Mickey Mouse(bloque 5)
The Whooopee party
Una fiesta por todo lo alto. En casa de ¿Minnie? todos están invitados y mientras ella toca el piano y canta el resto de protagonistas actúan en la cocina. Contamos con la incorporación de Goofy más o menos como lo conocemos pero aún estaría por perfilar pues aquí tiene los brazos muy largos y su rostro aún tendría que padecer ciertos cambios (su risa conocida "yo ho ho" sigue estando ahí pero por ahora no pronuncia palabra) que será el encargado de darle creación a los canapés. Mickey y Horacio jugarán con los alimentos produciendo sonidos y música.
Luego todo será un despiporre visual. Todos los invitados bailarán a lo loco y habrá todo tipo de música. Todo se desmadra y todos los objetos, como hacía tiempo que no veía, vuelven a cobrar vida para unirse a la juerga (desde el pollo a l'ast hasta las cerillas pasando por calcetines y camisas). Su correspondiente animación será bastante acorde con las intenciones y la comicidad, aunque un tanto básica en este aspecto, no desentona con el conjunto. Incluso se permiten una lindeza como es ver bailar a Goofy con "una" Goofy (nunca había visto algo así).
El gag más interesante de todo el corto es ver como en medio de la noche acuden a la casa "bailante" (pues Disney siempre dará movimiento a los edificios dotándolos de vida propia acorde con lo que está sucediendo en su interior) para... ¡acoplarse a la fiesta! La escena es realmente graciosa porque ha jugado con nuestras pesquisas. Un corto ni bueno ni malo. Sencillamente completista.
Touchdown Mickey
IMPRESIONANTE. Así, con letras grandes y hermosas. Brillante, ameno, rápido, al grano y con una imaginación desbordante. Los Mickey's Manglers vs. Los Alley Cats. Estamos en un partido de rugby, pero señores, que partido. Hay tantas cosas y todas tan interesantes que es imposible poder narrarlas todas. Un partido real pero a la vez con toda la imaginación en el asador. No hay nada al azar y no hay nada que sobre o que se eche a faltar.
Como siempre Mickey será el jugador principal. El resto de jugadores serán los clásicos personajes secundarios anónimos que hemos visto un sinfín de veces pero a diferencia de los demás cortos su fisonomía tendrá una parte clave en el juego. El equipo contrario serán todos clónicos (Pete es la referencia pero en sí el no es un gato). Son brutos, arrasantes y se les permite todo, desde aplastar, pisar cabezas (literalmente), dar puñetazos, patadas hasta hacer trampas pero eso es lo que le dará el toque y el salero. Goofy será el reportero que irá transmitiendo el partido. La gracia está en que no se le entiende nada e irá alternando palabras con su particular risa.
Pero lo mejor de todo, lo que me ha maravillado, es que el humor está patente en cada uno de los minutos que dura el corto. La inventiva es perfecta (desde la utilización del público hasta los elementos integrantes de los jugadores como es ver como utilizan a un cerdo como apisonadora pero lo mejor de todo es que no sobra nada, ni nada chirría). El tiempo está perfectamente llevado y el tiempo del partido es efectista. Que a nadie le sorprenda imaginar qué equipo será el vencedor (pero sobre todo descubrir como vencen). El plano final de un Mickey mellado es impagable, demostrando que por fin es un personaje integrado con la realidad de la situación. Perfecto, sin mácula y original como pocos.
The Klondike Kid
Volvemos a cambiar la cabecera. En este caso no saldrán Mickey y Minnie sujetando una pizarra con el título del corto sino que empezará con la cara de Mickey, en B/N y pasaremos al logotipo archiconocido "Walt Disney Presents a Mickey Mouse" y luego el título del corto bajo otra melodía.
El corto contiene el clásico guión de los cortos Mickey cuando el enemigo es Pete, aquí conocido (y buscado bajo recompensa) como Terrible Piere y presentado como fue concebido al principio, con una pata de palo, de ahí su nombre artístico, "Pete Peg-Leg". Estamos en medio de una terrible noche de ventisca y mientras en Klondike Bar la peña se lo pasa bien al son del pianista Mickey (la escena es la típica escena bucle) pero con muchos detalles. La lástima de este tipo de escenas es que son demasiados detalles a mirar para poder prestar la debida atención a todo. Goofy aparecerá en un cameo. En una clarísima escena Chaplinesca Mickey recogerá a una Minnie pobre del crudo frío de afuera. Le dará sopa y cobijo. El momento es idílico y tierno pues Minnie, aún siendo pobre (su ropaje así lo indica) el amor siempre prevalece sobre estas situaciones.
