Walt Disney Presents (2/4)
Lambert, the Sheepish Lion
Otro de los clásicos cortos Disney. El personaje de Lambert, el leon cobarde. La historia comienza con la cigüeña (la misma que transporta a Dumbo en la misma película) trayendo a las ovejas a sus madres. Entre medio de ellas se encuentra el cachorro de leon Lambert. Arropado por una de las ovejas como si fuese su hijo Lambert irá creciendo hasta convertirse en un enorme leon pero cobarde, de ahí el título.
Ante la presencia del lobo (el mismo que sale en el corto de "Pedro y el lobo") tiembla pero una situación extrema, donde su madre corre un serio peligro, la bestia sale a flote demostrando su valía. La animación es muy básica. Aún contando con personajes bien definidos y muy conocidos (Lambert es uno de ellos) lo cierto es que no hay mucha novedad en este corto. Sí que es un clásico pero más por pertenecer a la lista de cortos que por sus méritos.
La historia me ha recordado, sin tener mucho que ver, a el toro Ferdinando. La razón es porque transforman a animales bravos, fieros y letales en meros animales esponjosos y dóciles. Sí que está divertido de ver cuando el leon tiembla de miedo (las caras cómicas de pavor son excelentes pero ya las hemos visto en Goofy o Pluto). Aún contando con el acierto de transformar en una oveja a un leon (quizás lo único original) el corto no es más que un cúmulo de clichés ya vistos anteriormente (hasta el rechazo por parte de las ovejas jóvenes ya lo hemos visto en anteriores cortos, sin ir más lejos, "el patito feo"). No es un mal corto pero lo recordaba más bueno. Lástima.
Susie, the little blue coupe
Si nos creíamos que Cars (la película de Pixar) era original es porque antes no vimos este corto. Visto ahora, descubro que aquella película era un auténtico plagio, en cuanto al diseño de los personajes, de este corto. Nos encontramos con Susie, un pequeño coupé azul. La originalidad de esta historieta, que más que historia es un día a día en la vida de este coche, radica en la plasmación de los movimientos que tienen los vehículos representando a los humanos.
Aquí Susie tiene frío, sufre un auténtico dolor cuando visita el taller mecánico (una escena realmente original aún siendo muy cotidiana), se encuentra mal, sufre el rechazo por ser diferente (algo que por lo visto es muy usual en el mundo Disney), padece enfermedades, es abandonada, huye de la policía (en otro de los momentos más acertados) para acabar pasando por las manos de un chaval, el cual acaba tuneando al preciado coche y la devolverá a la vida.
No es que sea muy divertido que digamos, la verdad, pues es un corto con una animación extremadamente sencilla (incluso los pocos humanos que salen son bastante básicos) pero no deja de ser un autoreflejo de la vida diaria del ser humano. Por ello, al menos, vale la pena verlo.
The Little House
Contamos con la misma premisa que el anterior corto. Si en aquel un coche tenía movimientos y acciones humanas en este caso nos encontramos con la misma situación pero esta vez con una casa. Un famoso anuncio de coches donde los edificios tienen formas de caras visto estos días copia descaradamente la idea de este corto.
Lo gracioso del caso es que el corto es más o menos por un estilo igual al de los coches. Me explico. Si en aquel nos encontrábamos con Susie que vivía el día a día en la gran ciudad a la casa de este corto le sucede más o menos lo mismo. Una casa apacible, con los rasgos característicos de una cara (las ventanas y sus persianas serán los ojos y los párpados), la puerta será la boca y el pomo la nariz. La casa se llena de niños y hay vida. Pero como siempre sucede los pueblos empiezan a crecer y la agresiva construcción de edificios arrasa con la tranquilidad para instaurar hileras de edificios y estos, a su vez, son más altos a cada día que pasa/se construye.
Acudimos a la degeneración de una casa tranquila para convertirse en una casa abandonada. La polución, el ruido, la vida diaria la van letargando a un estado de degeneración. La verdad es que cuantos más minutos pasan el corto toma un camino desmoralizante hasta que de pronto, como aquel coche, alguien le insufla vida transportándola a un lugar pacífico y llenándola de vida otra vez. En este caso, aún siendo por un estilo al anterior, este me ha conmovido un poco más. El juego de las ventanas representando los ojos mediante luces y sombras difuminadas ha estado correctísimo y la transformación de una casa alegre a una casa abandonada ha sido excelente. Aún y así no deja de ser un corto muy menor.
