De Palma post

¿ Cuál es vuestro film preferido de Brian De Palma?

  • Hermanas

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  • Vestida para matar

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  • Doble cuerpo

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  • Wise Guys

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  • Corazones de hierro

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  • La hoguera de las vanidades

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  • Snake eyes

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  • Misiòn a Marte

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  • La dalia negra

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  • Votantes totales
    52
Y si, Carlito es posiblemente su OM.


"Carlito's Ways" es una delicia, pero con eso "Scarface" es, para mí, su obra más redonda.

Por debajo naturalmente están "Carrie", "Vestida para matar" "Doble cuerpo" y la memorable "Los intocables"

Por cierto, este rodó la única película de la saga de Cruise, con notoriedad, no demasiada, porque las demás son basura. Pero no cabe duda, que es la única decente.
 
Misión a Marte (2000). Curioso encargo en la filmografía de De Palma, que nos entrega un producto más que digno hasta que llega su ridículo desenlace. La trama tiene buenas ideas como esas 2 expediciones consecutivas que tienen que ir a Marte o la enigmática "tormenta" que desencadena el rescate. Otro punto para el guión es que no hay antagonista, no hay nadie malo y quizás ahí sí que la película es coherente con su final, es blanquísima de principio a fin, todos son buena gente para un final new-age coro de la patata.

De hecho, de tan blanco (ese ñoñísimo vídeo con la esposa muerta) que es todo hasta llama la atención algo tan poco "sucio" como que Robbins y su mujer estén encoñadísimos. Vamos, que se necesita mucha insulina para poder disfrutar de lo bueno que sí tiene la película.

Y es que De Palma dosmilunea como casi nadie ha sido capaz y en las secuencias espaciales sale a flote su virtuosismo, con unos travellings acojonantes y unas transiciones no menos brillantes. Además, la película arranca con una fantástica secuencia a lo Boogie Nights con fiesta en piscina y presentación de personajes. O ese montaje a dos bandas en semidiferido con los 20 minutos de decalaje mientras unos ven el vídeo de los que están en Marte y, al mismo tiempo, los de Marte están en serios problemas con la tormenta.

Sorprende la cantidad de ideas que Prometheus saca directamente de esta peli: "es una invitación", el templo que es una nave, el ADN, la atmósfera y quitarse los cascos, la representación virtual del pasado, ...
 
yo voto por las cuatro que estan en cabeza + Doble cuerpo ,que cada vez que la veo me transporta no se explicarlo (sera el toque Hitchcock)
 
Gran entrevista:

http://www.empireonline.com/interviews/interview.asp?IID=1760

Atención a la alusión a PROMETHEUS:

Did you see Prometheus?
Yes. I didn't think it was good as the original. It had a lot more technical expertise and stuff going on, but it's again revisiting something he did so well many years ago. I don't think it's building upon it. It's not like Godfather I and Godfather II.

tapate, que vienes de hacer PASSION, tronco. :L

estoy muy de acuerdo con lo que dice de las series (que se alargan demasiado). Y se declara fanatico de Jason Statham.
 
Espero estar a la altura con esta crítica de tamaña obra maestra sin lugar a dudas. De lo mejor de De Palma y de lo mejor del cine contemporáneo. Como no podía ser de otra manera: spoilers, cuidado. Gracias. ;)


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(Atrapado por su pasado, 1993)


Edwin Torres, juez de la corte suprema de Estados Unidos y de origen puertorriqueño, escribió en la década de los 70 dos novelas (Carlito's Way - 1975 / After Hours - 1979) cuyo entramado trataba sobre la vida, inventada, de Carlito Brigante, un traficante de drogas encarcelado y que una vez sale de prisión intenta apartarse de su vida delictiva intentando empezar de nuevo. Estas novelas tenían tanto potencial que David Koepp realizó un guión para Brian de Palma. Se decidió utilizar el nombre de "Carlito's way" en vez de "After hours" para que no hubiese confusión con la película del mismo nombre de Scorsese pero la película bebe y juega en la liga del director italoamericano, donde la calle manda y una vez has pertenecido a ella es difícil escapar de sus garras (y su sombra).

