Respuesta: Avatar (de James Cameron)
Vale, ahora en serio, aunque cuando la estaba viendo me estaba partiendo la caja con lo que había leído de vosotros y el mundo de discoteca
lo prometido es deuda y dije que Sorel me había convencido para ir a verla.
No se trata de dejar el cerebro antes de entrar en la sala, lo importante, en mi opinión, en una película de este estilo es que el director consiga meterte en su historia, en su mundo, e intentar por todos los medios no sacarte durante su largo metraje.
Lo curioso y, para mí, sorprendente es que Cameron lo consigue durante los primeros 3 cuartos de hora, a pesar del Ribisi que da asco desde el primer minuto, los demás se presentan como personajes bastante bien descritos, evidentemente funcionales, pero que sirven para presentar la historia, la entrada en la comunidad y hasta el malo maloso muestra algo de virtud prometiendo que ayudará al prota para unas nuevas piernas. En general, buenas tomas de Pandora y descripción del medio a pesar de que las criaturas que rondan por el bosque me han parecido demasiado metálicas y, en consecuencia, artificiales.
Y hasta aquí, pasada la introducción, digamos cuando entra el el nudo de la historia, empieza la catástrofe, lo que me había parecido un esfuerzo por parte de Cameron de no bipolarizar la historia, de darle algo más de volumen, de presentar algunos matices en sus personajes, se va literalmente a la mierda cuando ya lo han hecho uno más de la comunidad, empieza el festival de buenos y malos, una sucesión de tópicos sin justificación con muchos momentos de comedia involuntaria ("no me alisté para esta mierda"), de vergüenza ajena capitaneada por ese espantoso personaje del coronel, todo se convierte en puro videojuego.
Lo que al principio podía esbozar algo de seriedad en la presentación de ese texto ecologista/religioso/poético se convierte en algo sonrojante, de baratillo, de pose, con un tono apestosamente plagiario de los Elfos (que jamás pude tragar en las de Jackson) de los Anillos, culminado por esa ridícula escena en la que el prota invoca a la deidad provocando que los animalitos se vuelvan contra los marines (qué bonito), momentos absolutamente de pellizcarse como el clímax final con el coronel espetándole algo como "te equivocaste de bando".
Me ha sorprendido gratamente la actuación del protagonista, así como la ausencia de humor imbécil enmedio de la tragedia, pero son pequeñas cosas aisladas que, junto con el comienzo de la película y la imaginería visual, son muy poco para salvar este mastodóntico proyecto que va de más a menos de una manera exageradamente exponencial hasta llegar a un final ridículo.
