Respuesta: "Alicia en el País de las Maravillas" de Tim Burton
Bueno, amigos, sé que lo que voy a decir ahora va a sonar estruendoso y sé que será el inicio de un engrudo emplumado para mi persona pero...
¡Me ha gustado un montón!. De verdad, sin trampa ni cartón, así, tirándome a la piscina. No hay ni un ápice de engaño en toda la afirmación. De todo corazón
Pudiéndose considerar una continuación (o secuela) de la primera Alicia, al igual que Hook para Peter Pan, donde me he sentido muy cómodo e intrigado por ese mundo de maravillas que propuso Carrol (aunque tengo que decir que la película, y con varias recomendaciones, me voy a hacer con la lectura de los libros pues ésta Burtonada ha sido el pistoletazo final).
El último título de Burton, que corre más por el sendero de Willy Wonka que de otros títulos cuenta con dos mundos paralelos (como en casi toda la filmografía de Tim). Al igual que en La novia cadáver (y el universo de Wonka) se nos presenta un mundo serio, triste (casi gris), donde no hay diversión apenas y todo está siguiendo los cánones de la compostura, la corrección y las normas establecidas de un encorsetado sentido del saber estar.
Antes de continuar diré que esta Alicia escogida no tiene tablas, ni transmite ni convence, cosa que es un punto negativo para la historia pues ella es la protagonista. En eso, Burton, ha fallado bastante pero para mi no ha sido gran problema, una vez metido en la historia todo sigue a pedir de boca.
Una vez entramos (o traspasamos) esa madriguera de conejo (al igual que esa fábrica o ese inframundo) todo toma vida, todo toma color. Todo es pura magia. Cierto es, también, que estamos más en un videojuego con sus consabidas pantallas o fases, no por ello deja de sorprenderme. A partir de ver esa puerta sin inicio, al lado de ese árbol retorcido (y hay unos cuantos, como no podía faltar en el universo Burton) todo es puro espectáculo, una diversión utópica, llena de fantasía, inventiva y maravilloso decorado (digitalizado, por supuesto).
Contando con una gran variedad de personajes (todos conocidos) y donde Burton demuestra que es único creando personajes icónicos como ya lo fueron Manostijeras, el jinete sin cabeza, su propio Joker... aquí vuelve a hacer lo mismo con ese Sombrerero loco (grandioso el detalle de la deformidad e impresionismo en la mirada según su estado de ánimo), su Reina de Corazones (Bonham Carter se nota a pies juntillas que disfruta con su rol: gritona, histérica, loca, repleta de tics y mohines... a la vez que me hubiese gustado, eso sí, que profundizase un poco más en su personaje - carácter) o La Reina Blanca (una Hataway exquisita, representando la candidez, el ser etereo y gracilidad de cualquier princesa de cuento de hadas - la cual me recordaba también a Giselle de Disney. Un personaje muy acertado, la verdad).
Lo demás, son meros personajes digitales pero que desde luego no me molestan y aportan su pequeño granito de arena. Cierto es que quizás los gemelos son innecesarios en cierta manera, sobre todo por la manera de presentarlos Tim. Pero de todos ellos me quedo, desde luego, con el gato de Cheesire y la liebre de Marzo. Grandes creaciones digitales para un mundo digital. El Galimatazo lo dejaremos para otro día (no por la criatura en sí sino porque últimamente no me logran conquistar con lo que son los dragones o su manera de (re)presentarlos).
Por lo demás es una cadena de situaciones mágicas, diálogos enredosos pero llenos de inventiva y chispa, una puesta en escena realmente magnífica, una BSO muy acertada, con una acción, un ritmo y una plasmación realmente divertida, un colorido y una resolutiva que aunque es cierto que cuesta de pillarle el punto a la primera (son demasiadas cosas que aunque fáciles de entender, un revisionado le va a venir de perlas) hacen de todo el conjunto un gratísimo descubrimiento y desde luego un agradecido aplauso por seguir creyendo en su realizador.
PD: Una cosa sí os doy la razón: los bailes del sombrerero y Alicia lo dejamos para el Dr. Freud, ¿eh?.