Atreyub
En busca y captura
CORTOS DE: Oswald, The lucky rabbit (bloque 1)
Trolley Troubles
Los cortos Alice se acaban y dan paso a Oswald, un conejo negro, el cual mucho tiempo después acabaría convirtiéndose (o dando paso, qué más da) en el ratón Mickey, el personaje más famoso de la factoría Disney.
Como primer corto de Oswald indicar que es demasiado básico. La trama gira en torno a un maquinista y su viaje a bordo de la cabina de un tren. El corto es muy monótono e incluso raya el aburrimiento pues en sí no pasa nada. El tren sigue el camino sin atisbo de que vaya a ocurrir nada bueno o nuevo que pueda captar nuestro interés. La animación es demasiado básica, la acción es demasiado repetitiva y lo que son los bucles están a la orden del día (sobre todo en el primer y último minuto donde Oswald atraviesa con el mismo movimiento unos 5 túneles).
Algún que otro acierto en cuanto a efectos de fondo pero no salvan el conjunto. Oswald no tiene diálogo (aún seguimos con el cine mudo) pero sí se expresa mediante sonidos similares a toques de bocina. Sus movimientos son un tanto similares a el gato que acompañaba siempre a Alice y sus intenciones tienen pinta de ser más o menos las mismas.
Oh teacher
Ameno es la palabra que resume este 2º corto. Lo que en un principio parte como un viaje hacia la escuela acaba siendo un enfrentamiento entre 2 alumnos (uno de ellos, claro está, Oswald). Todo lo que acontece tiene razón de ser y todo lo que se nos muestra tiene pies y cabeza (dentro de lo que un corto animado puede tener de cordura). Aparte de que conocemos a la novia de Oswald (la parte femenina pues es el mismo dibujo sólo que con pestañas y indumentaria femenina).
La animación es muy variada y no hay apenas bucles mientras que el humor y el ingenio están al día. Situaciones alocadas y un tanto surrealistas son menos acentuadas que cortos anteriores. Un divertido corto donde todo sigue más o menos unos patrones y unas pautas correctas y bien definidas. Lo que podría haber sido un corto fallido acaba convirtiéndose en un acierto donde el guión está bien elaborado y los chistes visuales hacen reír. Correctísimo.
The Mechanical Cow
Esta vez el oficio de Oswald es ser un lechero y de ahí la vaca del título pero no es una vaca cualquiera como ya vaticinaba la famosa canción pues es una vaca mecánica (sí, como leéis) pero con vida propia (aparte de ser utilizada tanto como lechera, como vehículo o con lo que la situación requiera).
La presentación es muy divertida pero es lo que desconcierta al principio pues al ser una vaca mecánica tiene sus bisagras y tornillos y es lo que choca en un principio. Esta vez el fin del corto sigue siendo el clásico secuestro-persecución por parte de un villano anónimo que rapta a la novia de Oswald.
La acción es la clásica que acompaña siempre a las persecuciones en los cortos donde los villanos disparan y los buenos esquivan. Persecución que siempre acaba con el mismo resultado y que no logra captar demasiado a la sorpresa pues se sabe a ciencia cierta como acabará. Aún y así el corto no es del todo malo.
Great Guns
Corto de índole bélica. Oswald se alista a la guerra despidiéndose de su amada. Las dotes animadas de Oswald son cada vez más amenas y tanto sus acciones como sus movimientos están dentro de lo que podríamos catalogar como acordes al avance y no del estacionamiento en cuanto a innovar.
Contamos además con una transición de un beso entre los dos enamorados a un beso entre Oswald y una foto de la novia muy conseguido y plasmado en el corto. Las acciones bélicas están más o menos bien desarrolladas y no molestan. Persecuciones aéreas, con batallas entre los aviones mientras los pilotos también pelean “flotando” en el aire para pasar a batallas campales a base de disparos con cañones bien ejecutadas (aunque algún que otro cliché que más adelante seguiría siendo utilizado) donde un elefante es utilizado como cañón. El guión es un tanto básico pero el corto, en resumidas cuentas, se deja ver.
The Ocean Hop
El título del corto que no os induzca a error pues no tiene nada que ver con el mundo marino sino que trata, básicamente, sobre una carrera de aviones. Mientras que todos contienen aviones más o menos correctos y adecuados para la carrera Oswald (¡como no!) es el único que cuenta con una avioneta indigna para ello.
