Respuesta: "Blancanieves y la leyenda del cazador / Snow White and the Huntsman"
Película de una coherencia aplastante en su búsqueda de la belleza más vacua, con posiblemente el diseño de producción más atractivo para las capacidades de un blockbuster de fantasía desde la saga anillera. La dirección artística es extraordinaria, con un trabajo de decorados exquisito, y eso que la imaginación de los diseñadores estaba atada por el concepto (el diseño del espejo, del castillo, del bosque, del santuario... fantástico). El vestuario de Colleen Atwood es el segundo punto fuerte, y aunque haya que tragar que Charlize Theron cambie de modelo durante el mismo día, es otra gozada para los ojos y no de forma totalmente gratuita. Los efectos especiales y maquillaje son también inmaculados, tanto lo digital (fantásticos los bosques o los guerreros) como el trabajo de escalas, dobles y reemplazo de caras con los enanos. Enanos que tienen un diseño diferenciado, algunos con toque cómico, sin necesidad de convertirlos en emplastos de prótesis andantes, como parecen los de cierta superproducción de próximo estreno.
La foto no está mal potenciando la belleza de todo lo que hay delante de la cámara, buscando cierta aproximación realista en estos tiempos de tanta manipulación de color. Quiero decir, aquí también la hay, pero manejado con más gusto, y en este sentido ofrece sensaciones distintas a otros buenos trabajos recientes en el género como algunos Harry Potter. Siempre se agradece que no vaya por el camino kitsch de Jackson y Lesnie. No impresiona, pero está muy bien.
La decepción viene del apartado sonoro, con un James Newton Howard al que casi superan las decentes e innecesarias canciones, y un trabajo de sonido restante de lo más rutinario.
Quedaría hablar del guión, una idea que a mí no me parecía nada mal, pero que como cabía sospechar no han sabido cuajar en absoluto. Esto se debe a que con la manía de alargar porque sin al menos dos horas no hay épica, llega un momento en que el desinterés por los personajes tan fríos y sus relaciones tan cutremente construidas es tal que mis oídos prefieren hacer oídos sordos a los aparentes e incapaces diálogos. A esto no ayudan las nulas habilidades narrativas del director, su equipo de montadores y/o el estudio.
Pero como digo es una película muy coherente en su atención por el envoltorio que cubre la nada, hasta el punto de colocarse detrás de la mala de la función, una Charlize Theron que no sabe desmadrarse. Sufro con ella y deseo que venza a esa patética Blancanieves guerrera, encarnada por Kristen Stewart y sus dos fosas nasales, en permanente estado de esnifar pimienta. Al menos el director supo darle otro uso.