Adventures in music: Melody
Realmente aburrido. Bueno, aparte de aburrido también es un tanto pesado. Sus intenciones son bastante buenas pero para niños muy preescolares. Podríamos catalogarlo como un corto al estilo educativo de Pocoyo. Los que tengáis memoria recordaréis que en el Barrio Sésamo de los 80, el que pertenecía a Espinete y Don Pimpón, aparte de los personajes patrios contaban con los muppets y también con dibujos animados muy básicos que eran muy sencillos pero a su vez muy educativos.
Pues este corto podría pertenecer perfectamente a estos dibujos animados. Es más, el diseño de los personajes son muy lineales, quizás demasiado. No son tan redondos como personajes anteriores y es un poco difícil cogerles algo de cariño o simpatía. El profesor, un buho que se da un aire al mismo que sale en Merlín el encantador, enseña a sus alumnos, unos pájaros muy cantarines la diferencia entre el canto de los animales, y muy concretamente los pájaros, y el sonido de la vocalización de los humanos. Igualmente seguir el hilo del corto es un tanto peculiar pues no sigue uno concreto sino que en muchos momentos se va por los cerros de Húbeda. Así que en este caso este corto no logra convencerme.
Football Now And Then
¡Qué partido, señores!. Los clásicos contra los modernos (literalmente). Nos encontramos en un partido de Rugby de lo más hilarante y por ende contiene una comedia alocada, divertida, desenfrenada que recuerda perfectamente al partido de Plumas de Caballo de los Hermanos Marx (aunque más adelante, Goofy tendría su momento de gloria en un partido similar con casi los mismos gags, chistes y patochadas).
No hay una historia más allá de contemplar a los jugadores clásicos, más refinados en sus andares contra los jugadores modernos, más rudos y a su vez más brutos. Con chistes visuales muy acertados que son mejor verlos que leerlos y contando con algo que siempre es recurrente en los cortos donde se practica algún deporte de campo y es el cliché visual de ver el campo desde arriba y transformar los jugadores en puntos movientes alocados cual hormigas desenfrenadas (cuando veais la escena sabréis a lo que me refiero).
El diseño de los humanos es muy parecido al de los humanos animados de Mary Poppins. Aún y así no deja de haber diferencias entre unos y otros y por ello no deja de ser un buen corto que como mínimo cumple con su cometido que es hacerte pasar ocho minutos de verdadero humor.
Adventures in music: Toot, Whistle, Plunk And Boom
Es posible que el corto sobre música del profesor Buho tuviese una gran repercusión o como mínimo un gran éxito pues volvieron a repetir el mismo estilo (incluso diría que un tanto más lineal si cabe que el anterior). Esta vez la historia va de los instrumentos musicales y su paso por la historia.
Desde los cromañones pasando por los egipcios hasta acabar en la época actual sin dejarse a los griegos. Nos explica las diferencias entre los instrumentos de cuerda, de viento, como se utilizan, como suenan. En cuanto a didáctico no le gana nadie pero en cuanto a interesante o como mínimo atractivo se podría haber mejorado. No deja de ser un personaje algo entrañable el buho y algún que otro alumno pero no logran convertirse en personajes recordados o que dejaran huella en la memoria colectiva como para ser destacados entre el resto de cortos.
Ben and me
En la larga y excitante lista de cortos Disney uno de los mejores cortos, por derecho propio, es Ben and me. Las razones son muchas y aquí las pongo. Su historia es extremadamente original y a su vez tremendamente sencilla. Pero la cosa no acaba aquí pues es fácil de seguir, fácil de entender, rápido, conciso y a su vez es muy entretenido pues no hay bajones, no hay lagunas, va al grano (que es de agradecer) y contiene diálogos, personajes y situaciones realmente exquisitos.
