Respuesta: Clásicos animados de la Disney
Bueno, pues volviendo a mi ciclo (olvidado) de clásicos Disney, ayer cayó:
- Tod y Toby
Un clásico en perfecto estado de conservación y merecedor del aplauso más rotundo. Con unos cuantos años de por medio desde la última vez que le di un repaso lo cierto es que este título siempre me pareció muy duro, quizás excesivo pues acudíamos sin poder remediarlo a la enemistad acérrima entre un zorro y un perro, Tod y Toby respectivamente. Ahora que uno ya ha crecido lo suficiente como para comprender aún mejor la situación puedo decir que esta película es la más seria de todos los títulos de la era Reitherman y esta vez con todas las de la ley.
El principio no deja al espectador indiferente. Al igual que Bambi, descubrimos fuera de campo y bajo el ensordecedor disparo de escopeta, el asesinato sin contemplaciones de la madre del protagonista (y bajo la mirada atónita de Mamá Buho). Si eso no es poner las cartas sobre la mesa... una vez más el protagonista es huérfano de padres pero cuidado por la cándida, bondadosa (y sobre todo esponjosa) viuda Tweed. Al otro lado de la cerca, por así decirlo, se encuentra el eje del problema: el cazador, Amos Slade y su nueva adquisición: el cachorro Toby, el amigo acérrimo de Tod y enemigo futuro.
Uno podría caer en el error que la película es boba, tonta o infantil porque nada más lejos de la realidad. Lo que aquí podemos encontrar es la esencia de la vida y la verdad más absoluta de la historia universal (y bien remarcado con la canción melancólica "si amigos se ha de ser"): que cuando eres niño, bajo la inocencia pura, no entiendes de razas o colores. Sólo vale la amistad. Como recalca el pequeño diálogo:
- Tu eres mi mejor amigo, Toby.
- Y tu el mío, Tod.
- ¿Siempre seremos amigos, verdad?
- Sí, siempre.
No saben lo que encierra su "color". Ellos sólo saben que son amigos pero el tiempo pone las cosas en su lugar y ahí podemos ver, con el cambio de estación y ya todos crecidos, que esa amistad era imposible, nunca pudo llegar a buen puerto y la película lo plasma con gran sutileza y una maestría perfecta, impoluta. Cierto es que por medio hay humor fácil, dejado en manos de esos dos pájaros, Dinky y Trabalenguas, a la caza de esa oruga. Quizás sea, ahora que uno es adulto, lo que entorpezca el metraje pero entiendo que se ha de hacer las cosas a la manera Disney.
Tanto la animación como los dibujos son muy clásicos lo cierto es que los decorados están más correctos que los últimos títulos vistos hasta la fecha de la edad Reitherman. Podríamos decir que es donde más esmero hay pues el bosque, el campo, la vegetación (como no podía faltar, una noche lluviosa y llena de truenos) o la animación de los personajes está mejor cuidada que de costumbre. Cierto es, no se puede negar, que Tod (y Vixie) son bastante deudores de Robin Hood y Marian, pues su fisonomía es muy parecida, sobre todo en las facciones de la cara, los personajes de Jefe, Amos Slade o incluso las de la Viuda Tweed son muy acertadas y es fácil cogerles simpatía o cariño (en este caso, como en cada título, mi favorito de toda la película siempre fue el cazador por su rabia incontenida, esas facciones de cazador furtivo y esa carencia de sensibilidad hacia la naturaleza).
Pero aparte de todo esto mencionado contamos con set pieces maravillosas. Momentos como cuando le muestran lo que es un cazador a Tod abriéndole la puerta del cobertizo, con todas las pieles colgando, o cuando le enseñan a Toby a cazar (por cierto, muy bonita la plasmación de la nieve) o cuando intentan cazar a Tod provocando el accidente trágico que desencadenará la enemistad odiosa entre los dos amigos sin futuro (la acción, la tensión y la BSO están perfectamente plasmadas). Pero si hay una set piece que deja con la boca abierta es la del enfrentamiento entre el oso, el cazador y los dos protagonistas. Es pura acción, pura simetría cinematográfica, sin ápice de edulcorante. Hay rabia, fuerza, furia en cada uno de los planos y si encima redondeamos la película con el momento culminante que es Toby capaz de entregar su vida para evitar la muerte de Tod (con ese plano final de los dos animales, voz en off con el diálogo citado arriba mediante, tomando distintos caminos) nos damos cuenta de que estamos ante una película adulta, seria y con un fundamento perfecto para pertenecer a los grandes títulos de la casa Disney.