"Atrapado por su pasado", título español que no tiene el impacto del original pero que bien podría servir como resumen de la vida e historia de Carlito, es un filme de tono noir, donde las luces de neón del local de Brigante juega de cara hacia la vida de la calle, las mafias, los traficantes, los barrios marginales, los tiroteos, drogadictos y la perdición. Porque aquí, incluso intentando redimir una vida de miserias, vivencias y desgracias, cumbres y caídas, no hay perdón ni olvido. Y no hay forma de escapar de una vida pasada si una vez sales del castigo vuelves a formar parte de esa espiral de perdición por mucho que uno intente hacer las cosas bien.


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De Palma siempre ha tenido don para el cine de gangsters, mafiosos, ajuste de cuentas y muertes en las calles junto con el ascenso y caída de los capos mafiosos que han representado una vida de lujos y excesos. Empezó con Tony Montana, siguió con Al Capone y culminó con Carlito Brigante. Cada uno en su estilo y cada uno con un formato distinto pero con el don de convertir cada uno de esos tres títulos en obras de culto. La que aquí nos concierne es la más redonda y la que cuenta con el beneplácito de portar el apelativo de obra maestra sin lugar a dudas (aunque para mi "Los intocables" también lo es, no tanto así "El precio del poder"). "Atrapado por su pasado" es un viaje consecuente, paulatino, modélico y excitante sobre un hombre que ha aprendido de sus errores, ha aprendido la lección. Un hombre que lleva las calles en la sangre pero que cree poder controlar todo lo que ello concierne sin que la mierda le salpique y poder plantarse ante cualquier propuesta de volver al pasado, de volver a recurrir a las drogas y trapicheos (aunque haya sido el rey tiempo atrás).

Sin ir más lejos tiene la propuesta y meta de alcanzar 75.000 € dólares y dejarlo todo para irse de allí. El fin de un camino, el punto final a una vida de desgracias. Pero como todo filme que se precie con la mafia de por medio y nadie da la cara por nadie Carlito Brigante es la crónica de una muerte (portorriqueña) anunciada. Sin ir más lejos los primeros minutos de inicio de la película lo deja bien claro. No hay esperanza cuando estás metido hasta el cuello en un mundo de perdedores. Para empezar la película cuenta con todos los ingredientes necesarios para convertirse en un trabajo bien hecho, maduro y consecuente con sus actos. De Palma rueda con pulso firme, con ritmo calmado pero vibrante, energético, cargado de una fuerza narrativa imposible de superar y con las dotes necesarias para saber que cuenta con el material de partida hipnótico. Pero no todo acaba ahí. Es el reparto de lujo quien logra conseguir personajes creíbles, contundentes y que forman parte de la química entre ellos.


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Para empezar contamos con Al Pacino metódico, extremadamente modélico, dejándose en la puerta cualquier histrionismo o cualquier tic que pudiera hacer perder al personaje y dotándolo de vida, de parsimonia, de mimetismo con el entorno, de compostura y presencia (aparte de que su físico nunca estuvo mejor, recurriendo una vez más a esa barba perfecta que le da el toque de distinción latina para hacer mucho más convincente su rol). Es innegable el don que tiene Pacino para convencer y hacer creíble todo cuanto haga. Para empezar su personaje es perro viejo, es un hombre de la calle, de barrio. Ha pagado por sus errores pero la cárcel y la vida en sí misma le hace aprender la lección, le hace ser mucho más cauto, más decidido y mucho más distante. Es el momento justo cuando se encierra en el lavabo del bar, con la luz apagada y pistola sin balas en mano, cuando descubre que no hay vuelta atrás, que ha vuelto a ser el mismo de antes, que la vida de antes no lo ha olvidado ni lo ha dado por perdido. Es el momento donde pilla la pasta de la barra donde vuelve a ser Carlito Brigante.

