En la primavera del año 1995 un grupo de directores daneses se propusieron hacer frente a las actuales tendencias que priman la tecnología al guión y el arte en el cine.
Para este grupo de directores los medios que utiliza la creciente industria de Hollywood para obtener ingentes cantidades de beneficios carecen de calidad y suponen una cosmetización decadente del 7º Arte.
Para ello el Manifiesto Dogma 95 se ofrece como una salvación del cine, que regresa a sus orígenes, primando el guión y la interpretación sobre cualquier adorno superfluo.
Dogma 95 pretende acabar con la idea del cine de autor, según sus seguidores, el autor es una visión burguesa del romanticismo. Por tanto el Cine de Autor tampoco supone una alternativa antiburguesa del cine. Los directores Dogma creen en su voto de castidad como una forma de democratizar el cine, ya no importará quién haga cine, ya que sus costes de producción no son elevados y permite a los jóvenes poder llevar a la práctica sus ideas.
Los directores que apadrinaron el movimiento fueron Lars Von Trier, Thomas Vinterberg y Soren Kragh-Jacobsen, y los primeros filmes con Certificado Dogma 95 fueron Festen (Celebración), Idioterne (Los Idiotas) y Mifune Sidste Sang (Mifune). Estas películas cosecharon gran éxito entre la crítica y el público, obteniendo el cine Dogma así el apoyo necesario para la continuación de la corriente. A pesar de lo complejo de cumplir el "Voto de Castidad" (tan sólo Idioterne cumple enteramente el manifiesto, el resto de las películas certificadas como Dogma han incumplido en algún aspecto, real o moral, el manifiesto del año 95.
Algunos críticos tildan a Dogma 95 como tomadura de pelo, basándose en los incumplimientos del "Voto de Castidad" de algunas películas, y justificando algunas contradicciones que se generan en este decálogo, como puede ser la definición de "acciones superficiales" (prohíben las armas y asesinatos pero no el sexo explícito) o la linealidad temporal de la película, que en parte se rompe al montar los distintos planos. Sin embargo no parecen suficientes motivos para restar importancia y calidad a un cine más próximo al 7º Arte de los Welles, los Kubrick y los Hitchcock...
El "Voto de Castidad" es un decálogo de normas referidas a la producción de la película, y consisten en:
1. Los rodajes tienen que llevarse a cabo en locación. No se puede decorar ni crear un "set". Si un artículo u objeto es necesario para el desarrollo de la historia, se debe buscar una locación donde estén los objetos necesarios.
2. El sonido no puede ser mezclado separadamente de las imágenes o viceversa (la música no debe ser usada, a menos que esta sea grabada en el mismo lugar donde la escena está siendo rodada)
3. Se rodará cámara en mano. Cualquier movimiento o inmovilidad debido a la mano está permitido. (La película no debe tener lugar donde esté la cámara, el rodaje debe tener lugar donde la película tiene lugar)
4. La película tiene que ser en colores. Luz especial o artificial no está permitida (sí la luz no alcanza para rodar una determinada escena, esta debe ser eliminada o, en rigor, se le puede enchufar un foco simple a la cámara)
5. Se prohíben los efectos ópticos y los filtros.
6. La película no puede tener una acción o desarrollo superficial (no pueden haber armas ni pueden ocurrir crímenes en la historia)
7. Se prohíbe la alineación temporal o espacial. (Esto es para corrobar que la película tiene lugar aquí y ahora)
8. No se aceptan películas de género.
9. El formato de la película debe ser de 35 mm.
10. El director no debe aparecer en los títulos de crédito.
Además el director se compromete a no ejercer ningún tipo de gusto personal.