Respuesta: COPPOLA
(
The outsiders, 1983)
“
Sigue siendo de oro, por favor. Sé de oro”.
Una espinita que me quedaba por quitarme (de tantas que tengo). Y lo cierto es que la película me ha parecido un poco (bastante) justita, tirando a correcta pero sin ser destacable más allá del elenco que contiene. La juventud de Hollywood y actores que apuntaban maneras, todos juntos, compartiendo historia en una típica película de bandas callejeras con alguna pincelada de crítica social.
Y si bien es cierto que hay momentos donde Coppola apunta maneras (la pelea, la escena en el hospital, el rescate de los críos…) todo el conjunto no es que sea muy memorable siendo un más de lo mismo (por mucho apellido que contenga el elenco). No hay nada que me haga levantarme y aplaudir y ninguna de las historias / personajes llega a conmoverme lo justo y necesario como para retenerlo en la memoria.
Quizás, y sólo quizás, la historia de Matt Dillon. Un rebelde hasta el final, decidido a ser un problema andante (con todas las consecuencias). Quizás, y sólo quizás, la interpretación más convincente. C. Thomas Howell y Ralph Maccio, los más jóvenes y los más inexpertos, forman el tándem “amigos hasta el final a pesar de las circunstancias” pero aún intentando demostrar que tienen dotes interpretativas lo cierto es que llega un momento que casi como que me da igual. Luego está el resto del elenco que ni faltan ni sobran, sinceramente. Estevez, Cruise, Swayze, Lowe, etc. intentan convertirse en futuras estrellas que en conseguir papeles legendarios (Swayze y Cruise los que mantienen la pose). Ya por completar hubiese estado gracioso incluir a Nicolas Cage, Stephen Dorff y Christian Slater.
Y es triste pero estamos hablando de una película de Coppola. Alguien que se supone tiene dotes, sabe lo que tiene que hacer. Es el creador de El padrino pero creo que aquí o no sabía como encauzar algo tan sencillo como una historia de pandilleros o tenía en mente convertirla en la parte light de su “La ley de la calle” (un título, que por cierto, me convenció muchísimo más, de aquí a Lima). Lástima, quizás tenía las expectativas muy altas con estos rebeldes y no hacía falta tanto.