También contamos con un Sean Penn extremo, hasta arriba de ambición y de droga. Un cocainómano impasible que acaba convirtiéndose en su propia perdición. Su transformación es brutal, quizás uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Su David Kleinfeld, un abogado judío que no le importa robarle un millón de dólares a un capo de la mafia italiana y cargárselo tiempo después (a él y a su hijo) demuestra hasta que punto no hay control en su personaje, no hay visión de futuro y no hay perspectiva de salvación ni para él ni para los que le rodean. Incluso no le importará aprovecharse de Carlito para seguir a rajatabla el lema "arrasar con todo lo que tengas delante". Es interesante ver como Kleinfeld llega a un punto de estar fuera de sí, de acabar autodestruyéndose, que no le importa increpar a un italiano ante Brigante en medio de su local. Incluso alcanzar el punto de no retorno al aprovecharse de él al entregarlo a los federales sin importarle las consecuencias. De ahí que el momento decisivo no haya salvación tampoco para él al dejarlo Brigante solo ante su muerte en el hospital al quitarle las balas del revólver.


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"Atrapado por su pasado" es una alegoría a los sueños de muchos truncados por la vida que llevan. Sin ir más lejos el único deseo de Brigante es poder alcanzar la cifra de los 75.000 dólares para escapar a una isla cualquiera y vender coches usados. Un sueño y deseo como otro cualquiera. La vida feliz muchas veces depende de lo que uno anhela y las esperanzas y esfuerzos que uno haga por alcanzar esos sueños. Pero como indicaba la película es la crónica y proceso de una muerte anunciada. Ya los mismos primeros minutos dejan claro que ese letrero en colores en un mundo casi en blanco y negro es un lugar inalcanzable, algo que la vida de Carlito no le va a permitir en el mismo instante que acabe matando a todos los implicados en la muerte de su primo en ese bar. Es la escena decisiva, el punto y aparte que marca un antes y un después. De Palma rueda esta escena con la fuerza narrativa y el brío necesario para demostrar que lo suyo es el montaje. Está tan bien estructurada y tiene un lenguaje cinematográfico tan aplicado que podría servir incluso para enseñar cine a los nuevos estudiantes.

El otro momento decisivo para comprender hasta donde llega la funesta vida de Carlito es la tan aclamada (y con razón) escena de la estación. Desde el mismo instante que abandona su local y corre con la esperanza de encontrarse con Gail en el tren nosotros corremos con él porque deseamos que su vida mejore, que la mafia italiana no dé con él y desde luego que el brío, el montaje, el ritmo y la cámara juegan un todo por el todo espectacular. Desde el plano secuencia siguiendo a Pacino intentando evadir a los matones hasta la masacre en las escaleras mecánicas hasta llegar al punto culminante es una tensión constante, una sensación de no saber realmente qué va a pasar, de marcar los segundos a fuego. Kristina Boden y Bill Pankow realizan un trabajo perfecto, desde cualquier punto de vista.


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Pero lo que más llama la atención es la ambientación de una época, un mundo de discoteca donde la vida se vivía a ritmo de desenfreno. Parte de esa verosimilitud la tiene Stephen H. Burum que logra darle ese tono y ese enfoque perfecto de colorido difuminado pero vivo, luces de neón para una vida llena de extremos. Al igual que la banda sonora, cargada de temas clásicos de la música disco, pero con una partitura de Patrick Doyle excelente hacen que todo sea fluido, nada chirríe ni mucho menos desentone. Un trabajo perfecto. De Palma supo volver a sus fueros de antaño y ofrecer la mejor película de los 90. Koepp logró convertir dos novelas en un trabajo de orfebrería transmitiendo que Carlito lleva la vida a su manera, un hombre de honor, amigo de sus amigos, un hombre que sabe de su pasado, sabe cómo mantenerlo a ralla aunque haya traspasado la línea (el momento con la aparición de Viggo Mortensen es brillante al respecto) y que intenta empezar de nuevo una relación del pasado con Gail, una Penelope Ann Miller bellísima y convincente, frágil pero fuerte al mismo tiempo, para de esta forma redimir un error del pasado y poder formar una familia en el futuro. Un futuro de consecuencias funestas pero que al fin y al cabo Brigante sabía que, como bien indican sus últimas palabras, no podía tener pues el pasado no perdona. Ni olvida.
 
