E-MU Teak, un digno complemento para mis Sennheiser HD 650.
Hacía mucho tiempo que no le daba una oportunidad a unos auriculares orejeros alternativos a mis Sennheiser HD 650. Lo he intentado muchas veces y el resultado siempre termina siendo el mismo: prefiero los HD 650. Con sus virtudes, que son muchas para los estilos de música que más escucho, y con sus defectos, que también son unos cuantos si quiero salirme de mis géneros habituales.
Y esto precisamente es lo que mueve mi búsqueda, ya que con mi carácter abierto a todo tipo de experiencias musicales, encontrar un auricular complementario que no tenga los defectos de los HD 650 y tenga un carácter parecido a estos, es un área donde puedo mejorar para disfrutar de música que con los HD 650.
Ni lo busco, ni voy a encontrar un sustituto para unos auriculares que llevan conmigo desde hace casi 14 años, cuando comencé en serio con la escucha de música con auriculares, combinándolos con un amplificador híbrido X-CAN V3 de Musical Fidelity y una tarjeta de sonido Edirol UA-1EX de Roland, que conectaba a mi equipo principal o a un iPod de Apple. A aquello le llamaba entonces mi Jai-end.
Jai de Jaia, por supuesto, (fiesta en euskera).
Y es que esto va de pasárselo bien. Si miro para atrás y reviso de forma crítica todas las compras y ventas que he realizado para buscar otras opciones que superasen aquello, solo le encuentro sentido por lo bien que me lo he pasado en el proceso y lo mucho que he aprendido. Porque si lo comparo con lo que he acabado seleccionando de forma definitiva, básicamente me he quedado en algo muy parecido a lo que tenía hace casi década y media.
Así que la idea es encontrar un auricular alternativo, lo suficientemente bueno como para que pueda encontrar un sitio junto a mis Sennheiser HD 650, no es tarea fácil, porque no soy amigo de tener varios modelos de nada. Me cuesta tiempo decidir qué comprar, pero no me cuesta nada deshacerme de las compras sino me dan lo que busco.
Y después de un mes con estos E-MU Teak, os puedo decir que son un digno complemento para mis Sennheiser HD 650, algo que puedo afirmar con rotundidad porque me veo buscándolos de vez en cuando, en esos momentos en donde sé que la música que estoy escuchando pide más de todo lo que dan los HD 650: más detalle, con mejores graves, mejores agudos, una escena notablemente mayor y sin perder una parte del carácter de los HD 650 con los medios, pero sabiendo que pierdo la intimidad que me ofrece el modelo de Sennheiser.
¿Seguirán conmigo dentro de una temporada? Solo el tiempo lo dirá. El mismo tiempo que necesitamos para escuchar música con tranquilidad, que lamentablemente es algo que cada vez es más difícil de conseguir, pero lo cierto es que estoy muy contento con el resultado hasta ahora.
Incluso en mis géneros más habituales como el Jazz, hay infinidad de grabaciones que agradecen una presentación de la música más espaciosa y con mayor detalle que la que entregan los HD 650.
Un ejemplo maravilloso de lo que digo es este
Omaggio alla World Music que grabara Paolo Fresu en La Casa del Jazz en 2008. Estoy escuchándolo ahora con los E-MU Teak de los que os vengo a hablar hoy, y el resultado es magnífico.
En lugar de sentir que estoy en una sala pequeña frente a los músicos, percibo el espacio de un escenario más amplio, como si estuviera en las filas 3 o 4 del auditorio de la Casa del Jazz en Roma donde está grabado. Estoy sentado allí, frente a los músicos, con los ojos cerrados y escuchando la infinidad de instrumentos que van tocando los músicos: Paolo Fresu al mando del viento con la tromba y el fliscornio, Dhafer Youssef con las cuerdas del oúd y su voz, y Eivind Aarset con la guitarra eléctrica. Además de instrumentos tradicionales hay bastante música electrónica mediante el uso de samplers, que produce sonidos de todo tipo y hacen que la experiencia se todo un viaje sensorial.