Tanto el guión como el corto en sí se aguantan por sí solos. La acción está bien definida y estructurada pues todo es muy ameno, sin tropezones ni lagunas que los hagan tropezar. Incluso la manera de construirse un “nuevo” avión (el cual consta de unos globos y un perro) es la mar de divertido (ha conseguido que me ría por la originalidad del asunto).
Podríamos decir que el conjunto de todos los elementos parecen los precursores de lo que más adelante serían conocidos Los Autos Locos (cuando lo veáis sabréis a qué me refiero). Al ritmo que vamos, es probable que posible, que Oswald consiga hacerme levantar el dedo pues hasta ahora consigue convencerme en todo lo que se me ofrece y eso, a estas alturas, no es cosa de tomarse a la ligera.
Rival Romeos
Oswald va viento en popa a conseguir que le coja cariño y se convierta, con todas sus virtudes, en un personaje a tener en cuenta. Podría considerársele ya, a estas alturas, un digno pariente lejano de Mickey (o incluso si se quiere perfilar, Mickey un digno sucesor de Oswald, pues muchos movimientos del ratón ya existían en el conejo).
El corto que aquí se nos ofrece cuenta con el clásico rifirafe entre dos enamorados por la misma mujer (aquí una gata, siendo Oswald un conejo ¿?). La animación cada vez está más perfeccionada, dentro de lo que los cortos podían llegar a ofrecer y la historia, como mínimo no se repite.
La personalidad de los objetos (en este caso los coches) es realmente original y quizás, sin que sirva de precedente, creíbles (aún dentro de la fantasía que se le quiera dotar). Hasta las onomatopeyas tienen salero y chispa. Incluso el corto me ha mostrado que lo que en su día fue original en el corto Steamboat Mickey en este corto ya existía (el caso de utilizar una cabra como caja musical cuya cola haría, a su vez, de manivela). Corto sencillito, sin muchas pretensiones pero cumple su cometido (y con este van…). Animación, acción y movimientos a partes iguales entre mero entretenimiento y buenas intenciones.
Oh What A Knight
El corto con más besos por minuto hasta el momento. Oswald, un trovador que va cantando con su acordeón encuentra a una princesa encerrada en lo alto de la torre. Como podréis imaginar Oswald deberá luchar con el captor (Pete, ¿Quién si no?) de la princesa.
Muy ameno aunque un tanto repetitivo en cuanto a ideas (Oswald cantando, Oswald besando, Oswald luchando…). Muy acertado y original el acordeón lleno de agua. Increíble la innovación de introducir sombras a los personajes (incluso luchan entre ellas). Con un final un tanto escueto y muy poco imaginativo, el corto sencillamente es un divertimento simple que no ofrece mucho más.
Ozzie of the Mounted
Haciendo de guarda le toca la misión de dar caza, en medio de la nieve, a Pete (así como el gato era el eterno secundario en Alice, Pete es el eterno villano). Con las mismas resoluciones anteriores en cuanto a las situaciones el corto no es más ni menos que una eterna persecución sin mucho interés por innovar.
Algún giro interesante (una roca grande es en realidad un oso, el punto culminante del corto), algún detalle divertido (que el caballo de Oswald es en realidad un caballo mecánico) y algún momento conseguido pero que en realidad es un “más de lo mismo”.
The Fox Chase
Sencillamente EL MEJOR de todos los cortos Oswald (y si no es el mejor, casi) y no por la historia en sí pues es la clásica caza del zorro sino por la infinidad de detalles (a cual más chistoso y visualmente descacharrante) que puebla el corto.
Me encanta el diseño del zorro, tan clásico y a la vez tan divertido; me encanta las persecuciones con resultados dispares; me encanta las decisiones del zorro por esquivar a los perros (donde claro está, habrá de todas clases y tamaños para dar juego a las situaciones: el perro salchicha que servirá de muelle, el perro grande que servirá de cama elástica y el perro pequeño que tendrá que ingeniárselas para escalar un muro9.
Con un humor realmente acertado y con el cual me he reído a carcajada sincera el corto está lleno de detallitos que hacen de él un corto a destacar. Detalles como el que un perro saque la lengua a modo de pasta de dientes, o que un perro salchicha, al perseguir al zorro, acabe haciéndose un nudo son detalles (dentro de los muchos que hay) que son originales y a la vez divertidos. Altamente recomendable.