La historia parte de que, según el planteamiento, todo lo que Benjamin Franklin descubrió, inventó y presentó al mundo fue gracias a Ambrosio (Amos), un ratón inteligentísimo, entrañable y uno de mis personajes Disney favoritos de toda la historia. Desde las gafas bifocales (en uno de los momentos más divertidos en cuanto a planteamiento) pasando por la imprenta, la Gaceta de Principania (un periódico local) pasando por lo más importante de la historia de América: la creación de la Declaración de Independencia. Contamos también con la presencia de un personaje importante de dicha Historia: Thomas Jefferson.
La animación es muy parecida a la utilizada en Peter Pan o Cenicienta (sin ir más lejos Benjamin se da un aire a Smith y Ambrosio a Jack - uno de los amigos de Cenicienta). Es muy didáctico pues nos enseña, mediante fechas y datos concisos, con precisión. Aparte de contener momentos cómicos para los más pequeños, pero que por ende, se nos hacen muy divertidos a los adultos. Una vez acabado el corto a uno se le viene a la cabeza la loca idea de querer tener un Ambrosio en su vida. IMPERECEDERO.
Pigs Is Pigs
En los 50 se puede percibir que el estilo y diseño de la animación era bastante lineal, un tanto carente de contornos y dibujos redondos pues volvemos a contar con unos personajes muy parecidos, en cuanto a presencia, a los del maestro Buho. Aún y así, en este caso, el corto que aquí pertoca contiene un ritmo exquisito y es muy fácil no engancharse a él.
La premisa es bien sencilla. Un oficinista de una estación de trenes recibe el paquete de un cliente. El contenido son dos cobayas. Cuando el cliente ve que tiene que pagar una tasa especial por ellas se marcha enfadadísimo. El corto pensé que no podría seguir por buen camino pero los guionistas se lo curraron como es debido y unen dos temas distintos en una simbiosis perfecta. Lo que en un principio es una pareja de cobayas - todos sabemos lo que pasa cuando juntamos dos roedores en celo - el resultado es una plaga. A ello añadimos que mientras tanto el oficinista recurre, manda y discute mediante telégrafo las normas establecidas ante tal situación. La cosa empieza y no para hasta llegar a un final bastante acertado.
En este caso ya no es la animación en sí, que como queda claro desde el primer minuto es de corte extremadamente clásico, sino que juegan con la inventiva, la imaginación, la música (pues la narración, aparte de ser rimada - lástima que sea en inglés - está mezclada o aderecada con canciones y músicas regionales de una manera singular y original) y el ritmo a partes iguales. Un notable corto que nunca pensé, viendo tan sólo el principio, llegase a convencerme de tal modo.
Casey Bats Again
Disney presenta un corto deportivo. De estos hay un montón. En este caso nos encontramos con Casey, un jugador de baseball fornido, famoso pero poco afortunado en el juego. Una vez se casa tiene su primer hijo. Todo es felicidad pues el ve futuro en el campo del deporte con su prole hasta que descubre que es una hija. Ahí no cesa la cosa pues vendrán más y más y más niñas (hasta completar un equipo de Baseball femenino).
Lo gracioso es ver como Disney dibuja a las mujeres, con una figura muy curvilínea, sensual y exquisita gracilidad pero en el campo de juego raudas, veloces y mejores jugadoras incluso que los chicos. La verdad es que ahí es donde radica el punto original del corto: que presenta el mundo deportivo en el campo de las mujeres. Casey es un dibujo divertido, ágil de movimientos y una comicidad bastante slapstick. Su fisonomía, sobre todo en la parte facial, es un tanto parecida, de forma clásica, a Buzz Lightyear. Con gags visuales muy dignos de cortos de Goofy o Donald el corto no es malo del todo pero esta vez no he logrado disfrutarlo pues no me ha aportado algo que realmente me destaque o me aporte algo novedoso.
Social Lion
Si creíamos que sólo Tom y Jerry plagiaban (o la misma Disney plagiaba para sus películas de sus propios cortos) riámosnos de Dreamworks para su Madagascar. La historia de Alex, el leon, es clavada al leon de este corto. Nos centramos en un leon capturado y transportado a la ciudad. En un mal viaje la caja que lo transporta se rompe y el leon campa a sus anchas por la gran urbe. ¿Donde radica la originalidad aquí?