Es una masterpiece del noir, crepuscular, poética, preciosa.

Yo he visto 2 estos días.

Scarface, 1983. Desde luego está lejos de la de Carlito, sin embargo es un SÍ como un piano. Una historia de descomposición magníficamente narrada en la que sus casi 3 horas pasan volando. De Palma, as usual, disfruta con la cámara (set-pieces violentas, discotecas, escenas con muchos extras, ...) aunque el look feísta la aleja del virtuosismo visual de sus mejores obras. Oliver Stone firma un guión que fluye, con variedad de subtramas y personajes que ayudan a describir la evolución de Tony Montana, un personaje muy bien perfilado para que llegue al famoso "over-the-top" desenlace con un Al Pacino pasado de vueltas entre coca y sangre, pero que encaja con el diablo al que interpreta.

Los habituales toques Oliver Stone anti-capitalismo entrán mejor que en otras películas suyas porque el protagonista es el foco de lo que quiere criticar y, hábilmente, vemos detalles románticos de humanidad en Tony, el amor a su madre, la sobreprotección (aunque enfermiza) de su hermana, su sinceridad, su amistad con Bauer, su fidelidad (no traiciona a Robert Loggia), el no querer matar a la familia del objetivo que tenían con el boliviano. Todo ello da una tercera dimensión a ese final icónico y magnético con el que es difícil no regocijarse.

Lástima de ese look y, sobre todo, de una música de Moroder que la dejan demasiado anclada en su tiempo.


Corazones de hierro (Casualties of war, 1989). Rodada, fotografiada y musicada (Morricone mediante) como Dios, con un De Palma cabalgando maravillosamente dentro del bélico entre lo clásico (hay cantidad de encuadres dignos del mejor western clásico) y su modernidad (por ejemplo, esa planificación del atentado de la granada contra J. Fox), y una historia crudísima sin bálsamo, a modo de pesadilla (literalmente, es un recuerdo pesadillesco), y sus consecuencias.

El único lastre es lo maníqueo de la situación, con un personaje tan blanco como J. Fox. De todas formas, la película se esfuerza en explicar el comportamiento de Penn, mostrando primero su lado heroico, su pérdida y el agujero que la guerra deja en su cabeza, antes de mostrarse como el líder diabólico y manipulador de semejante empresa. Creo que Penn no llega a abrazar todos esos matices y se me antoja algo sobreactuado en los momentos tensos.

Sin embargo, el regusto final es magnífico gracias a esa idea tan depalmiana (y lynchiana, y hitchcockiana) del doble papel de la chica vietnamita, dando a entender que la imagen que vemos en el recuerdo pesadillesco de la chica es a imagen y semejanza de la que se encuentra en el bus, algo de alivio moral poético y un maravilloso plano final de San Francisco.
 
Lástima de ese look y, sobre todo, de una música de Moroder que la dejan demasiado anclada en su tiempo.

No es el mejor trabajo de John Alonzo, un operador que, por otro lado, tiene muchas obras admirables, pero tanto su estética (Ferdinando Scarfiotti, diseñador de Bertolucci) como especialmente la música de Moroder son indisociables de la película porque es un producto de concepción absolutamente 80's. Es un film que, de todas formas, he visto muchas veces y cada vez me gusta menos, por todo el exceso del que hace gala en todos los apartados, aunque para mí su mayor handicap es Stone y su discurso.
 
Scarface me gustó mucho la única vez que la vi porque De Palma ahí mete toda la carne en el asador pero cuanto más la recuerdo más se me cae, no sé. Entiendo que su exceso es su virtud precisamente pero soy más fan de Carlito (pelis, en cuanto personajes me llaman la atención los dos). Pero reconozco que le debo un visionado en condiciones pues no podría defenderla con argumentos ahora mismo.

Corazones me atrae por el duo actoral pero me han dicho que es cruda (muy cruda) y no sé yo...
 
Scarface nunca me canso de verla, ¿ de verdad dura 3 horas? no se nota, es magnifica con todos sus excesos ( musica incluida) look ochentero.