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Ahora vamos a por las Silly Simphonies.
Trolley Troubles
Los cortos Alice se acaban y dan paso a Oswald, un conejo negro, el cual mucho tiempo después acabaría convirtiéndose (o dando paso, qué más da) en el ratón Mickey, el personaje más famoso de la factoría Disney.
Como primer corto de Oswald indicar que es demasiado básico. La trama gira en torno a un maquinista y su viaje a bordo de la cabina de un tren. El corto es muy monótono e incluso raya el aburrimiento pues en sí no pasa nada. El tren sigue el camino sin atisbo de que vaya a ocurrir nada bueno o nuevo que pueda captar nuestro interés. La animación es demasiado básica, la acción es demasiado repetitiva y lo que son los bucles están a la orden del día (sobre todo en el primer y último minuto donde Oswald atraviesa con el mismo movimiento unos 5 túneles).
Algún que otro acierto en cuanto a efectos de fondo pero no salvan el conjunto. Oswald no tiene diálogo (aún seguimos con el cine mudo) pero sí se expresa mediante sonidos similares a toques de bocina. Sus movimientos son un tanto similares a el gato que acompañaba siempre a Alice y sus intenciones tienen pinta de ser más o menos las mismas.
Oh teacher
Ameno es la palabra que resume este 2º corto. Lo que en un principio parte como un viaje hacia la escuela acaba siendo un enfrentamiento entre 2 alumnos (uno de ellos, claro está, Oswald). Todo lo que acontece tiene razón de ser y todo lo que se nos muestra tiene pies y cabeza (dentro de lo que un corto animado puede tener de cordura). Aparte de que conocemos a la novia de Oswald (la parte femenina pues es el mismo dibujo sólo que con pestañas y indumentaria femenina).
La animación es muy variada y no hay apenas bucles mientras que el humor y el ingenio están al día. Situaciones alocadas y un tanto surrealistas son menos acentuadas que cortos anteriores. Un divertido corto donde todo sigue más o menos unos patrones y unas pautas correctas y bien definidas. Lo que podría haber sido un corto fallido acaba convirtiéndose en un acierto donde el guión está bien elaborado y los chistes visuales hacen reír. Correctísimo.
The Mechanical Cow
Esta vez el oficio de Oswald es ser un lechero y de ahí la vaca del título pero no es una vaca cualquiera como ya vaticinaba la famosa canción pues es una vaca mecánica (sí, como leéis) pero con vida propia (aparte de ser utilizada tanto como lechera, como vehículo o con lo que la situación requiera).
La presentación es muy divertida pero es lo que desconcierta al principio pues al ser una vaca mecánica tiene sus bisagras y tornillos y es lo que choca en un principio. Esta vez el fin del corto sigue siendo el clásico secuestro-persecución por parte de un villano anónimo que rapta a la novia de Oswald.
La acción es la clásica que acompaña siempre a las persecuciones en los cortos donde los villanos disparan y los buenos esquivan. Persecución que siempre acaba con el mismo resultado y que no logra captar demasiado a la sorpresa pues se sabe a ciencia cierta como acabará. Aún y así el corto no es del todo malo.
Great Guns
Corto de índole bélica. Oswald se alista a la guerra despidiéndose de su amada. Las dotes animadas de Oswald son cada vez más amenas y tanto sus acciones como sus movimientos están dentro de lo que podríamos catalogar como acordes al avance y no del estacionamiento en cuanto a innovar.
Contamos además con una transición de un beso entre los dos enamorados a un beso entre Oswald y una foto de la novia muy conseguido y plasmado en el corto. Las acciones bélicas están más o menos bien desarrolladas y no molestan. Persecuciones aéreas, con batallas entre los aviones mientras los pilotos también pelean “flotando” en el aire para pasar a batallas campales a base de disparos con cañones bien ejecutadas (aunque algún que otro cliché que más adelante seguiría siendo utilizado) donde un elefante es utilizado como cañón. El guión es un tanto básico pero el corto, en resumidas cuentas, se deja ver.
The Ocean Hop
El título del corto que no os induzca a error pues no tiene nada que ver con el mundo marino sino que trata, básicamente, sobre una carrera de aviones. Mientras que todos contienen aviones más o menos correctos y adecuados para la carrera Oswald (¡como no!) es el único que cuenta con una avioneta indigna para ello.
