En fin, obra maestra. No por el final, sino por el principio. Ese Walter destrozado por dentro después de la pelea con su hijo Jesse. La soberbia le pudo, el creer que Jesse estaría ahí aun cuando le tratase como una mierda. Y no, cree haber perdido a un hijo y ahora a su modo se lamenta. Y peligrosa como inútil sería la redención.
Mientras tanto el trato que no le ha dado su padre "adoptivo", se lo está dando Gus, ayudándole en cierto modo y mostrándose protector antes de la "mascletá". Jesse se hace importante, lo que no se si es bueno en el doble sentido sabiendo que Gus es una locaza. En fin, locaza, pero se monta la vendetta contra don Eladio acabando con los ganster del Cartel. Enorme como se lo monta.
Y mientras tanto Skyler tratando con el hijo de puta de Ted. Ya se lo avisó Saul, probablemente porque se vio a sí mismo en Ted. Por cierto, Saul está en plan bastante competente, se las sabe todas el cabrón.
Bueno, uno de los mejores episodios de la serie. No por lo que deja al final, un Mike presumiblemente muerto entre otras cosas, sino por esas cosas que lo rellenan desde el principio, viendo a nuestro protagonista de nuevo desnudo ante las circunstancias.