Cine Español

A mí es una película que se me hace difícil de valorar, de tal experimental, y el tema del cine dentro del cine suele ser susceptible de caer en la vacuidad y en el no contar nada. Esta, sin embargo, me pareció en general un ejercicio interesante y con algunos tramos de mucha fuerza.
 
El desencanto, de Jaime Chávarri

Documental sobre la familia del poeta Leopoldo Panero, donde sus miembros (la esposa, Felicidad Blanc, y los hijos, Leopoldo María, Juan Luis y Michi), con la excusa de la conmemoración de la muerte del padre, relatan confidencias, impresiones personales, recuerdos, al tiempo que se reprochan entre sí sus errores y sus decepciones. Cine de palabra más que de imagen, donde el director queda marginado frente a lo que tiene ante sí, una historia real que parece una ficción digna de Visconti, un crudo testimonio sobre la decadencia de una familia, que contiene una intención de crítica hacia el régimen franquista; por fuera una dignísima estirpe, con una figura pública intachable, homenajeada, como es la del patriarca... pero podrida en su intimidad, por culpa de la incomunicación y de la fragilidad de las relaciones entre sus miembros. Destacan, cómo no, los absolutos (y entre geniales y esperpénticos) personajes que son los hijos, entre ellos, el famoso y ya difunto Leopoldo María, poeta maldito que experimentó la realidad de los sanatorios y de la prisión.

Blanco y negro, Franz Schubert, lugares y estancias cargadas de recuerdos... con el final de la película queda claro; la continuidad de la familia Panero es más que dudosa. De ello se desprende, como dice Leopoldo María, una visión de la historia que es como la de un puro melodrama, y otra no tan distinta que es la realidad simple y sin añadidos, lo que encontramos en la película, revivido a partir de testimonios dispersos. El silencio, la pasividad de la madre, la presencia lejana y entrometida del poeta Luis Rosales (entre otras muchas amistades), la frivolidad de ciertos recuerdos... y repentinamente, la muerte, la desaparición de un personaje que parece odiado, temido, pero cuya ausencia parece imposible de llenar a partir de entonces (aquí el asunto cobra incluso un cariz incestuoso). La delgada línea entre la locura y el genio, la responsabilidad de tener que estar a la altura de un referente... las máscaras desaparecen, en definitiva, y lo real queda a la vista de todos.

Un retrato preciso y despiadado no únicamente del poeta de marras, sino de una familia, indisociable de un país y de una época cuyo trasfondo palpita tras las imágenes.


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Vista en cine ayer, sala pequeña pero a rebosar lo que me alegra enormemente. A ver si se pone en su sitio: la peli en particular y la carrera como director de Fernán Gómez en general. Tenía el recuerdo de algo muy teatral, algo en general bastante acusado en el cine de Fernán Gómez, especialmente en diálogos e interpretaciones, pero hay que tener en cuenta que Fernando es esencialmente un dramaturgo. Y esa teatralidad desembocaba en algunas ocasiones en momentos de cierto histerismo, pero ahora tengo claras un par de cosas. Ese histerismo que viene sobre todo por parte de sus dos actrices protagonistas-antagonistas, se debe a que la película está narrando un vivir histérico, el día a día en un pais cazurro, represivo, terrible y gris. Y está contado desde el punto de vista de la mujer, poco más o menos que el "ángel del hogar"; la terrible realidad es: amas de casa, esclavas y objetos de deseo. Me parece increible la sensibilidad de Fernán Gómez para en pleno inicio de década de los 60, se atreva con algo como esto, denunciando el acoso y la explotación de la mujer. Hay escenas como la del baboseo callejero que habría que poner en los colegios y que desgraciadamente siguen siendo el pan de cada día (sobre todo en los semáforos). Nada que dedir ante momentos de violencia doméstica con el añadido que con la sensibilidad actual son realmente impactantes. Sin embargo lo más estremecedor sigue siendo el tema de las mentalidades, en especial la iglesia y la autoridad, representadas en el hijo y el padre. La iglesia como organismo ausente, pasota ante el sufrimiento real mientras sea capaz de mantener privilegios; y la autoridad amparada en ideas de honra (subnormalidad heredada desde el siglo XVII y que solo ha servido para que los extranjeros nos ubiquen como tópico romántico), vista como algo anacrónico y absurdo en la figura del padre. Con esto se entiende que la película fuese arrinconada, ya que maneja ideas como el aborto, la prostitución y la miseria moral de un pais miserable. Pero sobre todo, que sin hacer mención alguna a la situación política, es una de las críticas más agudas a la dictadura y a la propia España de la época, y una película que hay que seguir reivindicando como necesaria.
 