Corazones de Hierro es un magnifico film belico sobre el Vietnam injustamente olvidado, para a mi a la altura de las mas buenas de De Palma, Morricone esta inmenso en esta mas desconocida banda sonora.:palmas
 
DOBLE CUERPO: JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJA.

Ahora que les ha dado a todos por hacer guiones rancios pensándose que su forma lo va a embargar todo (y nanay), he decidido atacar esta bazofia y, joder, jajajaj, qué panzón a reír.

Quitando lo que ya la deja por los suelos: plagios visuales y musicales de Hitchcock, remake de La VEntana INdiscreta y remake de VÉrtigo mezclados en un cocktail repulsivo, quitando eso (imposible, claro), nos quedamos con una trama petada de agujeros, con unos actores que pasaban por allí y sólo estaban pendientes de su marca y unas soluciones/giros narrativos de primer borrador que dan muchísima vergüenza. Pero es que formalmente es desastrosa (planísima de foto, con una operación de cámara etílica y unas soluciones visuales de anfeta). Eso sí, para unas risotadas sanísimas da, porque qué hartón, tú. Qué hartón.
 
Que es un cocktail loquísimo de acuerdo, terror a la Hammer, musical, porno, comedia, thriller Hitch ... Pero que me digas que el plano secuencia de los grandes almacenes y lo de después es planísimo a nivel de planificación pues ya no te creo. Y el clímax de mitad de metraje para mí es un orgasmo.

A mí me parece una masterpiece, de lo mejor del palmesano con Carlito y Blow Out.
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De foto es plana de pelotas, creo que eso es un hecho...y el plano secuencia está operado de aquélla manera. Y el clímax a mitad, aparte de plagiar el de la VEntana INdiscreta, es realmente patético en cuanto a espacios y lucha física.

A mí no es que me haya parecido mala tal cual, es que creo que es un bodriazo de los de hito.
 
Atrapado por su pasado

Historia de un hombre perseguido por una fatalidad trágica. Quiere abandonar el mundo dentro del cual llegó a ser el dueño absoluto y que no puede llevarle más que a la perdición, pero cuando se elige tal camino, ya no existe vuelta atrás. Una idea que tiene menos que ver con lecciones de moral y más con un romanticismo crepuscular, con la búsqueda de ese “paraíso” inalcanzable y soñado. La película se fundamenta en un gran guión, centrado en un personaje y sus circunstancias (su redención, intento por cambiar de vida, etc.), ramificándose en una historia de amor imposible (maravillosa Penelope Ann Miller), otra de amistad truncada (Sean Penn y su descenso a los infiernos) y cómo no, los clásicos vericuetos del mundo mafioso, con pequeños papeles de Mortensen y Leguizamo; el primero, la máxima expresión de la decadencia y el patetismo, el segundo, un niñato arrogante que es el vivo retrato de Carlito en su juventud, el “lado oscuro” del que quiere desprenderse... y al final, no puede.

Es, en definitiva, una galería de personajes que destaca por la sensibilidad en el trazo, consiguiendo siempre una identificación muy lograda (tal vez una de las principales virtudes de la cinta), pero pese al notable trabajo de Koepp, es De Palma quien se alza como un portento de la puesta en escena llevándolo a imágenes, en lo que supone una combinación de narrativa puramente clásica y virtuosismo formal (con los característicos encuadres torcidos y planos-secuencia interminables), regalándonos secuencias hitchcockianas en paralelo al relato principal; esto es, formando parte de él y sin gratuidad (el tiroteo en el billar, el asesinato en el hospital...). Sin ir más lejos, el tramo final es digno de Scooby Doo y nos da lo mismo, de tan magníficamente rodado y capaz de aportar tensión cuando ya sabemos cómo acaba la cosa (de manera intencionada, desde el principio y de acuerdo con la filosofía que caracteriza toda la película). No nos olvidamos de la banda sonora, las canciones y el desgarrador, operístico desenlace.
 
Carlito's Way la vi el otro día, me pareció fabulosa, de lo mejor que ha hecho De Palma junto con Phantom y un par más.
 
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