Pues bien, vengo a comentar algo que se me olvidó de decir el otro día.
Estos días que estado desconectado tuve a bien revisionar Benjamin Button. La gracia del caso es que me gustó muchísimo más que la primera vez que la ví (aparte de que la he visto en V.O. que gana muchos enteros, la verdad). Creo que todos estos comentarios que hicimos (yo por mi parte en su contra hasta el revisionado) me han servido para ir con otra mentalidad hacia el revisionado.
Sigo en la misma idea de que un poco menos de metraje no le habría venido mal y que la pequeña historia de amor en Rusia no me acaba de convencer del todo aunque es muy bonita, sí. Pero lo mejor de todo es que casi aplaudo que la película lleve ese tempo. No puede ser narrada de otro modo. Mi mayor error fue querer compararla con la magnífica Forrest Gump y claro, a la peli le veía todo peros, todo fallos, todo errores. Además de que Forrest Gump es casi todo aventuras, Zemeckis es muy buen narrador y nos gana con las primeras imágenes pero es que Benjamin Button nos narra una historia y Gump otra. No se pueden comparar (no debí hacerlo).
Quitándome el chip de que debía centrarme en esa particular historia y olvidarme de compararla con nada la verdad es que es una bellísima película donde Button no intenta destacar, no intenta hacernos creer que es un heroe. No le pasan cosas extraordinarias, no necesita que le pasen cosas extraordinarias. Aquí es donde yo quería hacer encajar unas piezas que no correspondían con este puzzle. Sus vivencias no están narradas y plasmadas para parecernos extraordinarias, aunque él tenga ese defecto (de viejo a joven) sino todo lo contrario, le acompañamos a vivir su vida como de una vida normal se tratase. De ahí que todo le parezca bien y aunque vea fallecer a todos los del geriátrico lo ve como algo normal, algo cotidiano. Cuando cumple la mayoría de edad decide ir a recorrer mundo, porque él tiene esa necesidad pero el director no lo presenta como una oportunidad de que momentos de la historia humana haga acto de presencia como pasaba en Forrest Gump sino como algo que todo ser humano realiza, querer vivir su propia vida. Por eso que el caso de la guerra en el barco sea algo fortuito y no impostado (una escena maravillosa, brutal).
Aquí la idea principal es una historia de amor. Y aunque me cueste conectar con el personaje de Button sí que lo acepto. Un hombre que quiere hasta el final y conociendo su futuro a la larga (se convertirá en un niño amnésico). Pero es una historia de amor correcta al fin y al cabo. Blanchett, que ya sabéis no es de mis favoritas, ha logrado convencerme. Aunque no acepto su egoismo al principio y que utilice a Benjamin como una moneda de cambio (claro que no sé hasta que punto hubiese seguido con esa actitud de no ser por el accidente). En fin, algo que nunca sabremos, pero aparte de estar preciosa es un personaje complejo que descubre en Button, a la larga, el hombre de su vida, aceptándolo como tal al decidir cuidarlo hasta el final (aún y así no me convence como abuela enfermiza).
Personajes variopintos como ese capitán de barco, esa mujer espía en Rusia que consigue lograr su objetivo en el mar, el hombre que le cae un rayo 7 veces (una anécdota sin más), la historia del padre de Button, que es realmente conmovedora, sobre todo el momento final, o la madre adoptiva de Button (una gran actriz que convence con sus consejos y sus frases llenas de sabiduría) hacen de la película un producto muy estimable, desde luego.
La fotografía es preciosa, maravillosa, magistral. Es quizás lo que más me gusta, desde luego. Con mucha filigrana visual, con esos tonos y esos colores (la escena del amanecer, la batalla nocturna en el barco, esa luz de New Orleans o esa fotografía azul oscura en la Rusia fría) son elementos que merecen el mejor de los aplausos. El tema de los FX está muy logrado la verdad pero es cierto que hay momentos que se nota demasiado el CGI, sobre todo cuando es abuelo, que me desconecta un poco.
Por lo demás decir que me alegro haber vuelto a revisionarla y descubrir una película completamente distinta a la que vi en su día.