguir (y conseguir), propositos narrativos muy diferentes.

Desde ya, una de las películas más subyugantes e hipnóticas que he visto en mi vida. Todavía tengo la boca entreabierta.

Tremenda.


PD: Y me encanta la de Murnau, pero esto, ESTO... :babas.
 
Yo no entiendo nada, tengo 28 años, pese a haber visto algo de cine alemán de principios del XX mi bagaje cinefilo se mueve por parametros casi exclusivamente USA (de los 30 para acá), no conocía ni a Herzog ni a nadie de la nueva ola alemana (ni a Kinski tampoco) , me habían avisado de que el alemán es un dire algo dificil, pumbleo y pesado y que, en cualquier caso, Nosferatu no es nada recomendable para iniciarse en su obra... y va y me parece una obra maestra poderosa, bella y cargada de subtexto.

Vista en alemán, por cierto (idioma que desconozco pero, ¡que fuerza expresiva!) con subtítulos en inglés. Gloriosa remezcla en 5.1, los Popol Vuh (¡grupo que tampoco conocía!), me han deslumbrado.

Conclusión: No te fíes de nadie.


PD: Ya tengo a tiro el BD de Aguirre, también del BFI.
 
Pues a mí me dijeron que de sus pelis "normales" no se me ocurriera empezar por Nosferatu, que era un coñazo, cómo para fiarte. Tengo Aguirre, Fitzcarraldo (esta me han dicho que es más grande que la vida), y la del salvaje aparecido de repente en mitad de una plaza alemana , no recuerdo el nombre.

Pero vamos, que de entrada Herzog ha provocado un impacto en mí... que ni recuerdo desde hace años. Que barbaridad.
 
Con Lang sí que no hay que elegir, es una barbaridad todo (hasta Guerrilleros en Filipinas es magnífica). M es una obra maestra.
 
Y con Raoul Walsh, he visto más de 30, y pasa lo mismo que con Lang, de hecho, me parece el único comparable. La historia del cine está llena de grandes directores, y después están Lang y Walsh.
 
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