la verdad es que es una peli incomodísima y muy cruda para la época, más bien un documental social -y madrileño de paso, fabuloso-, aunque yo también veo que al final el personaje más negativo, el prota, si bien refleja muchas cosas, sobre todo refleja su propio fracaso individual.
 
Absolutamente.
Lo que habría que analizar es cuáles son los motivos de ese fracaso. A pesar de que está retratando a un perdedor universal, contextualizado en época y lugar nos da respuestas interesantes. La más importante es como al fracasar estrepitosamente arrastra a su mujer e hijos. Durante toda la película se nos va diciendo que todo el mundo menos Eloísa veía venir de lejos a semejante zoquete menos ella. Y cuando resulta patente, ella sigue con él porque el divorcio no se contempla, ella llorará y suplicará por más que la humille, con tal no de parecerse a su hermana. Porque el estar casada incluso con su condena, la aleja de la sensación de fracaso vital que es a lo que una mujer en España superada la treintena está abocada, como deja claro Calle Mayor. O de deshonra, su argumento "antihermana" favorito, y que por supuesto que lo que Dios ha unido que no lo separe ni Dios .
Y Faustino (F.F Gómez) es incapaz de imponerse mínimamente a quien le acosa, es decir es incapaz de poner algo de dignidad para luchar contra eso que le humilla. Se deja llevar -como tantos españoles en su momento- de una fuerza opresora injusta y eso deviene en frustración personal y el pagarlo en casa de forma cobarde con su mujer. Faustino es un perdedor universal, pero el tratamiento que de él hace F.F.G. lo convierte en una derrota muy trágica, muy española, y muy del momento.
 
pues también.. en el fondo Faustino no es el protagonista sino las dos hermanas; hablas del "orgullo y el honor" del padre-autoridad pero también hay un orgullo-honor absurdo y casi más demoledor en la relación entre ellas dos que sin que nadie las haya obligado se han construido entre ellas, quizá como respuesta al ambiente social en una especie de "yo también puedo crear mi propia mentalidad opresora"

otra cosa que está muy bien, aunque sea muy breve es la minisecuencia de cine negro castizo con el robo; FFG se atreve con todo.
 
Es cierto, en todo ese drama de pura excitación nerviosa, una secuencia que podría haber solucionado en un plano anecdótico o incluso una elipsis, de pronto pierde 5 o 6 minutos en mostrar el atraco, casi como Rififí. Muy de cine franchute de los 50... La peli que desarrolla un tono muy realista en su narrativa, se descuelga con planos, imágenes y secuencias con mucha personalidad. No ya las voces en off, pero la hija adulta/niña subiendo la escalera, los recuerdos, las miradas a cámara... Hay cositas arriesgadas que hablan de un tipo bastante inquieto para ser "solo" un autor teatral, y que se nota ha mamado mucho cine de la época.

A mi me alucina su tratamiento del universo femenino, primero por la época y segundo en alguien tenido siempre como muy baturro. Las protagonistas de la peli son las mujeres, y especialmente las dos hermanas, que son dos personajes muy sencillos en cuanto arquetipo, pero complejísimas en desarrollo. El rollo ese del honor, tan español y tan dañino en el fondo, es terrible...
 
