Respuesta: David FINCHER
"Se7en" (David Fincher, 1995):
Spoilers
Admirable thriller que fue uno de las títulos más influenciales de su época, con el que además, en su segunda película como realizador, David Fincher dio la razón a los que pensaron que los problemas de "Alien³" estaban mucho más relacionados con su guión y problemas de producción, filmando con un pulso y estilo inigualable un soberbio y preciso guión de Andrew Kevin Walker, acerca de una pareja de policías que se involucra en la investigación de una serie de asesinatos relacionados con los siete pecados capitales.
Morgan Freeman, magnífico en su sobriedad, interpreta el arquetipo del detective a punto de jubilarse, versado en mil batallas, de vuelta de todo, pero culto, paciente y comprensivo con el arrogante, agresivo e infantil personaje de Brad Pitt, que no está tan bien como su compañero de reparto, pero que supera con nota el duelo interpretativo en uno de los papeles que más contribuyeron a dejar atrás su imagen de ídolo de quinceañeras. La investigación, minuciosa, coherente y creíble en todo momento, es obra completa de Freeman, que es el único de los dos que parece que está enterándose de a dónde les conducen los acontecimientos. Gwyneth Paltrow, en el papel que le supuso la fama, tiene pocos minutos en pantalla y aunque su personaje nunca encaja en la historia hasta el famoso final, aporta ese halo de tristeza y humanidad que necesitaba su personaje hasta que se encuentra fuera de pantalla con un portentoso Kevin Spacey, que se adueña del film una vez hace acto de presencia con un retrato frío, cínico e imperturbable del asesino en serie cuya obra debe ser completada, irónicamente, por el propio Brad Pitt.
Sin embargo, la estrella de la función es David Fincher, que no sólo dirige a sus actores a la perfección, sino que invade el film de una atmósfera malsana, sucia, asfixiante y decididamente desasosegante desde el primer fotograma hasta el último, retratando el caos de una gran y lluviosa urbe cuyo nombre no conocemos y no es posible identificar en pantalla y la angustia de sus habitantes, obteniendo el máximo partido de destacados nombres de la industria de Hollywood, como el montador Richard Francis Bruce, el diseñador de producción Arthur Max o el operador francés de origen iraní Darius Khondji, al que se trajo desde Francia específicamente para realizar este proyecto, con el que éste inició una exitosa carrera que aún hoy en día le mantiene en la cima a ambos lados del Atlántico.
Así pues, guiados por Fincher, todos ellos contribuyen a crear un producto comercial de enorme calidad, una bomba de relojería de la que sin lugar a dudas se puede afirmar que fue la primera obra maestra de su director, cuya catalogación como "cine de género" puede que la sitúe un peldaño más abajo que enormes obras como "Zodiac" o "The Social Network", a las que desde luego no tiene nada que enviadarles en términos cinematográficos.
"Se7en" (David Fincher, 1995):
Spoilers
Admirable thriller que fue uno de las títulos más influenciales de su época, con el que además, en su segunda película como realizador, David Fincher dio la razón a los que pensaron que los problemas de "Alien³" estaban mucho más relacionados con su guión y problemas de producción, filmando con un pulso y estilo inigualable un soberbio y preciso guión de Andrew Kevin Walker, acerca de una pareja de policías que se involucra en la investigación de una serie de asesinatos relacionados con los siete pecados capitales.
Morgan Freeman, magnífico en su sobriedad, interpreta el arquetipo del detective a punto de jubilarse, versado en mil batallas, de vuelta de todo, pero culto, paciente y comprensivo con el arrogante, agresivo e infantil personaje de Brad Pitt, que no está tan bien como su compañero de reparto, pero que supera con nota el duelo interpretativo en uno de los papeles que más contribuyeron a dejar atrás su imagen de ídolo de quinceañeras. La investigación, minuciosa, coherente y creíble en todo momento, es obra completa de Freeman, que es el único de los dos que parece que está enterándose de a dónde les conducen los acontecimientos. Gwyneth Paltrow, en el papel que le supuso la fama, tiene pocos minutos en pantalla y aunque su personaje nunca encaja en la historia hasta el famoso final, aporta ese halo de tristeza y humanidad que necesitaba su personaje hasta que se encuentra fuera de pantalla con un portentoso Kevin Spacey, que se adueña del film una vez hace acto de presencia con un retrato frío, cínico e imperturbable del asesino en serie cuya obra debe ser completada, irónicamente, por el propio Brad Pitt.
Sin embargo, la estrella de la función es David Fincher, que no sólo dirige a sus actores a la perfección, sino que invade el film de una atmósfera malsana, sucia, asfixiante y decididamente desasosegante desde el primer fotograma hasta el último, retratando el caos de una gran y lluviosa urbe cuyo nombre no conocemos y no es posible identificar en pantalla y la angustia de sus habitantes, obteniendo el máximo partido de destacados nombres de la industria de Hollywood, como el montador Richard Francis Bruce, el diseñador de producción Arthur Max o el operador francés de origen iraní Darius Khondji, al que se trajo desde Francia específicamente para realizar este proyecto, con el que éste inició una exitosa carrera que aún hoy en día le mantiene en la cima a ambos lados del Atlántico.
Así pues, guiados por Fincher, todos ellos contribuyen a crear un producto comercial de enorme calidad, una bomba de relojería de la que sin lugar a dudas se puede afirmar que fue la primera obra maestra de su director, cuya catalogación como "cine de género" puede que la sitúe un peldaño más abajo que enormes obras como "Zodiac" o "The Social Network", a las que desde luego no tiene nada que enviadarles en términos cinematográficos.
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