Hace unos días
Sony Pictures anunciaba fechas de estreno para 16 de sus títulos más relevante para el próximo trienio. Entre sus planes, dos secuelas de
Dos Policías Rebeldes que verían la luz en 2017 y 2018. Para muchos un motivo de celebración de la que ha sido una de las expresiones más ostentosas del cine de sudor y cerveza.
Sin embargo ese anuncio premeditado podría haber sido un parche para aliviar la mala situación del estudio. Una medida desesperada tras el bache surgido a raíz del ataque informático sufrido por Sony Pictures a finales de 2014 y que reveló los planes del estudio a medio plazo, muchos de los cuales se vieron comprometidos cuando no cancelados.
Es lo que apunta el Hollywood Reporter, que ha hablado con Tom Rothman, presidente de la división de cine tras la salida de Amy Pascal. La decisión pretendía ser una presentación a lo grande de su proyecto al frente de Sony. Un proyecto que permitiera recuperar la confianza perdida, dando luz verde a varios proyectos de un estudio que ha quedado paralizado casi seis meses, que ha debido reiniciar por segunda vez su principal franquicia (
Spider-Man) y que ha visto cómo sus alguna de sus principales apuestas veraniegas se estrellaba en taquilla (
Pixels). Pero viendo sus palabras, parece una decisión tomada con escasas garantías en el caso de algunos títulos, que parecen más un deseo que una realidad.
Es lo que sucede con las mencionadas secuelas de
Dos Policías Rebeldes, ya que a día de hoy lo único claro es que Will Smith estará involucrado en la producción. No es que se descarte su participación o la de Martin Lawrence, pero el propio Rothman admite que por el momento no hay nada más y que se trató más de una estrategia publicitaria para generar expectativas, que de un anuncio en firme. Y siendo honestos, poco sentido tendría hacerlas sin Smith y Lawrence al frente del reparto, sería, salvando las distancias, como hacer
Arma Letal sin Mel Gibson o Danny Glover. Así que si finalmente Smith y/o Lawrence se rajaran, lo más probable es que no hubiera dichas secuelas.