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Hijos de papá, de Rafael Gil

Firmada por uno de los cineastas más prolíficos de nuestra cinematografía, esta comedia de principios de los 80 viene a ser una crítica dirigida a las nuevas ideas presentes en la sociedad española de la época, en el contexto de las diferencias generacionales entre padres e hijos. Por un lado están los padres, criados en la sociedad ultraconservadora del régimen, con los usos y costumbres de aquel entonces, derivados de una mentalidad rígida. Por otro lado están los hijos, jóvenes que han conocido la democracia, que no respetan nada y que viven en un perpetuo despendole, “hijos de papá”, carentes de los más elementales valores. Un momento de oro; Ana Obregón en plan falangista, lanzando vivas a Franco un 20-N en la plaza de Oriente.

Como comedia hace gala de un humor inocente y trasnochado. Como película es un truño que produce más grima que otra cosa. Pero como testimonio social, no tiene precio y capta con acierto las mentalidades en conflicto de un país que estaba abriéndose a la democracia, todavía con un legado franquista del cual no había conseguido desprenderse. Cine de la transición en estado puro. Dos mitades; la primera es la de los padres, sátira amable del franquismo en sus tiempos más gloriosos, y la segunda es la de los hijos, mostrando la decadencia actual. Pero el mensaje, pese a ser de un conservadurismo convencido, es más bien elegíaco, nostálgico... los tiempos cambian, pero hay que resignarse y aceptarlo, parece decir. Que antes tampoco era todo perfecto, pero...

Con Franco no pasaba ésto: THE MOVIE


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Nueve cartas a Berta, de Basilio Martín Patino

Lorenzo (Emilio Gutiérrez Caba) es un joven de provincias que ha vuelto de un viaje a Londres, el cual ha cambiado su visión del mundo y de la vida que llevaba hasta el momento. Allí ha conocido a una tal Berta, a quien dirige una serie de cartas donde proyecta el desencanto que siente.

Muy importante película del llamado “nuevo cine español” y debut de Martín Patino. “Nouvelle vague” a la española, o al menos una aplicación de los nuevos hallazgos del cine de los 60 a la cinematografía patria, causando un cierto revuelo entre la crítica conservadora de la época. Historia de un individuo vitalmente insatisfecho, frustrado ante una realidad gris, ante el augurio de un futuro incierto y convencional. Como paraíso de la libertad y vía de escape, un Londres que ni siquiera conocemos. La amiga inglesa, una presencia lejana y sin respuesta, más una excusa para el desahogo y la confesión de Lorenzo. Subyace a todo ello la diferencia generacional; los jóvenes de por aquel entonces que no han vivido la guerra civil, que no han experimentado el desengaño y el resignado conformismo de los padres y que anhelan “algo más”... pero no es tan sencillo, pues la cotidianeidad es tan hostil como cómoda, tan insidiosa como fácil de llevar.

Las constantes dudas, recuerdos, rebeldías del protagonista (personaje cuyo rasgo definitorio, a mi manera de ver, es la pasividad), lejos de un romanticismo ingenuo, permanecen en el ámbito de la incertidumbre, pudiendo trascender incluso el ámbito temporal y geográfico; el querer aspirar a una mayor independencia personal cuando se ha crecido en una realidad mediocre, con todo dado (algo difícil de comprender para algunos), el querer escapar al ámbito (a veces opresivo) de las amistades, la familia y la novieta, de las costumbres y de los estudios, al tiempo que no puedes evitar el apego hacia lo tuyo. Patino no juzga a nadie en su narración documental, con imágenes tomadas directamente de la realidad; para quienes hemos vivido en Salamanca*, es un testimonio impagable. El relato es discontinuo, abundan elipsis y rupturas, las imágenes quedan congeladas bruscamente. La historia son realmente varios episodios con el nexo común de las cartas, pura literatura.

