Tras releer dos relatos que me fascinan he elaborado, he sentido la necesidad de hacer un pequeño análisis de ambos (ya que en escribir relatos propios siempre me quedo a medias, pues al menos hacer algo (muy) mínimamente creativo a nivel crítico y analitico), y me ha parecido que podía ser interesante publicarlos aquí (diréis, ¿que nos cuenta este?, bueno, siempre podeis pasar al siguiente post
) eso sí, como los destripo, al que no lo haya hecho y pueda tener interés de leerlos antes y no le haga gracia alguna el masivo spoiler, puede prescindir de leer los siguientes párrafos. Las historias son
Negotium Perambulans de E.F.Benson y
Embrujado de Edith Wharton.
Autor: E.F.Benson, especialidad cuentos de fantasmas, quizá con una patina estilística y de enfoque algo más moderna - al menos en sus mejores relatos, que "dated" tambien tiene ...) que sus coetáneos de género. Relato: Negotium Perambulans (escrito el año 1922).
Negotium perambulans es un relato que en especial me ha parecido hipnótico desde siempre. En apariencia es bastante típico, parece una historia de Lovecraft, incluso más de M.R.James, con el elemento iglesia y religión; pues haciendo resumen: nos situamos en Polearn, un pequeño pueblo de la costa de Cornwall, en el que se halla una iglesia derruida y con muy mala fama, pues se dice que quien haga posesión del lugar sufrirá la ira Divina, en forma de monstruo infernal, que ataca en la noche cuando las luces se van por cualquier motivo y se abalanza succionando la vida y fluidos de sus víctimas (solo queda un saco de huesos y piel), monstruo del que habla el tío sacerdote del protagonista en sus homilías, avisando del pecado y refiriéndose a la criatura como "Negotium Perambulans in tenebris"(la pestilencia que se arrastra en las tinieblas, o algo por el estilo). Pero, aparte de su tono entre siniestro y nostálgico (el autor rememorando sus tiempos de niñez, volviendo de adulto al pueblo -esquema de relato prototipico explotado por Stephen King- que en general es algo que se me atraganta, pero aquí, por alguna razón, me funciona, pues la cualidad expresiva, estética y emocional de Benson es muy eficaz y convincente) y el monstruo -impresionante- de turno en cuestión (una especie de babosa gigante con un orificio vampirico en un extremo), pues Benson parecía tener fijación por los bichos (ver los escalofriantes e igualmente fascinantes de "Orugas", y otra vez la babosa de "Ningún pájaro canta"); lo que me parece más terrible e inquietante del relato es la idea, apenas apuntada, pero implícita (y creo que funciona bien así) de Dios siendo el que envía y maneja a seres del Infierno para ajusticiar a la gente. ¡El Demonio es innecesario!
me intrigan mucho los relatos que manejan ideas de ese tipo, como el inquietante, excelente y muy infravalorado ( también mucho más ambiguo que el de Benson) "
La herramienta" de William F. Harvey. De desarrollo pausado y sugerente, evocadoramente nostálgico pero con lo tenebroso siempre asomando al fondo, relatos contados por tercera persona al protagonista, llegamos al espeluznante climax final, en el cual -por supuesto- nuestro personaje principal ve por fin de primera mano El Horror y nos deja una perfecta última línea para el recuerdo.
Autora: Edith Wharton, especialidad cuentos de fantasmas clásicos, a lo Henry James (ambigüedad pues en cuanto a la naturaleza de la historia y sus espectros). Relato: Embrujado (Bewitched, escrito en año 1926).
Aunque los grises abundan en el fondo de las historias de Wharton, es cierto también que la autora suele incluir una suerte de epílogos en los que de forma directa o indirecta da a conocer cual es su explicación favorita a lo ocurrido, o al menos tiende a dar una mayor posibilidad de certeza a esa respecto a otras, todo ello, también es cierto, sin dar el SI rotundo a esa explicación. No es el caso
"Embrujado", donde las sombras y las vagas posibilidades se apoderan de todo, de principio al críptico final.
Se reúnen en desapacible día invernal una serie de personajes en una granja de Nueva Inglaterra, a petición de la mujer dueña del hogar. Les ha reclamado porque cree que su marido tiene citas amorosas con una chica. Una chica muerta hace años. Un fantasma. Ella misma los ha visto ... los otros personajes se mantienen incrédulos. Entonces llega el marido, y él mismo lo confiesa, sí, se ve con el espíritu de la joven. He aquí que la chica era la hija de uno de los invitados, que se altera mucho, naturalmente. Todos planean ver con sus propios ojos el fenómeno, que siempre tiene lugar en una vieja casa abandonada. Llegado el momento, se acercan a la puerta de la casa, ven huellas de pies desnudos en la nieve (ningún ser humano pisaría con pies desnudos en esas condiciones a riesgo de morir de pulmonía), entonces llega una escena narrada de forma entrecortada: oscuridad en el interior, se ve algo, el padre de aquella hija dispara ante una posible aberración, los personajes van saliendo al exterior, incluido el hombre infiel ... se nos dice que se acabó todo. Epílogo: la otra hija, hermana de la "fantasma", acaba de morir y la entierran. Entonces una serie de diálogos aparentemente superfluos entre varios personajes. Fin.
¿Qué ha pasado?. Un lector no atento pensará lo más evidente, se veía con ese fantasma, lo ahuyentaron, todo vuelve a la normalidad. Pero, ¿el granjero tenía en realidad citas con la otra hija, la viva, del otro granjero?. Esa hija muere, ¿por un disparo, por pulmonía?. No se aclara. ¿Porqué los personajes entonces parecen dar por sentado al final lo del fantasma?. Muchas preguntas, a lo que se suma la fama de brujas de los antepasados de las dos hermanas, incluida la madre. Hipótesis de servidor: efectivamente, el hombre se veía con la chica... la viva. En unos núcleos tan cerrados y puritanos como los que se retratan, todos los actores prefieren sembrar la idea, montar la farsa de los fantasmas y las viejas supersticiones, antes que hablar de infidelidades terrenales, por lo que todos quedan a gusto con el fantasma, con la chica muerta por frío u otra enfermedad; todos, la mujer del infiel, el resto de gente que avistó lo que ocurrió; y el infiel y el padre de las jovencitas, lo aceptarán también como mal menor, salvando hasta cierto punto su honor y el de la Comunidad.
En todo caso, historia subyugante, atmosférica, con lenguaje preciso, lecturas de todo tipo (enfermedades sugeridas en descripciones, diálogos sacados de la Biblia) y una -otra- Obra Maestra de apenas treinta páginas, de su autora.