Quiero y no puedo total, además lastrada por un guión inverosímil que avanza hacia... ???. Tiene momentos aislados, el principio sobre todo cuando la indefinición global en la que navega el film parece que es simplemente porque está empezando... cuando uno es consciente que esa indefinición es principio y fin de todo, la peli cansa y agota. En especial por sus personajes; pasadísimo Bradley Cooper que no se sabe a que juega, o la insoportable Lawrence, la Renée Zellweger del nuevo siglo. Colección de mohínes, poses gatunas, bipolaridades absurdas... cierto es que parte del mal radica en el personaje, pero ella desde luego ayuda a convertirlo en un fantoche indigesto. Tampoco sale muy bien parado Batman, disfrazado peor que Val Kilmer en El Santo (fusión fría?...) A pesar de ello hay alguna secuencia brillante, Scorsese wannabe mediante... la noche de farra de ellos, la escena de la discoteca (inmensa la verdad)... pero argumentalmente no hay por donde cogerla y el demasiado rebuscado pase de modelos, escenarios, y otros clichés setenteros sin más, la acogotan mortalmente. Además viendo la nueva de Scorsese, en plena forma, la comparación y la diferencia se hace todavía más palmaria.