Disculpad que no os comparta el enlace para poder escucharlo, pero no está en las plataformas streaming. En su lugar os dejo esta lista de reproducción en YouTube que no suena nada mal, aunque si lo comparo con lo que me da la escucha con Audirvana de los archivos FLAC que tengo en mi biblioteca, está por debajo en calidad.
Sin ninguna duda los E-MU Teak son los auriculares más bonitos que han pasado por casa. Sus copas acabadas en madera de teca natural barnizada son su rasgo más distintivo. Sus almohadillas están realizas en cuero ecológico (a base de una proteína sintética) y su tacto es suave y muy agradable. Y la banda que apoya en la cabeza está bien diseñada, cómoda y distribuyendo el peso de forma homogénea para un gran confort.
Sabéis que para mi la comodidad es mi primer criterio de descarte para un auricular, y este aprueba con nota alta. Con 370g, pesan 110g que mis auriculares preferidos, los Sennheiser HD 650, pero es un peso muy bien distribuido y se lleva bien. El siguiente criterio es la calidad de audio de la que os hablaré más tarde, pero el aspecto estético es muy importante también, y la madera natural les da ese punto especial de saber que no hay dos unidades iguales, porque la veta de las piezas utilizadas no se repite.
El color y el tono de la madera de teca siempre me ha gustado, y salvando las evidentes distancias, me recuerdan a los Sony MDR-R10 de los años 80, aquellos legendarios auriculares que implementaron el primer diafragma de biocelulosa, el mismo material que utiliza el driver de 50mm de los E-MU Teak, que junto con un imán de neodimio son responsables de crear la base del sonido que escuchamos.
El diseño de los E-MU Teak puede recordar a los Fostex de la serie TH o a los Denon de la serie D, y es que todos ellos están basados en un diseño de la japonesa Foster Electronics, que diseña y fabrica para terceros. En concreto la base es el 443742, que ha sido usado en modelos tan reconocidos como los Denon AH-D5000, Fostex TH610, la serie limitada de Fostex para Massdrop que llamaron TH-X00 e incluso los Fostex TH-900 MK2.
La revista Stereophile
se hizo eco en este artículo de un análisis que hizo el Tyl Hertsens - el camisas - en su proyecto InnerFidelity, en una época que fue la antesala del boom de los auriculares que vivimos hoy en día. Aquí le tenéis comparando todos estos modelos que os comento.
El cable es de cobre libre de oxígeno (7N) trenzado y recubierto por una funda de plástico que hubiera preferido de tela para evitar efectos de microfonía en contacto con la ropa. Es fácil buscar alternativas ya que es intercambiable, terminado con dos conectores estándar de 2,5mm a las copas y un conector mini-jack de 3,5mm estéreo para conectar a nuestra fuente portátil, aunque también incluye un conversor de 3,5mm al de 6,5mm, más común en amplificadores y equipos de escritorio, que es donde lo uso habitualmente.
De hecho, tengo un segundo cable terminado en tela y con conector de 4,4mm balanceado, pero ahora mismo no tengo ninguna fuente con salida balanceada, así que seguramente me compre un DAC de tipo dongle que me permita probar esa salida con comodidad.
Aquí lo tenéis junto a mi equipo habitual, unos Sennheiser HD 650 que escucho amplificados por un Rega EAR MKII y al que alimento con la señal de un Rega DAC que uso como fuente, conectado a mi Sagar Hozkatua tanto por su magnífica entrada USB, que aunque está limitada a señales 16bit y 44.1Khz es mi preferida, y también por su entrada digital coaxial con conector S/PDIF, que utilizo con un adaptador de Douk Audio USB a S/PDIF y que me permite manejar señales de hasta 32bit y 192kHz para las raras ocasiones en las que escucho algo en Hi-Res.
Los conectores de 2,5mm que conectan con las copas son muy fáciles de quitar y poner, y tienen un anclaje preciso que prefiero al conector de los Sennheiser HD 650, que aunque está diseñado para ser intercambiable, no está pensado para ser de quita y pon. Este sistema me parece mejor.
