Lerink
The Finch Man
Yo entiendo la desesperación y la frustración, y he dicho muchas veces en este foro que si tuviese que elegir entre matar a Rajoy y dar de comer a mi familia ni me lo pensaba, pero gracias a Dios no estoy en esa situación ni nunca lo he estado y jamás voy a estarlo.
No soy quien de decirle a nadie lo que tiene que pensar, pero igual que me molesta que se le pegue un tiro a Bin Laden en lugar de un proceso judicial abierto (aunque el resultado fuese el mismo, pena capital mediante, a la que siempre me he opuesto radicalmente), pues que menos que guardar la misma convicción para alguien que, aún indeseable en muchas cosas, está a un abismo del terrorista.
Mi convicción es que tomar la vida de alguien está mal, y solo lo puedo entender en casos de defensa propia o en situaciones, como la que hipótesis que decía antes, donde uno quueda acorralado. En España, por suerte, esa situaciones hoy por hoy son inexistentes.
Si Carrasco hubiese matado a alguien, con más razón me parecía hipócrita por mi parte desearle lo mismo: estaría haciendo lo que he criticado, me otorgaría una potestad sobre su vida que consideraba que ella no tenía. Probablemente Carrasco tendría que haber pasado por una investigación, imputación, juicio y condena, tendría que haber sido apartada de la vida política o lo que fuese. ¿Matarla? Excesivo, innecesario y, lo peor de todo: contraproducente. Se puede incluso volver contra ti, como bien saben los verdugos de tantos mártires.
También puedo estar equivocado y tener esta visión tan cómoda porque más allá de algún atraco callejero muy feo no me he visto en verdaderas situaciones de vida o muerte.
No soy quien de decirle a nadie lo que tiene que pensar, pero igual que me molesta que se le pegue un tiro a Bin Laden en lugar de un proceso judicial abierto (aunque el resultado fuese el mismo, pena capital mediante, a la que siempre me he opuesto radicalmente), pues que menos que guardar la misma convicción para alguien que, aún indeseable en muchas cosas, está a un abismo del terrorista.
Mi convicción es que tomar la vida de alguien está mal, y solo lo puedo entender en casos de defensa propia o en situaciones, como la que hipótesis que decía antes, donde uno quueda acorralado. En España, por suerte, esa situaciones hoy por hoy son inexistentes.
Si Carrasco hubiese matado a alguien, con más razón me parecía hipócrita por mi parte desearle lo mismo: estaría haciendo lo que he criticado, me otorgaría una potestad sobre su vida que consideraba que ella no tenía. Probablemente Carrasco tendría que haber pasado por una investigación, imputación, juicio y condena, tendría que haber sido apartada de la vida política o lo que fuese. ¿Matarla? Excesivo, innecesario y, lo peor de todo: contraproducente. Se puede incluso volver contra ti, como bien saben los verdugos de tantos mártires.
También puedo estar equivocado y tener esta visión tan cómoda porque más allá de algún atraco callejero muy feo no me he visto en verdaderas situaciones de vida o muerte.