Pues en medio de esta bonita escena hará acto de presencia el villano in person. Creo que es el corto donde mejor he percibido la vocalización de los personajes y donde la sincronización de sus bocas con las palabras es perfecta (incluso los diálogos tienen algo más de chicha aunque sean pocos). Aquí hay una escena de disparos, los cuales darán pie a un juego de luces y sombras perfecto. El secuestro y la persecución están cantados pero se nota que le han dado un lavado de cara y, aún conociendo el final y donde tendrá lugar el duelo, toda la animación y los gags son bastante buenos y como mínimo no aburren. La ejecución de las ideas está muy bien acabada y al menos, aunque ya sabemos todo lo que va a pasar, no se hace pesado. Más que correcto.
The mad dog
Aceptable dentro de lo que cabe. Todo gira en torno a la accidental ingestión de una pastilla de jabón por parte de Pluto (pues previamente Mickey había estado dándole el clásico baño en barreño). Persecuciones entre dueño y perro acabarán por hacerle correr por toda la ciudad y confundido por un perro loco al cual hay que cazar y sacrificar (así, literalmente). El perrero no será otro que Pete, quien escopeta en mano, no dudará llevar a cabo sus intenciones pero como esto es Disney siempre llevarán hasta el límite, cuando se trate de escenas con armas, la tensión pero nunca más allá de hacer sufrir a los personajes (y más siendo protagonistas).
Peleas y persecuciones varias a continuación jugando con los clásicos elementos del slapstick como son pieles de plátano u frutas esféricas para jugar con el gag básico del resbalón o elementos como una larga escalera para jugar con la imposibilidad de alcanzar el objetivo. El final será el típico de siempre, es decir, el bien sobre el mal. ¿Y la pastilla de jabón? Quilosá, pues después de la injesta no se le volverá a ver. Podría considerarse un error de continuidad o un fallo en el guión. Aún y así la animación es bastante aceptable a estas alturas y sobre todo los escenarios de la ciudad están más o menos bien representados. Algo es algo.
Barnyard Olympics
Un happy end en toda regla. Juegos olímpicos. Para ir amenizando la espera de lo que será el eje central, una carrera de obstáculos (literal) vamos viendo diferentes deportes: Boxeo con perros, salto de trampolín con patos, lucha grecorromana con perros... Mientras tanto Mickey recibe un masaje perfecto, cómico y a la vez creíble. Dando pié a la citada carrera el corto despega y no para hasta llegar al final. Los obstáculos van desde salto con pértiga, remos y ciclismo pero como nos podemos imaginar todo será de la manera más cartooniana posible. No se puede negar que haya inventiva en el guión y que se mantenga la expectación en todo momento. El malo es muy malo y Mickey un ser perseverante, con la meta en mente, Minnie es la clásica enamorada, Horacio el leal ayudante y Clarabella la eterna amiga. No hay novedad en el frente pero sí un original gag nunca antes visto, por lo menos por estos cortos: mientras la cámara observa el escenario central unos integrantes del público miran y saludan, como si fueran espectadores reales. Uno más.
Musical farmer
Volvemos a los clásicos Silly Symphonies aderezados con música y bailes de todo tipo. En la granja Mickey toca instrumentos y Minnie baila. Los animales bailan sin cesar al ritmo de la melodía. Mientras tanto las gallinas, entretenidas con la musicalidad del evento, empiezan a poner huevos a excepción de una que no logra poner ninguno. Lo único que romperá la monotonía será que de pronto pone el huevo más grande. Todos acuden y los gags visuales procederán del intento desenfrenado por parte de Mickey de llegar al lugar con la cámara. El final es pura astracanada y en sí, el corto, tanto su animación inicial como el conjunto de la propuesta es bastante plano y un tanto reiterativo.
Trader Mickey
Mickey conoce a los caníbales. Anteriormente siempre se presentaba a los negros, sobre todo en los dibujos animados, con esos rasgos tan expresivos, ojos muy grandes, labios blancos muy carnosos y con un sólo diente. Nuestro protagonista es atrapado, junto con Pluto y la carga, para ser devorados en la clásica olla y con todos los condimentos (sorprende ver que siempre saquen los mismos ingredientes: zanahorias, puerros, rábanos y demás condimentos, vamos, licencias culinarias). Cuando parecía que podía tirar por los caminos de la aventura y la acción prefieren tirar por lo básico y típico, aderezando humor con música. La comicidad es de patochada propia y la música va acorde primero con los números humorísticos por la forma de tocar los instrumentos por parte de la tribu y luego añadimos muchos números musicales en base a Mickey tocando y el resto bailando cual Silly Symphony. Sin final digno de aceptación la verdad es que la premisa era idónea para convertirse en un clásico por méritos propios pero no consiguen llevarlo a buen término. Una verdadera lástima.
The Wayward canary
Un corto dividido en tres partes, diferenciadas entre sí, pero con un hilo argumental común. El estilo del corto sería semejante, aunque no sea así, con el Silly Symphonies "The bird store". Empezamos con Mickey portando un paquete, ataviado con el sombrero típico de la América de los años 30, acompañado de Pluto (siempre que lo veamos en escena sabemos que va a tener parte importante en el corto aún siendo, por ahora, un mero secundario). El regalo es para Minnie y es un canario, aunque en el interior de la jaula habrá un montón de pajaritos que serán los que den paso a la segunda y tercera parte del corto.