Antes de daros mis impresiones personales acerca de su sonido, comparto las mediciones de Tyl en Innerfidelity.
Y también las de Amir, que
analizó el E-MU Teak en su foro AudioScienceReview, colocándolo en su lista de recomendaciones, y que ajustado con una ligera ecualización que más tarde comentaré, lo recomienda encarecidamente.
No es que sea preciamente un fan de las mediciones ni embajador de las conclusiones de terceros, pero tanto Tyl como Amir me merecen mucho respeto por el ingente trabajo que han realizado.
Las gráficas os las dejo como referencia y ni las voy a comentar. Para mi la única medida válida son mis orejas y coincido con Amir, que suele comenzar sus análisis indicando que si crees que una gráfica te puede dar una idea de cómo suena un auricular, probablemente te equivoques. Él realiza las mediciones con
un dispositivo GRAS 45CA, que es una especie de "cabeza electrónica" con este aspecto tan curioso y que cuesta nada más que unos $USD 15.000.
Un dato que sí que me parece interesante es la sensibilidad del auricular, ya que nos puede indicar cómo de fácil o de difícil son de mover sin necesidad de amplificación.
Repasemos el concepto, pues la sensibilidad tiene que ver con la impedancia, pero no es lo mismo:
- La sensibilidad muestra la eficiencia del auricular a la hora de convertir la electricidad en sonido y se mide en dB/mW (decibelios por milivatio) y es constante en toda la gama de frecuencias. Los E-MU Teak anuncian 106 dB/mW.
- La impedancia es un valor medido en ohmios que indica la resistencia que ofrece el auricular al paso de la corriente, y como podéis ver en las gráficas de Tyl más arriba, varía en función de la frecuencia. Los E-MU Teak anuncian tan solo 25 ohm.
En esta gráfica comparativa de Amir, podéis ver las mediciones realizadas por él para mis dos auriculares, los E-MU Teak con 97 db/mW y los Sennheiser HD 650 con 297 db/mW, más cercanos a los 300 nominales anunciados por Sennheiser que a los 106 que muestra E-MU en sus especificaciones.
Idealmente, un auricular de alta sensibilidad y baja impedancia podría entenderse como más adecuado con más tipos de equipos, pero mi experiencia me dice que los auriculares con mayor impedancia ofrecen un mayor control y aunque requieran de amplificación, suelen conseguir más calidad de sonido.
Con 25 ohm de impedancia y 97 dB/mW de sensibilidad, uno diría que los E-MU Teak se pueden mover sin problemas con dispositivos móviles y no deja de ser cierto. Puedo conseguir más calidad con un el equipo de escritorio, pero se mueven muy bien desde mi iPhone o mi iPad para esos ratos en que quieres salir del despacho y pasar al salón a escuchar música sin necesidad de estar cerca del equipo de sobremesa.
Conectados directamente a mi iPhone 14 Pro con el
adaptador Ligthning a toma de auriculares de 3,5mm, que no solo es un adaptador de señales, sino que incluye un DAC para convertir la señal digital a analógica y un pequeño amplificador, la calidad es muy buena, aunque debo llevar el nivel de volumen sobre un 80%-85%. No percibo distorsión, pero no hay apenas headroom para grabaciones que requieran más volumen.
Como reproductor para estas pruebas utilizo Plexamp, que se conecta a mi biblioteca de archivos FLAC, que forma parte de la colección de medios que colecciono y gestion en mi servidor Plex, y al que puedo acceder tanto desde mi red local en casa como a través de Internet.
Como disco de pruebas, el último trabajo de Joshua Redman "where are we", que me parece fabuloso y que me ha descubierto a una para mi desconocida Gabrielle Cavassa, con una voz sorprendente. Hace un par de días pasaron por el Tiny Desk de Bob Boilen en la NPR y dieron
un miniconcierto maravilloso que os invito a ver en YouTube. Además del saxo de Joshua y la voz de Gabrielle, tenemos una sección rítmica impecable con un inspiradísimo Paul Cornish al piano, Philip Norris al contrabajo y Nazir Ebo impecable con la batería.
