Hermanas: hijaputez infame, que consiste en remakear "Psicosis" a lo Bar Josito y, por el camino, clonar un poquito de "La Soga", un poquito de "Vértigo" y un muchito de "La Ventana indiscreta". La narrativa salta de un lado a otro como si estuviera absolutamente puesta de Chivas y el ritmo no existe por ningún lado. Ya al final, con la media hora de explicaciones (es como si alguien te explicara algo que te la suda cosa mala) uno no tiene otra que tomárselo a broma e igual, con grata compañía, puede disfrutar de un bonito polvo en el suelo.
Asoma su pantalla partida (que tampoco era nada nuevo), algún ralentizado y un asesinato con algún acierto de impacto (el sueño también tiene su aquél en algún plano), pero todo se resuelve grotesco, humillante y decididamente obtuso. Y es que el tío llevaba ya un buen número de películas y, oye, que no. Dicen que a la siguiente..., A VER.