Me ha parecido un tanto redundante la película, como si cada una de las situaciones que presenta giraran en torno a los mismos temas, con un final no resuelto que puede leerse como esperadamente pesimista, que al final todo da igual, que nos divierte jugar al existencialismo atormentado, alternar con la gente “cool”, y luego vamos tranquilamente a misa. Y la vida continúa.


*El paseo nocturno en compañía del profesor exiliado es memorable, recordando la grandeza castellana, echando de menos la tierra que ha debido abandonar.
 
Me parece una peli fundamental de nuestro cine, una joyita que no necesita de mensajes explicitos para criticar la mediocridad de un pais sumido en una nausea perpetua con olor a incienso.
 
La petición, de Pilar Miró

Una joven de la alta sociedad, cruel y malcriada (Ana Belén) vuelve a encontrarse con un amigo de la infancia. Cuando los dos inician una tórrida relación, el destino se les viene encima en forma de crimen funesto.

Película de 1976, que levantó ciertas apollas por ser la opera prima de una joven directora que hablaba sin tapujos de temas controvertidos, haciendo gala en sus imágenes de un incómodo erotismo. Historia de sexo y muerte, inspirada en un relato de Émile Zola sobre una niña bien que oculta un desmedido impulso sexual, con matices sádicos incluso, siendo los hombres que la rodean poco menos que marionetas en sus manos. El estricto entorno social donde ha crecido vigila con lupa todos sus movimientos, pero por paradójico que resulte, nadie es capaz de ver al monstruo tras la más inocente mirada. Nada halagüeño el final, donde la niña encuentra un buen partido y somos testigos de su auténtica naturaleza en un plano congelado.

Los personajes quedan divididos entre los guardianes de dicha moral pacata, en definitiva, y entre quienes son guiados estrictamente por lo que les dicta su entrepierna. Tanto la ambientación como la música son aspectos destacables y que añaden un matiz inquietante. Lamentablemente, lo demás no está a la altura y hace perder interés a una propuesta que es fácil de sentir como desaprovechada. No es perceptible en pantalla una pasión visceral, una intensidad dramática, a la altura de lo que tan sórdida historia requiere. El resultado es un tanto frígido, estirado, pese a que Miró construye secuencias enteras sin diálogos, como la del parque, donde ella conoce al mudo (tal vez lo más conseguido de toda la narración), y cuando le lleva a la alcoba.

Ejercicio de morbo (para la época), con una Ana Belén jovencilla, haciendo de pendón y mostrando alguna teta. Lo demás, MEH.


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CÓMICOS (1954, -Juan Antonio Bardem)


Excelente retrato de la vida tras las bambalinas de un grupo de cómicos, escrito por alguien que amaba y entendía el sacrificado oficio de los actores, rodado con fuerza e inspiración por un Juan Antonio Bardem que encaraba los mejores y más memorables años de su carrera. El film parece algo así como una lectura particular de la americana "Eva Al Desnudo", también centrado en una protagonista femenina a la espera del papel definitivo que la haga subir de categoría...Reforzado por una gran dirección de actores en la que ya se encuentran algunos clásicos de nuestro cine (Fernándop Rey, Manuel Alexandre, Emma Penella) y una puesta en escena en la que los recursos estéticos están muy bien utilizados en función del discurso que se quiere explicar.
 
Marcelino, pan y vino, de Ladislao Vajda

Cuentecillo edificante convertido en película de enorme éxito en su tiempo, y no solamente en el ámbito español. Y una catequesis en vena, con argumento que no da ni para dos folios en realidad; un religioso le cuenta a una niña enferma la historia de Marcelino, un niño confiado a unos frailes al nacer y protagonista de un milagro cuyo recuerdo es conmemorado en el pueblo. Conferencia Episcopal, revisionen ésto, que propone un muy católico modelo alternativo de familia; Marcelino tiene doce papás, que también son mamás, hombres de iglesia muy “genderfluid” que cocinan, lavan ropa, trabajan la tierra... y que son llamados poco menos que medio-hombres por el malo de la película, un resentido alcalde que quiere echar a los bondadosos y apacibles frailes de un terreno, propiedad del ayuntamiento, que el venerable cacique anterior de la localidad les había concedido por sus santos cojones.