Tanto el guión como el corto en sí se aguantan por sí solos. La acción está bien definida y estructurada pues todo es muy ameno, sin tropezones ni lagunas que los hagan tropezar. Incluso la manera de construirse un “nuevo” avión (el cual consta de unos globos y un perro) es la mar de divertido (ha conseguido que me ría por la originalidad del asunto).
Podríamos decir que el conjunto de todos los elementos parecen los precursores de lo que más adelante serían conocidos Los Autos Locos (cuando lo veáis sabréis a qué me refiero). Al ritmo que vamos, es probable que posible, que Oswald consiga hacerme levantar el dedo pues hasta ahora consigue convencerme en todo lo que se me ofrece y eso, a estas alturas, no es cosa de tomarse a la ligera.
Rival Romeos
Oswald va viento en popa a conseguir que le coja cariño y se convierta, con todas sus virtudes, en un personaje a tener en cuenta. Podría considerársele ya, a estas alturas, un digno pariente lejano de Mickey (o incluso si se quiere perfilar, Mickey un digno sucesor de Oswald, pues muchos movimientos del ratón ya existían en el conejo).
El corto que aquí se nos ofrece cuenta con el clásico rifirafe entre dos enamorados por la misma mujer (aquí una gata, siendo Oswald un conejo ¿?). La animación cada vez está más perfeccionada, dentro de lo que los cortos podían llegar a ofrecer y la historia, como mínimo no se repite.
La personalidad de los objetos (en este caso los coches) es realmente original y quizás, sin que sirva de precedente, creíbles (aún dentro de la fantasía que se le quiera dotar). Hasta las onomatopeyas tienen salero y chispa. Incluso el corto me ha mostrado que lo que en su día fue original en el corto Steamboat Mickey en este corto ya existía (el caso de utilizar una cabra como caja musical cuya cola haría, a su vez, de manivela). Corto sencillito, sin muchas pretensiones pero cumple su cometido (y con este van…). Animación, acción y movimientos a partes iguales entre mero entretenimiento y buenas intenciones.
Oh What A Knight
El corto con más besos por minuto hasta el momento. Oswald, un trovador que va cantando con su acordeón encuentra a una princesa encerrada en lo alto de la torre. Como podréis imaginar Oswald deberá luchar con el captor (Pete, ¿Quién si no?) de la princesa.
Muy ameno aunque un tanto repetitivo en cuanto a ideas (Oswald cantando, Oswald besando, Oswald luchando…). Muy acertado y original el acordeón lleno de agua. Increíble la innovación de introducir sombras a los personajes (incluso luchan entre ellas). Con un final un tanto escueto y muy poco imaginativo, el corto sencillamente es un divertimento simple que no ofrece mucho más.
Ozzie of the Mounted
Haciendo de guarda le toca la misión de dar caza, en medio de la nieve, a Pete (así como el gato era el eterno secundario en Alice, Pete es el eterno villano). Con las mismas resoluciones anteriores en cuanto a las situaciones el corto no es más ni menos que una eterna persecución sin mucho interés por innovar.
Algún giro interesante (una roca grande es en realidad un oso, el punto culminante del corto), algún detalle divertido (que el caballo de Oswald es en realidad un caballo mecánico) y algún momento conseguido pero que en realidad es un “más de lo mismo”.
The Fox Chase
Sencillamente EL MEJOR de todos los cortos Oswald (y si no es el mejor, casi) y no por la historia en sí pues es la clásica caza del zorro sino por la infinidad de detalles (a cual más chistoso y visualmente descacharrante) que puebla el corto.
Me encanta el diseño del zorro, tan clásico y a la vez tan divertido; me encanta las persecuciones con resultados dispares; me encanta las decisiones del zorro por esquivar a los perros (donde claro está, habrá de todas clases y tamaños para dar juego a las situaciones: el perro salchicha que servirá de muelle, el perro grande que servirá de cama elástica y el perro pequeño que tendrá que ingeniárselas para escalar un muro9.
Con un humor realmente acertado y con el cual me he reído a carcajada sincera el corto está lleno de detallitos que hacen de él un corto a destacar. Detalles como el que un perro saque la lengua a modo de pasta de dientes, o que un perro salchicha, al perseguir al zorro, acabe haciéndose un nudo son detalles (dentro de los muchos que hay) que son originales y a la vez divertidos. Altamente recomendable.
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Ahora vamos a por las Silly Simphonies.