Muy sencillo. Nadie le presta atención. El felino intenta rugir pero todo el mundo humano, metido en su vida rutinaria y cotidiana, va a la suya e ignora que un leon feroz campa entre ellos. A su vez el animal se encuentra más perdido que un pulpo en un garaje. El ruído de las sirenas, de las bocinas, el barullo del tumulto, el incesante agetreo de la vida diaria lo vuelve un ser indefenso. Pero la cosa no termina aquí. Todo el mundo lo confunde con un ser humano y de ahí que todo el mundo lo trate como un congénere suyo (de ahí que la gente transforme sus rugidos en diálogos o en llamadas).
Pero la cosa no acaba aquí. En un momento final, para humanizarlo aún más, un sastre decide hacerle un traje. Una vez en la calle y sintiéndose ya una persona la gente se da cuenta de que un leon convive con ellos y lo cazan para darle un final que Madagascar calca (incluso podríamos decir que este corto sería la precuela de lo que conocemos de la primera parte). El leon es clavado a Lambert, tanto en su animación como en sus acciones-gestos-decisiones mientras que los humanos y su mundo urbano es muy rectangular, lineal, carente de sentimientos y a su vez llenos de vida. Un gran descubrimiento, sin dudarlo.
Jack and Old Mac
Discúlpeme Disney pero creo que por ahora, de los cortos animados en color, este es de los más aburridos, insoportables y rematadamente malos de todos los que llevo viendo hasta la fecha. El corto cuenta con 2 temas musicales a representar:
- The house that Jack built. A partir de dicha frase se representa con palabras la historia. El tema empieza con la casa pasando a un ratón, luego a un gato, de un gato a un perro y así hasta acabar con una pareja de enamorados. Pero todo está representado y plasmado con palabras. Es decir, si sale la palabra Gato (cat) esa palabra tendrá forma y acción de gato y así hasta unas cuantas palabras. Pero es muy poco atractivo y no aporta nada divertido más allá de las transformaciones (si hay que destacar algo).
- Old McDonald had a band. Vamos, la canción conocida aquí como "En la granja de Pepito...". Si el anterior ya es pesado aún siguiendo un hilo argumental si cabe, este ya es el acabose (literal). Una familia canta mirando a cámara la dichosa canción. Luego se agregan los animales de dicha granja (es decir: cerdos, cabras, gatos...) tocando instrumentos. Ya está. Osease, peor imposible. Olvidable y cansino en todo su conjunto, tanto en animación, que es realmente plana, sin ápice de inovación o interés por divertir, como en historia o argumento.
A Cowboy Needs A Horse
Recordando la historia de la animación (y a ahora que la revisiono) me sorprende como es posible que en los cincuenta el tipo de animación para estos cortos fuese tan lineal, tan angular, tan recta, demasiado clásica mientras que cortos anteriores la animación era más curvilínea, incluso más redonda en muchos casos, con personajes más carismáticos y con personalidad más afín a mis gustos (aunque supongo que al del resto de visitantes también). El corto que aquí nos pertoca cuenta con la misma clase de animación que el anterior a este pero cuenta con una historia muy similar en cuanto a planteamiento que la obra maestra "Wynken, Blynken & Nod" o el más antiguo aún "Lullaby Land".
Trata sobre un niño pequeño que sueña que es un vaquero. Aderezada la historia con una narración cantada que nos va narrando, a su manera, qué sucede, el niño se transforma en sus sueños en un vaquero. Un lápiz irá dibujando (en una técnica animada muy típica, vista un montón de veces) toda la indumentaria que precisa un vaquero (botas, lazo, sombrero, unas pistolas...). Y siendo un vaquero, cabalgando sobre un caballo extremadamente 2D, habrán un montón de situaciones unidas al mundo del western: peleas de indios, persecuciones a forajidos, asaltos a trenes e incluso la salvación de una damisela en apuros.
Este corto, visto muchas veces en mi tierna infancia, siempre fue uno de mis favoritos por la sencilla razón de que aquel sueño era real. A día de hoy la nostalgia no es tan grande y aún pareciéndome un corto entrañable me parece, visto ya de mayor, un corto correcto pero no destacable, más allá de las pocas proezas visuales. Es un corto sencillo, muy lineal y que no es muy destacable (aún y así es mil veces mejor que el anterior a este pues como mínimo cuenta con una historia, aunque sea onírica).