El caso es que Vadja no sólo es un buen narrador, sino que acompaña la narración con unos cuantos encuadres de gran expresividad, que no son ninguna tontería. El milagro final, un momento de una fuerza dramática considerable, estropeado por un efecto muy cutre, quedaría mejor de no haber renunciado al fuera de campo, con el cual son creadas unas situaciones que parecen de terror involuntario (más todavía con un final que... sin comentarios, con el deseo del niño de reunirse con la madre). El inserto musical sobre la vida cotidiana de Marcelino también me ha hecho mucha gracia... las coordenadas de la película son las de un cine muy popular y que va a las emociones más básicas, de ahí que sobreviviera a la coyuntura de la época (hay una mención a la conquista napoleónica, en un claro paralelismo con la guerra civil, la “España para los españoles”, etc.).

Dejando al margen el aspecto sociológico, película curiosa que pone de manifiesto la tan humana necesidad de la fe y de los milagros en tiempos aciagos.


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Curioso el caso de Dani Rovira y su ultima película, El futuro ya no es lo que era.

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en esta interesante entrevista a su director, nos cuenta su parecer :

Entrevista a Pedro Barbero, director de 'El futuro ya no es lo que era'

Yo tengo una teoría sobre Dani Rovira y su boom. Cuando en España tienes una exposición tan brutal lo mas normal es que generes tal hartazgo en la gente que estos de algun modo, se lo toman como algo personal y te la tienen guardada. Ya surgieron los primeros roces con la desafortunada intervención de Clara Lago en El hormiguero, cuando dijo eso de que los fans la molestaban y tal .

en el caso de esta película , por el hecho de no promocionarla, da la impresión de que el tío se ha vuelto un divo. Ha visto lo mala que era y no le ha dado la gana defenderla. Y a lo mejor sencillamente ha cumplido con las obligaciones contractuales, fue a Málaga, al photocall y punto. O que alguien, su representante o asesores, le han dicho que mejor que no se le asocie mucho al film. Que haga lo justo.

El director del film, se le nota algo dolido, pero siempre desde la corrección y respeto. Yo creo que Rovira es un buen cómico y monologuista, pero ni mucho menos el mejor de su generación. ¿El mas accesible? Seguramente. Su humor es muy familar, muy blanco. A mi me interesan mas otros, aunque tambien creo que suma mas cuando está bien acompañado. Tenía un programa , Alguien tenía que decirlo, junto a Txabi Franquesa y David Broncano en La sexta, al mediodía, el predecesor de Zappeando, que era genial. En concreto había una sección , Oh my glam!, en la que hacían de millonarios que era el descojone.

Pues bien, estoy convencido de que ese programa sale justo después de 8 Apellidos vascos, y hoy seguiría en antena. Era un formato muy fresco, la química que desprendían los 3 era formidable, estaban muy cerca del público y de la calle ( el plató era un local bajo del centro de Madrid en el que los presentadores accedían al mismo entrando por la puerta, y a veces salían y pillaban al primero que iba por la calle para preguntarle cosas, la gente miraba por el escaparate ) , había muy buenas secciones ( Guti News, del mundo rosa, donde se reían de todo )


A lo que voy: yo creo que si para 8 apellidos vascos hubieran escogido a Franquesa, ahora sería su jeta la que veríamos por todas partes. Con la diferencia de que Txabi es mas canalla, mas interesante y menos complaciente.
Pero claro, Txabi no es andaluz y no encajaba tanto en ese perfil de sevillano pijo.

Pero creo que el éxito de Rovira es coyuntural, es mas , veo que a mucha gente que le encantó en la película no le gusta ni le hace ninguna gracia en los monólogos ( no digo ya la secuela catalana )
 
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