Gary Chaplin lo tenía todo. A sus 39 años era uno de los ejecutivos de referencia de la compañía de 'head hunters' Star Brooks. Era el responsable de los procesos de selección en el Reino Unido de grandes compañías como Heinz, Kellog's o Bentley. Ganaba más de 200.000 euros al año, tenía una mansión en Manchester y conducía un deportivo.
Todo cambió el lunes 21 de noviembre de 2011, un día que Chaplin no olvidará jamás. Después de una mala noche en la que apenas durmió atendiendo a su hija de dos años y una discusión con su jefe, decidió desahogarse con un joven de origen griego, Emmanouil Katsampouka, que le incluyó en la lista abierta de 4.000 personas a las que había enviado su currículum por correo electrónico.
El ejecutivo de recursos humanos no tuvo piedad con Katsampouka y le respondió con un correo electrónico con un encabezado poco cortés: "Que te jodan". Acusaba al candidato de haber mandado un correo basura a miles de altos ejecutivos y le aseguraba que era "demasiado idiota como para conseguir un trabajo, incluso en el mundo de las finanzas".
Con lo que no contaba Chaplin era con que, en su furibundo ataque de ira, cometería el mismo error 'imperdonable' que Katsampouka y le reenviaría su respuesta a las 4.000 personas incluidas en la lista. En el mismo momento que hizo 'click' en el botón de enviar, puso fin de manera prematura a su carrera.
Despedido y arrepentido
No sirvieron de nada las disculpas. Solo unas semanas después Star Brooks confirmaba el fulminante despido de su ejecutivo estrella, tras cinco años de servicio a la compañía.
El pasado 27 de enero Gary Chaplin cumplió 40 años, arrepentido y todavía sin trabajo. En su blog personal aseguraba que estaba arrepentido por lo que hizo aquel mal día y "si pudiera volvería atrás en el tiempo". Al menos, este doloroso incidente le habrá servido para aprender una lección que a buen seguro nunca olvidará: ahora cada vez que le dé al botón de enviar se lo pensará dos veces.