Hace un tiempo actualicé mi iPad al modelo Pro con procesdor M1 que lleva conector USB-C en lugar de Lightning como el iPhone, y tengo que comprar el
adaptador de USB-C a toma de auriculares 3,5mm estéreo, pero de momento me estoy arreglando con un adaptador HIDIZS Sonata HD con el que obtengo más headroom que con el adaptador de Apple, con un volumen de escucha sobre el 65% del potenciómetro digital, aunque reconozco una ligera distorsión si subo el volumen que en el de Apple no existe.
En mi equipo de sobremesa estoy usando la última versión macOS Ventura, y aunque no es mi reproductor habitual, para hacer una prueba homogénea, he probado a reproducir el mismo álbum con la aplicación de Plexamp para macOS y así hacerme una idea de las diferencias escuchando el mismo álbum, con el mismo software y en 3 dispositivos con arquitecuturas diferentes.
Y la verdad es que Plexamp suena muy parecido en los tres equipos. En el Mac tengo muchísimo headroom, porque el amplificador Rega EAR MKII es una mala bestia que está pensado para darle chicha a auriculares que ofrezcan mucha resistencia y este no es el caso. De hecho, si subo el potenciómetro de volumen llego a zonas insoportables y que introducen una clara distorsión. Pero si trabajamos en la zona saludable, el sonido es muy, muy bueno.
En macOS controlo la salida de sonido con
SoundSource, un complemento magnífico del equipo de Rogue Amoeba, que se sitúa por encima del mezclador del sistema y que te añade un montón de controles, entre otros la posibilidad de aplicar una ecualización paramétrica a la señal de audio, algo que ya me gustaría que se pudiese hacer en el iPhone o en el iPad, porque estoy descubriendo que se puede afinar el sonido de un auricular aplicando esta técnica.
La ecualización paramétrica la he guardado en un archivo de texto con los valores recomendados por AudioScienceReview y la he importado a la lista de SoundSource. En la parte inferior de la captura de pantalla tenéis los valores de los 4 filtros aplicados en la frecuencias de 30Hz, 3289Hz, 5464Hz y 10600Hz.
Pero cuando quiero la mejor calidad en el equipo de sobremesa, mi reproductor preferido es Audirvana, y con él consigo mejorar notablemente el sonido resultante. Llevo usándolo muchos años y la diferencia con respecto al sonido del sistema me resulta muy importante.
Para mis pruebas, elijo la salida USB del Rega DAC, que es la que más me gusta para escuchar álbumes en calidad CD, a 16-bit y 44.1kHz, que es el tope de lo que puede procesar esa salida USB.
Si repasamos la configuración, veréis que utiliza el acceso exclusivo y el modo integer para evitar cualquier tipo de interferencias, y se comunica directamente con CoreAudio, el API del sistema operativo de Apple para gestionar el sonido.
Al no pasar por el mezclador del sistema, perdemos la posibilidad de aplicar la ecualización paramétrica de SoundSource, pero cuando reproduzco con Audirvana, utilizo el plugin FabFilter Pro-Q 3, que es buenísimo y se integra con Audirvana a la perfección. Podéis elegirlo desde la sección Audio Units y configurarlo a vuestro gusto.
Estos son los mismos ajustes aplicados a la curva de respuesta de frecuencia usando la ecualización paramétrica de FabFilter Pro-Q 3
Y ya solo queda disfrutar de la música, en modo ventana compacta para evitar distracciones. Este álbum es una excelente grabación con la que te puedes deleitar de todos los detalles, tanto de los instrumentos como de la exquisita voz de Gabrielle Cavassa, que aunque parezca italiana es nacida en California y vive en Nueva Orleans. Junto al inconfundible saxo de Joshua, tenemos a Aaron Parks en el piano, a Joe Sanders en el contrabajo y a Brian Blade al mando de las baquetas. Curiosamente, un trío distinto al que tocaba en el Tiny Desk del otro día.
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Y si os apetece escuchar a Gabrielle Cavassa, dadle una oportunidad a este trabajo.
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Feliz fin de semana, y a disfrutar de la música!