PAN METRON
Menudo desfase
Muertos y enterrados (Dead&Buried, 1981)
La he vuelto a ver después de mucho tiempo y sigo encontrándola extraña en el buen sentido. Es una desconcertante película de horror que parece moverse en un terreno peligroso entre un slasher típico y un estilo surreal a lo David Lynch que hace que mucha gente la rechace por ilógica y absurda, incluso involuntariamente graciosa. Resulta difícil discernir si la enorme capacidad de sugerencia simbólica que tiene la película es fruto de la casualidad o realmente hay aquí un juego malévolo de referencias. ¿Qué opinan los que la han visto?
Por ejemplo: empieza la peli con un fotógrafo que está trabajando en una playa. Está fotografiando objetos, naturalezas muertas y se mete en cuadro una chica preciosa con claro aspecto de pin-up de los cuarenta. De pronto se cambian las tornas y va a ser el fotógrafo el que va a ser filmado mientras es asesinado.
Este juego de captar la realidad a través de imágenes, que sirven para sustituir la realidad por otra cosa ¿mejor?, va a ser constante en toda la peli y juega un papel decisivo en el desenlace. Y hay referencias inquietantes a la memoria, a la propia identidad redefinida a través de esas imágenes. Y, claro, hay un director, como no. De funeraria.
Extraña película.
La he vuelto a ver después de mucho tiempo y sigo encontrándola extraña en el buen sentido. Es una desconcertante película de horror que parece moverse en un terreno peligroso entre un slasher típico y un estilo surreal a lo David Lynch que hace que mucha gente la rechace por ilógica y absurda, incluso involuntariamente graciosa. Resulta difícil discernir si la enorme capacidad de sugerencia simbólica que tiene la película es fruto de la casualidad o realmente hay aquí un juego malévolo de referencias. ¿Qué opinan los que la han visto?
Por ejemplo: empieza la peli con un fotógrafo que está trabajando en una playa. Está fotografiando objetos, naturalezas muertas y se mete en cuadro una chica preciosa con claro aspecto de pin-up de los cuarenta. De pronto se cambian las tornas y va a ser el fotógrafo el que va a ser filmado mientras es asesinado.
Este juego de captar la realidad a través de imágenes, que sirven para sustituir la realidad por otra cosa ¿mejor?, va a ser constante en toda la peli y juega un papel decisivo en el desenlace. Y hay referencias inquietantes a la memoria, a la propia identidad redefinida a través de esas imágenes. Y, claro, hay un director, como no. De funeraria.
Extraña película.
