Manolete al fín tiene fecha de estreno en Espa … eeeey, quietoahíparao. No, señores, esta crítica no viene al caso del estreno en nuestro país de la esperada (para quien recuerde su existencia, claro, que ya no deben de ser muchos) película sobre el mito taurino por antonomasia de la España de posguerra. Los diversos avatares judiciales a los que aún hoy ha de hacer frente su productor, Andrés Vicente Gómez, hacen que esta película siga inédita en el país que vio nacer y morir al ilustre torero.
Sorprendentemente, ello no ha sido obstáculo para que la cinta fuese estrenada comercialmente en Francia la pasada primavera, y por lo que parece ser, también en Italia (desconozco si en salas cinematográficos o directamente en DVD). De hecho, la versión que un servidor ha tenido la oportunidad de visionar estaba doblada en el idioma cisalpino. Y la verdad es que, a pesar del fuerte ambiente carpetovetónico de la cinta, uno tiene la sensación de estar en Italia y entre italianos. Al final será verdad eso de que somos primohermanos …
En fin, lo primero que hay que decir de la película es que técnicamente es bastante notable, con una fotografía, trabajo de cámara y de ambientación sobresaliente. Sin embargo, también hay mucha sensación de irrealidad a lo largo del metraje, puesto que en ningún momento se hace mención directa o indirecta a la penuria económica que pasaba nuestro país durante aquellos tristes años. Todo es ‘bonito’, apasionado, incluso glamouroso en ocasiones. Es cierto que los toreros, y sobre todo Manolete en particular, eran casi como dioses para los habitantes de aquel país devastado material y espiritualmente. Sin embargo, no se aprovecha en ningún momento el juego que podía dar la contraposición de esos dos mundos.
La trama del film se centra, por tanto en la relación sentimental entre Manolete (interpretado por un esforzado Adrien Brody) la artista Lupe Sino (Penélope Cruz, correcta sin más), que pretende ser romántica y tortuosa, pero que tal y como está narrada, resulta insípida e incluso aburrida. A los encuentros y desencuentros de la pareja está dedicado gran parte del metraje, pero el director Menno Meyjes rueda y monta estas escenas como quien contempla cómo se varea la aceituna. Por otro lado, la película está narrada a modo de un confuso flashback, con extraños saltos en el tiempo, y que tiene lugar durante las horas anteriores a la fatídica corrida en la que perecería el protagonista. Espero que nadie se me queje de spoiler alguno.
Sin embargo, Andrés Vicente Gómez ha asegurado que el montaje que se estrenará en España será distinto del que han podido disfrutar (es un decir, a tenor de las críticas recibidas) en Francia o en Italia. Esperemos que así sea, porque si hay algo palpable en Manolete es una sensación de película mutilada, mal montada, y mal rematada. Lo cual es una lástima, porque la confrontación final entre Brody (en realidad, su doble de culo y piernas) y el miura Islero eleva bastante el interés de la cinta gracias a un eficaz (ahora sí) montaje que mantiene el suspense y la emoción. Lástima que en esos momentos, alguien (ya no sabría decir quién, la verdad) tuviese la genial ocurrencia de mezclar una escena de sexo con la corrida (ejem ...). Creo que incluso en cierta película de Rocco Siffredi tuvieron más tino a la hora de hacer semejante paralelismo.
El resto del reparto está bastante bien, incluso Juan Echanove y Santiago Segura parecen otras personas. Claro bien pudiera ser debido al notable doblaje italiano y el exceso de maquillaje, que les hace parecer suecos en Torremolinos, con esos rostros en plan colorao cangrejil. La música, obra de Dan Jones, a veces acierta cuando pone el modo místico-flamenco, pero cae directamente en el ridículo cuando llegan los momentos romántico-cañíes. Por cierto, hay cierta confusión al respecto de la autoría de la banda sonora, porque en muchos sitios aún aparece el nombre de Gabriel Yared como compositor, a pesar de que los créditos principales del film no hacen mención alguna al francolibanés. Ojalá hubiese sido verdad.
En definitiva, una película tristemente fallida, dado el interés que despertaba el proyecto y su reparto. Aún así, queda por ver ese montaje español que Vicente Gómez ha prometido, a la espera de que mejore algo el desaguisado general. Aunque claro, cualquiera se fía ya de este señor.