Respuesta: ÁGORA. El antiguo Egipto según ALEJANDRO AMENÁBAR
la influencia motora de La Comunidad era el Quimérico Inquilino de Polansky
Sí, pero creo recordar que había algún que otro guiño aislado a Hitchcock bastante reconocible (no la recuerdo bien, pues no la he vuelto a ver desde el estreno, pero recuerdo haber visto algo así), a eso me refería.
en el caso de Amenabar yo creo que es muy lamentable porque se dedica a plagiar a saco Vertigo, Rebeca, El otro, sin ninguna personalidad detrás, y de paso tomando al que paga la entrada por lelo
Qué quieres que te diga. Es evidente que
'Abre los ojos' remite a
'Vértigo' y a Philip K. Dick, concretamente a
'Ubik', pero en todo momento veo una película autosuficiente y con personalidad propia; en ningún momento tengo la sensación de
déjà vu que igual sí pueden producir algunas pelis de De Palma como
'Vestida para matar',
'Fascinación' o
'Doble cuerpo' (y aún así, todas estas aportan las suficientes novedades como para que merezcan ser valoradas por sí mismas, más allá de su condición de
exploits del cine de Hitchcock). El genial modo en que Amenábar fusiona realidad y sueño a través del montaje (¿cuántos espectadores que la han visto llegan a dudar sobre si lo que han visto al final es realmente cierto o es tan solo un sueño? ¿cuántas películas de Hitchcock producen esa misma sensación? ¿o cuál de las adaptaciones cinematográficas de textos de Dick logran transmitir tan bien al espectador esa desaparición de límites entre lo real y lo imaginado?), algo que muy pocas películas han logrado de manera certera, me parece que ya es suficiente para tener en estima esa cinta.
Luego tenemos
'Los Otros', probablemente su película más reprobable, pues es la que más bebe de fuentes ajenas. Pero Amenábar siempre ha reconocido que a él lo que le gusta es hacer cine de género, y jugar con sus convenciones (del mismo modo que hace Shyamalan, por ejemplo). Y así en esta película hay muchas convenciones del género (la casa encantada, los niños que ven cosas raras, la vuelta de tuerca final) pero al mismo tiempo hay ciertas novedades, como hacer que lo tenebroso en esta película no sean las sombras sino la luz (lo cual aumenta bastante la coherencia del discurso anti-religioso de la obra).
Y
'Mar adentro' ya es la repera, cuando todos nos esperábamos un telefilm de Antena 3 más, va el chileno y nos ofrece una puesta en escena asombrosa, nada habitual en el género, huyendo de lo televisivo y ofreciendo una narración de lo más cinematográfica con juegos de cámara, de montaje. etc. en el que nuevamente vuelve a jugar a desdibujar los límites entre lo real y lo imaginado (para ser cine "social" es el cine social más onírico que haya visto nunca). Escenas como la del vuelo por la ventana o el montaje paralelo entre el accidente de Sampedro y el pseudo-flashback de sus fotos de juventud son realmente para quitarse el sombrero. Yo no sé en qué canales se ven telefilms que derrochan tanta creatividad.
Tampoco entiendo por qué se suele decir que Amenábar es un cineasta sin "personalidad". ¿Por qué? ¿Por qué no tiene unas constantes estéticas que lo identifiquen? Oh, claro, Tim Burton tiene mucha personalidad porque en sus películas todos los personajes tienen los pelos de punta y cara de yonquis, y Tarantino (que es mil veces más plagiador que Amenábar, aunque esto parece que se la suda a todo el mundo) también porque en todas sus películas hay primeros planos de pies de mujeres y se recicla la música de Morricone, pero en cuanto aparece un cineasta cuyas constantes temáticas y estéticas no son evidentes a simple vista, carece de personalidad.
Pues a mí Amenábar me parece un cineasta muy personal, en cuanto a que todas sus películas tienen unas características temáticas (la muerte, el amor, la religión, la frontera entre lo real y lo ficticio -ya sea esta ficción de naturaleza cinematográfica, onírica o sobrenatural-) y estéticas (el uso expresivo de los fundidos y de los movimientos de cámara, la recurrencia a los planos subjetivos con acompañamiento musical, los juegos de montaje...) comunes. En las pelis de Amenábar nada es dejado al azar: cada encuadre, cada movimiento de cámara tiene una intención, coherente con la historia que se quiere contar, y esa intencionalidad oculta, para mí resulta mucho más personal que la obra de cineastas mucho más reputados, pero que parece que se limitan a ubicar la cámara en el punto que menos estorba.
Es cierto que Amenábar no es un cineasta que sobresalga por su originalidad (y creo que él mismo no tiene reparos en reconocerlo) ni que sea un gran creador de universos de formas propias, pero sí que creo que es un cineasta capaz de conciliar sus obsesiones personales con el cine de género para todos los públicos, y que en toda su obra hay una coherencia plena entre forma y contenido, y eso es algo de lo que no demasiados cineastas actuales pueden presumir.