La primera parte será el clásico musical visto hasta ahora donde el pájaro cantará y la pareja de enamorados tocarán diversos instrumentos para acompañar los cantos. El resto de pajarillos bailarán hasta verse involucrados con los objetos cotidianos de la casa de Minnie que es como daremos paso, muy de soslayo, a la segunda parte que es gags visuales, juegos y demás pues los pájaros intentarán por todos los medios escapar. Aquí es donde nos encontramos con el clásico humor mezclado con destrozos. En los cortos Disney siempre se suele asimilar o utilizar el romper, mezclar, quebrantar o liarlo todo cuando hay varios seres pequeños (ya sean gatos, pájaros o niños). Todo está revuelto, todo se escapa de las manos de los dueños del lugar acordado y da pie a muchos gags humorísticos. Además el agua, tinta, sifones o demás objetos relacionados con agua dan siempre mucho resultado en el slapstick. Por ahí aparecerá un mensaje subliminal referente a un símbolo nazi en un mechero y un pájaro embadurnado de negro.
Este mismo pájaro se escapará y daremos pie al tercer y último set piece que es la persecución del ave por un gato y este, a su vez, por Pluto. La clásica cadena alimenticia adecuada al humor de un corto Disney (de ahí que los tres se corran encima de una cuerda, en línea con la supervivencia). El clásico corto de trompadas, carreras y canciones, todo en uno para el disfrute del visitante. No está del todo mal y suele ser bastante correcto aunque no sea de los más interesantes.
The grocery boy
Un corto completamente innecesario. No es nada divertido por muchas cosas que pasen pues o ya las hemos visto varias veces o no son nada originales. Mickey es el chico de la tienda que recibe el encargo de una serie de artículos por parte de Minnie. Llegamos al lugar con la compra, Minnie se hace la remolona - aunque finja, Mickey que se lo cree/no se lo cree, Mickey (le) cocina a Minnie, Pluto hace de las suyas y se acabó. Sí que tenemos lo que le hace falta a un corto, no se puede negar y contiene ideas originales como clavar la comanda en la cola de Pluto cual pincho, que el pollo del horno tenga una cremallera (incluso tenemos slapsticks a palas como es el caso de la clásica escena de la alfombra) pero ni por esas logran hacerme reír. Olvidable.
Mickey in Arabia
Hacemos viajar a Mickey y esta vez le toca Arabia. Acompañado de Minnie la plasmación del mundo árabe, la conjunción de las costumbres con el humor que suele haber en estos cortos está bastante bien. Los negros caníbales del corto "Trader Mickey" serán los mismos para representar tanto a los habitantes de Arabia como a los secuaces de Pete sólo que ataviados con la indumentaria de los lugareños. La primera parte es lo que yo llamo la galería pues pasamos por el mismo escenario pero los personajes secundarios irán haciendo diferentes cosas con su respectivo humor. Los encantadores de serpientes, los malabaristas, los mercaderes... todos aportan su granito de arena. Los escenarios están perfectamente representados y contienen tanto perspectiva como acabados creíbles.
La segunda parte es la más conocida. Pete será el villano eterno y como era de esperar secuestrará a Minnie. Aquí se le presenta como un malo patán más que como un villano en ciernes. Aunque siempre atacará con armas blancas nunca logrará dar en el blanco y será objeto de la contra lucha. La pelea final no será tan encarnizada como otros cortos y será menos dura cediendo terreno al humor de la patochada (dando lugar a ciertas ligerezas como Mickey escalando la pared del castillo sin cuerda o saltando por la ventana y permaneciendo en el aire más del tiempo necesario). Los secuaces serán meros blancos arrojadizos y aunque habrá gran cantidad no aportarán mucho.
El humor aquí lo aportará el camello de Mickey. Aparte de que es dibujado con las extremidades muy desproporcionadas para dotarlo tanto de elasticidad como de torpeza le harán emborracharse para cuando pertoque la escena de la persecución realice cuantas bobadas y tonterías puedan ser. De ahí que su aspecto y su movilidad parezca la de un pulpo que la de un camello en sí. La dosis de aventura es la justa, ni mucha ni poca. Minnie seguirá siendo una chica objeto (aparte de ser una chica gritona), sin ser demasiado importante ni tomar demasiadas decisiones pues hasta la fecha siempre será la chica secuestrada, la princesa en apuros, Mickey será el eterno héroe y Pete el malvado rufián. Los clichés suelen estar servidos de antemano y aunque la aventura sea distinta el final siempre será el mismo. Por ello la sorpresa, por ahora, seguirá siendo menor.